Un jefe de la unidad de ¨¦lite antiyihadista de la polic¨ªa, absuelto de acoso sexual a una agente

La misi¨®n del grupo, adscrito a la Unidad Central de Informaci¨®n Exterior de la Polic¨ªa, era ¡°captar informaci¨®n de presuntos delincuentes, en concreto relacionados con el terrorismo yihadista, en un entorno hostil¡±. Para ello, seg¨²n la sentencia dictada el pasado 25 de mayo por un Juzgado de lo Penal de Madrid, los polic¨ªas ¡°trabajaban de paisano¡±, deb¨ªan ¡°desarrollar [una] personalidad paralela, camuflarse, ponerse pa?uelo, aprender ¨¢rabe. Acercarse a mezquitas¡±.

Su actividad se divid¨ªa en 10 d¨ªas de viaje, 10 de vacaciones y 10 en la oficina, en Madrid. ¡°En cada viaje iban dos personas y el grupo ten¨ªa un piso donde se alojaban los agentes con dos o tres habitaciones, [aunque ¨¦l, el jefe de grupo] se quedaba en el hotel normalmente¡±. A lo largo de siete a?os, declar¨® el inspector jefe en el juicio, ¡°coincidi¨® en muchas ocasiones con la denunciante¡±, una agente de polic¨ªa a sus ¨®rdenes. Y nunca, sostuvo el acusado, la ¡°solicit¨® sexualmente¡±, ni realiz¨® ¡°tocamientos inconsentidos¡±, ni mantuvo ¡°ning¨²n tipo de relaci¨®n sentimental¡± con ella.

La versi¨®n de la subordinada fue muy diferente: entre finales de 2015 y noviembre de 2018, fue acosada sexualmente por su superior ¡°mediante tocamientos en sus pechos, poniendo su mano en los genitales del acusado [¡­], abalanz¨¢ndose sobre ella, proponi¨¦ndole mantener relaciones sexuales¡± o ¡°abraz¨¢ndola desde detr¨¢s de la silla de forma no profesional¡±. Al acoso sexual sigui¨® el laboral, seg¨²n ella, no apoyando su traslado al grupo de Polic¨ªa Judicial, como hab¨ªa solicitado, asign¨¢ndole los peores turnos o encomend¨¢ndole tareas humillantes, como rellenar la nevera. En cambio, el acusado sostiene que ¡°era ella quien le propon¨ªa salir a tomar algo despu¨¦s del trabajo, se le aproximaba o invad¨ªa su espacio vital. Le llamaba Jefis y le dispensaba un trato cari?oso¡±. Y cuando ¨¦l oposit¨® para inspector jefe, incluso le dijo: ¡°Si apruebas me llevas contigo¡±, seg¨²n declar¨® ¨¦l.

La denunciante reconoce que la relaci¨®n era cordial y que en dos de las tres ocasiones en que se sobrepas¨® con ella estaba ebrio. Al principio, intent¨® encauzar la relaci¨®n ¡°porque era un buen jefe¡± y ten¨ªa miedo a denunciarlo, ya que pensaba que ¡°todo el mundo lo iba a proteger¡±. Seg¨²n la agente, fue su superior quien le dijo que pod¨ªa ayudarla a entrar en la Polic¨ªa Judicial y, cuando le denegaron el traslado, la noticia la super¨® y discuti¨® con ¨¦l. Seg¨²n ella, su jefe ¡°fanfarroneaba [alardeando] de que cuando [¨¦l] quisiera entraba en el grupo [de Polic¨ªa Judicial] y se aferr¨® a eso¡±. Reconoce que le culp¨® por no haber movido los hilos para ayudarla, pero niega que le amenazara con denunciarle. ¡°Lo que m¨¢s dolor le causaba¡±, dijo en el juicio, ¡°era que no le hablara porque no acced¨ªa a sus peticiones sexuales. No se cre¨ªa que le estuviera pasando esto. Ella ten¨ªa pasi¨®n por su trabajo¡±.

Cuando la agente present¨® un parte disciplinario contra el jefe, sus compa?eros cerraron filas con ¨¦l y se volvieron en su contra, seg¨²n ella. Dejaron de hablarle y la excluyeron del grupo. En el juicio, en el que declararon varios polic¨ªas de la unidad de informaci¨®n de Melilla, todos aseguraron que no hab¨ªan presenciado ninguna ¡°actitud libidinosa¡± en el acusado y varios apostillaron que la denunciante ten¨ªa una ¡°personalidad peculiar¡± o que era ¡°complicado¡± estar a solas con ella. Uno de los polic¨ªas, que hab¨ªa sido su pareja, precis¨® que ya no manten¨ªa ninguna relaci¨®n con la agente, pero sab¨ªa que hab¨ªa ¡°cierta conflictividad con otros miembros del grupo¡±.

La juez desech¨® por impreciso el testimonio de un vecino que dijo haber visto c¨®mo el acusado la agarraba del brazo en plena calle, concluy¨® que los informes m¨¦dicos que le diagnosticaron un trastorno ansioso depresivo no precisaban la causa y a?adi¨® que el acusado no se ha reconocido en las conversaciones que ella ha aportado al proceso y que carecen, en todo caso, de la reiteraci¨®n y frecuencia suficiente para configurar un delito de acoso.

La acusaci¨®n particular solicit¨® cinco a?os y tres meses de prisi¨®n para el inspector jefe por los delitos de abuso sexual, acoso sexual y acoso laboral, as¨ª como una indemnizaci¨®n de 50.000 euros. El abogado defensor, Antonio Su¨¢rez-Vald¨¦s, pidi¨® su absoluci¨®n y, como alternativa, que se aplicaran las eximentes o atenuantes de embriaguez, reparaci¨®n del da?o y dilaciones indebidas. Aunque partidos como Vox sostienen que la legislaci¨®n vigente vulnera la presunci¨®n de inocencia de los varones en los delitos sexuales, la juez se ha basado en ella para absolver al acusado. Alega que ¡°tiene serias dudas sobre la veracidad de los hechos denunciados [por ella] ante la falta de material probatorio¡±, m¨¢s all¨¢ de su propio testimonio, y sugiere que la denuncia pudo tener ¡°un fin espurio¡±: vengarse de que su jefe no le ayudara en el traslado a la Polic¨ªa Judicial. La sentencia no es firme.