Extremadura cuenta con un hospital de fauna salvaje puntero en el mundo
Injerto de huesos en aves heridas, recuperaci¨®n de animales atropellados o electrocutados son algunos de los trabajos que se hacen en este centro de Villafranca de los Barros
¡°La recuperaci¨®n de la naturaleza basada en la libertad¡±, esa es la filosof¨ªa de la asociaci¨®n AMUS (Acci¨®n por el Mundo Salvaje), que se dedica a la conservaci¨®n de las especies m¨¢s amenazadas y al mantenimiento de sus h¨¢bitats en Extremadura. Esta organizaci¨®n no gubernamental, que se fund¨® en 1995, tiene como principal caracter¨ªstica su hospital para la fauna salvaje, en Villafranca de los Barros (Badajoz). La ley obliga a que...
¡°La recuperaci¨®n de la naturaleza basada en la libertad¡±, esa es la filosof¨ªa de la asociaci¨®n AMUS (Acci¨®n por el Mundo Salvaje), que se dedica a la conservaci¨®n de las especies m¨¢s amenazadas y al mantenimiento de sus h¨¢bitats en Extremadura. Esta organizaci¨®n no gubernamental, que se fund¨® en 1995, tiene como principal caracter¨ªstica su hospital para la fauna salvaje, en Villafranca de los Barros (Badajoz). La ley obliga a que haya un centro de recuperaci¨®n por provincia. La mayor¨ªa son de titularidad p¨²blica, menos dos centros privados, entre ellos el de AMUS, que tiene las competencias de la comunidad transferida.
Desde la organizaci¨®n llevan a cabo un trabajo que comienza en el campo o en los entornos urbanos donde recogen a los animales heridos, para posteriormente tratarlos en este hospital con la misi¨®n de darles una segunda oportunidad. Cuando apenas ten¨ªa 20 a?os, ?lvaro Guerrero se puso como meta crear este centro y a lo largo del tiempo, ha cobrado importancia. ¡°Hace 30 a?os casi ni se recog¨ªan a los animales heridos en el medio natural, el trabajo de los centros de recuperaci¨®n era incipiente y desde las administraciones tuvieron la necesidad de cubrir ese vac¨ªo y que se pudiera atender profesionalmente a animales protegidos para poder devolverlos con garant¨ªas a la naturaleza¡±, asegura Guerrero.
AMUS naci¨® vinculada al aguilucho cenizo, una especie que nidifica en los campos de cereales y donde su principal amenaza es el ser humano, ya que el inicio de la recolecci¨®n de las cosechas coincide con la cr¨ªa. ¡°Hay muchos huevos que se machacan y estos animales son v¨ªctimas de las cosechadoras y de los depredadores, nacimos muy ligados a la especie y no la hemos dejado, nuestra labor ha sido salvar pollos delante de las cosechadoras, poniendo cercones de protecci¨®n o concienciando a los agricultores para prevenir¡±, cuenta el impulsor principal de la organizaci¨®n. A trav¨¦s de seguimientos por GPS, han podido ver c¨®mo muchas de estas aves cr¨ªan en ?frica y, posteriormente, vuelven a la Pen¨ªnsula.
Guerrero nunca pens¨® que este proyecto trascender¨ªa en el mundo acad¨¦mico a nivel nacional e internacional como ejemplo de conservaci¨®n. ¡°Lo importante no es lo que hacemos, sino c¨®mo lo hacemos, la impronta AMUS supone una manera diferente de recuperar la naturaleza basada en la libertad¡±. Desde la asociaci¨®n explican que son ellos los que deciden c¨®mo hacen las cosas, los protocolos que utilizan para recuperar a un animal, c¨®mo se sueltan, en qu¨¦ lugar, etc.
Uno de los aspectos en los que m¨¢s inciden es en la importancia de atajar las amenazas para la fauna: no sirve de nada recuperar a los animales si cuando regresan a su h¨¢bitat vuelven a encontrarse con los mismos peligros y vuelven a caer heridos o mueren. ¡°No tiene sentido recuperar un ¨¢guila real que ha venido al hospital electrocutada si el tendido el¨¦ctrico en el que ha resultado herida no se ha corregido o si no se toman medidas cautelares contra un coto de caza donde un animal protegido ha recibido un disparo¡±, observa Guerrero.
Una de las se?as que define al equipo es que son muy poco conformistas y en su filosof¨ªa no cabe el rendirse ante un animal que ingresa despu¨¦s de varios d¨ªas tirado en el campo.¡°Lo ¨²ltimo es dejar que se mueran o cortarles un ala, antes llamamos a muchas puertas para encontrar ayuda. A menudo, en campos alejados del nuestro, como el de la medicina, aprendemos c¨®mo se trabaja con humanos quemados, con personas con grandes traumatismos o c¨®mo se hace una pr¨®tesis de cadera¡±, detalla la organizaci¨®n conservacionista.
AMUS llegan, tambi¨¦n desde fuera de Espa?a, buitres negros, ¨¢guilas imperiales o quebrantahuesos para que puedan ser recuperados, el motivo seg¨²n explican es que han instaurado una medicina de vanguardia en el mundo. Cada a?o entran entre 2.200 y 2.300 animales ¡ªsobre todo aves, reptiles o anfibios, y no faltan linces ib¨¦ricos atropellados¡ª, el 60% de los cuales son devueltos a la naturaleza. Los ¨²ltimos en ingresar son aves urbanas: golondrinas, vencejos, murci¨¦lagos, jilgueros o verderones que han sufrido golpes de calor.
A los animales que se ponen en libertad se les instala un dispositivo GPS para poder seguirlos. ¡°Somos espectadores de una pel¨ªcula incre¨ªble¡±, cuenta ?lvaro Guerrero, ya que muchos de los que recuperan acaban viajando por el resto de Europa y ?frica: Mauritania, Senegal, Burkina Faso, Alemania o Austria son algunos de los lugares donde se encuentran algunos de los seres rescatados. ¡°Est¨¢n a miles de kil¨®metros reproduci¨¦ndose, eso nos da fuerza y da credibilidad a los protocolos que llevamos a cabo en el hospital para seguir adelante¡±, informa, con alegr¨ªa, el fundador.
Guerrero cuenta la historia de Lluvia, un ¨¢guila imperial que lleg¨® al centro electrocutada: la recuperaron con una sola garra y desoyeron las voces que opinaban que una vida as¨ª era imposible en la naturaleza. El animal, una vez recuperado, ha recorrido miles de kil¨®metros.
Una de las principales amenazas para las especies, adem¨¢s de los atropellos, electrocuciones o la agricultura intensiva, es el cambio clim¨¢tico. ¡°Se est¨¢ volviendo todo m¨¢s complicado y se cr¨ªa en condiciones t¨¦rmicas muy dif¨ªciles. Los animales huyen de los lugares donde es imposible vivir. Hemos detectado que algunos en ?frica se est¨¢n trasladando a Espa?a y ya no hacen los procesos de migraci¨®n, adem¨¢s las zonas desertificadas son cada vez mayores, todo supone un componente de estr¨¦s¡±, cuentan los responsables del hospital.
AMUS, con 14 personas en el hospital, tiene una red de colaboradores de diferentes ¨¢mbitos por toda la provincia de Badajoz. La asociaci¨®n recibe los avisos de los agentes del medio natural y del SEPRONA, el objetivo es recuperar a los animales en menos de 24 horas. Con loa animales muertos hay que hacer un levantamiento del cad¨¢ver y poner en marcha un protocolo para abrir un proceso administrativo, determinar el motivo de la muerte y, si tuviese alg¨²n responsable, abrir diligencias.