La sequ¨ªa resucita en Arag¨®n los mitos de las avionetas ¡®antilluvia¡¯
Agricultores y alcaldes de la zona del Moncayo se movilizan contra unos supuestos vuelos que las autoridades niegan. Representantes agrarios preparan actos con expertos para desmontar la eficacia de estas pr¨¢cticas
En el peque?o pueblo de Ambel (Zaragoza), pr¨®ximo al Moncayo, apenas viven 350 personas, pero el pasado 10 de junio en el sal¨®n municipal hab¨ªa casi 400. Eran agricultores, alcaldes y regantes de la zona, todos preocupados por la extrema sequ¨ªa de este verano y todos dispuestos a tomar cartas en el asunto para evitar lo que consideran ya una cat¨¢strofe. ¡°Si no tenemos agua, no tenemos vida¡± se lamenta Miguel ?ngel Bona, secretario de la cooperativa agr¨ªcola San Atilano, porque ¡°se secan las vi?as y los almendros y los olivos no podr¨¢n producir si no llueve¡±. En una comarca como esta, que vive mayoritariamente de la agricultura, la situaci¨®n es y les parece ¡°alarmante¡±. Y ese temor es el que est¨¢ resucitando viejos mitos como el de la existencia de avionetas que act¨²an sobre las nubes para modificar el clima con el objeto de evitar tormentas o provocarlas, seg¨²n los intereses de sus supuestos promotores. El Gobierno central, sin embargo, niega que est¨¦ realizando estas pr¨¢cticas y la Administraci¨®n auton¨®mica aragonesa las abandon¨® hace ya varios a?os.
¡°Todas las predicciones de junio marcaban tormentas¡±, relata Bona, ¡°y las vemos formarse en el Moncayo, y luego aqu¨ª no cae ni una gota¡±, lamenta. Y a?ade: ¡°Est¨¢n diciendo que las avionetas lanzan yoduro de plata a las nubes para evitar que se forme granizo¡±. Protestar contra estos presuntos vuelos y evitarlos fue el motivo de la convocatoria que el pasado junio llen¨® el sal¨®n municipal de Ambel. Convocados por la plataforma reci¨¦n creada Moncayo SOS, esta asamblea firm¨® un manifiesto en el que exig¨ªa una investigaci¨®n urgente sobre unos vuelos que fuentes oficiales niegan, pero en los que cada vez m¨¢s agricultores creen. Hasta el punto de que la Uni¨®n de Agricultores y Ganaderos de Arag¨®n (UAGA-COAG) est¨¢ planeando una jornada, en los pr¨®ximos meses, para desmontar que estas medidas sean eficaces para modificar el clima, algo que, seg¨²n su secretario general en Arag¨®n, Jose Mar¨ªa Alcubierre, ¡°cada vez est¨¢ calando m¨¢s en el imaginario colectivo y habr¨¢ que contrarrestar con expertos para que todo el mundo lo tenga claro¡±.
Los temores a estas avionetas antitormentas no se han tranformado tampoco en denuncias. Seg¨²n informan fuentes de la Guardia Civil, no se ha presentado ni una sola en sus cuarteles de Arag¨®n. Lo que s¨ª es cierto es que intentos de modificar el clima para que sus efectos no sean perjudiciales los ha habido ¡°desde que el hombre existe¡±, dice el catedr¨¢tico de Geograf¨ªa Jose Mar¨ªa Cuadrat, que dirige, en la Universidad de Zaragoza, el grupo de investigaci¨®n Clima, Agua y Cambio Global. Este experto, que lleva m¨¢s de 20 a?os analizando los riesgos de la sequ¨ªa y los vaivenes del clima, participa tambi¨¦n ¡ªa petici¨®n del Gobierno central¡ª en la elaboraci¨®n del informe Espa?a ante el cambio clim¨¢tico y lo explica con paciencia y pedagog¨ªa. A pesar de los avances de la tecnolog¨ªa, ¡°el coste de cualquier intento por influir en el clima es elevad¨ªsimo y sus resultados escasos e ineficientes¡±.
Eso s¨ª, por historia y documentaci¨®n no ser¨¢. Ya en la Antig¨¹edad, recuerda Cuadrat, hab¨ªa pinturas donde se reproducen humanos tirando flechas a las nubes. Y, sin remontarse tan atr¨¢s, rogativas en ermitas y peregrinaciones para pedir que llueva o lo contrario. ¡°Hay que entender que si el clima puede provocar que una cosecha de la que dependes econ¨®micamente se venga abajo, la desesperaci¨®n del agricultor es comprensible¡±, aclara el profesor. Pero la realidad no se corresponde con las creencias ni las emociones. El yoduro de plata lanzado desde ca?ones en el suelo o desde el aire con avionetas puede conseguir activar las nubes pero ¡°hay que hacerlo en el momento justo de nivel de desarrollo de esas nubes¡±. ¡°Y debe haber nubes; si no hay, es muy dif¨ªcil propiciarlas¡±, agrega.
M¨¢s de 50 pa¨ªses est¨¢n investigando pr¨¢cticas que influyan en el clima, a pesar de que todos los intentos hasta ahora han resultado infructuosos, apunta este catedr¨¢tico de Geograf¨ªa. ¡°En Espa?a hubo una campa?a de la Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial, desde 1979 a 1985, con aporte econ¨®mico para intervenir en las consecuencias medioambientales, pero a los tres a?os se abandon¨® por falta de resultados y excesivo coste¡±, explica. Lo mismo en China, cuando se intent¨® que no lloviera en las Olimpiadas. O en Rusia, cuando intentaron todo lo contrario: que lloviera para que la radiaci¨®n de la explosi¨®n de la central nuclear de Chernobyl cayera al suelo y no se extendiera. En ninguno de estos casos se obtuvieron resultados.
Cuadrat advierte de que la sequ¨ªa es ¡°un fen¨®meno recurrente, sobre todo en nuestro pa¨ªs, y las predicciones del clima en los pr¨®ximos a?os nos van a llevar a condiciones m¨¢s extremas, con largos periodos de sequ¨ªa y tambi¨¦n de inundaciones importantes¡±. Por ello considera que mucho m¨¢s relevante que resucitar mitos como el de las avionetas es pensar en la gesti¨®n que se hace del agua y su aspecto socioecon¨®mico. ¡°Vivimos en un equilibrio precario entre disponibilidad y uso, y el aumento extraordinario de la demanda de agua rompe ese equilibrio; esto en Espa?a es un grave problema¡±, esgrime. Hay que pensar, a?ade este catedr¨¢tico, ¡°en pol¨ªticas inteligentes, actuaciones econ¨®micas consecuentes e intervenir sobre el uso del agua¡±.
Pero, en vez de esto, los bulos vuelan m¨¢s que los aviones y en ¨¦poca de sequ¨ªa habitualmente hay quien intenta buscar culpables. Hasta tal punto que la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa (AEMET) sali¨® a escena el pasado mes de mayo para desmentir que el Gobierno central estuviera financiando ning¨²n vuelo ni experimento para modificar el clima. AEMET ha difundido, tambi¨¦n a trav¨¦s de sus redes sociales, informaci¨®n y art¨ªculos cient¨ªficos sobre esta cuesti¨®n para combatir mantras y falsas teor¨ªas. De momento, para mecer la cuna que mueve el clima, habr¨¢ que esperar.
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