As¨ª funciona la maquinaria de Aemet: ¡°Aqu¨ª no hay un se?or que aprieta un bot¨®n rojo¡±
Este es el relato de c¨®mo se activan los avisos meteorol¨®gicos, del personal y los medios de los que dispone la agencia, de sus funciones y de c¨®mo ha evolucionado en las ¨²ltimas d¨¦cadas la predicci¨®n del tiempo
En la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa (Aemet) confiesan que les ¡°tiembla¡± la mano antes de emitir un aviso rojo, el m¨¢ximo, porque son ¡°extremadamente prudentes, rigurosos y conscientes¡± de sus repercusiones a todos los niveles, entre ellas la movilizaci¨®n de Protecci¨®n Civil, que es quien decreta las alertas y pone en marcha los planes de prevenci¨®n ante un fen¨®meno excepcionalmente peligroso como la dana que hace una semana azot¨® Espa?a y dej¨® ocho muertos.
La decisi¨®n de hacerlo en Madrid capital, donde por fortuna no cayeron los 120 litros por metro cuadrado que pronosticaban los modelos ¨Decuaciones introducidas en un programa inform¨¢tico que permiten estimar c¨®mo ser¨¢ su evoluci¨®n, a partir de unos datos que definen el estado inicial de la atm¨®sfera¨D la tom¨® ¡°de forma muy meditada¡± Jaime Rey, responsable de avisos y predicciones como jefe de Producci¨®n.
Pero ¡°aqu¨ª no hay un se?or que aprieta un bot¨®n rojo¡±, advierte el portavoz, Rub¨¦n del Campo, restando ¨¦pica al asunto. Lo que hay es una cadena de observadores que vigilan todos los par¨¢metros y de predictores que analizan distintos modelos y corrigen sus previsiones gracias a su conocimiento del tiempo y la climatolog¨ªa local.
En situaciones como esta, la cadena comienza con un predictor de zona ¨DEspa?a est¨¢ dividida en siete¨D, que eval¨²a la situaci¨®n y que trabaja a turnos de 12 horas. Por encima, ¡°hay otro que se encarga de la coordinaci¨®n nacional¡±. Y, por encima, un jefe de turno, que supervisa todo el trabajo diario. Cuando se trata de rojos, a¨²n queda un cuarto implicado en ¡°la toma de decisiones coordinada¡±, el responsable del sistema nacional de predicci¨®n, que puede ratificarlo o no. De hacerlo, informa al presidente de Aemet y al director general de Protecci¨®n Civil. A su vez, el m¨¢ximo responsable de la agencia lo escala al Gobierno central y se producen m¨²ltiples comunicaciones de los mandos de la agencia antes, durante y despu¨¦s del aviso con las autoridades y servicios de emergencia locales, regionales y nacionales.
Rey ejerc¨ªa de jefe de ¨¢rea el fin de semana pasado, con un responsable de turno el s¨¢bado, otro el domingo y tres predictores que se rotaron e hicieron ¡°un magn¨ªfico trabajo¡±, destacan ambos mandos en una entrevista el jueves en la cafeter¨ªa de la sede central de Aemet, vac¨ªa a media ma?ana. La sede es un palacete racionalista de la Ciudad Universitaria de Madrid, reconocible por una gran antena de sat¨¦lite. Rey es doctor en F¨ªsica, tiene 42 a?os y lleva 15 en la agencia. Del Campo, bi¨®logo, 45 a?os y 14 en Aemet. Ambos van en mangas de camisa y beben una coca-cola.
La probabilidad de cat¨¢strofe en la capital era alt¨ªsima, del 70%, por lo que decidieron lanzar el aviso. ¡°No puedes esperar a la certidumbre total, en meteorolog¨ªa nunca la hay. El proceder fue el adecuado, hab¨ªa que emitirlo s¨ª o s¨ª¡±, sentencian. ¡°Aemet actu¨® correctamente¡±, los respalda Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transici¨®n Ecol¨®gica y el Reto Demogr¨¢fico (Miteco), del que depende Aemet. ¡°Las capacidades de predicci¨®n han mejorado enormemente, los modelos ofrecen m¨¢s precisi¨®n, pero no es una ciencia exacta. Hicieron una valoraci¨®n de riesgo adecuada y compartieron la informaci¨®n con Protecci¨®n Civil, lo que ayud¨® a salvar vidas¡±, resume.
Pero los avisos son solo una parte del trabajo de un organismo con un presupuesto de 134 millones, de los que m¨¢s de una cuarta parte se dedica a pagar las cuotas de los consorcios internacionales a los que pertenece y al mantenimiento de los sat¨¦lites, y una plantilla de 1.086 funcionarios ¨Dsu hom¨®loga M¨¦t¨¦o-France, 362,3 millones y 2.735 trabajadores¨D. El personal est¨¢ desplegado en la sede central, 17 delegaciones auton¨®micas y dos centros territoriales, el Centro de Investigaci¨®n de Iza?a (Tenerife), observatorios y todos los aeropuertos ¨Dun avi¨®n no puede despegar ni aterrizar sin un parte del tiempo actualizado media hora antes¨D.
Sus tres pilares son ¡°observaci¨®n ¨Dla mitad del personal¨D, predicci¨®n ¨D120 trabajadores que hacen desde el parte diario a los avisos, adem¨¢s de predicciones espec¨ªficas como las mar¨ªtimas y para sectores como las renovables¨D y climatolog¨ªa ¨Dinformes sobre el estado del clima, proyecciones de cambio clim¨¢tico y predicci¨®n estacional¨D¡±, describe Del Campo. Y el cerebro es Cirrus, un superordenador que multiplic¨® por 10 su capacidad de c¨¢lculo. Ejecuta modelos locales en dos horas ¨Dantes en seis¨D, cuesta 5.000 euros al d¨ªa, m¨¢s 6.000 al mes en luz, tiene tres a?os y se quedar¨¢ obsoleto en dos, seg¨²n su due?o, Javier M¨¦ndez R¨ªos. En su estreno, era el segundo m¨¢s potente del pa¨ªs, ahora, el cuarto.
Pero la casa, seg¨²n trabajadores que piden el anonimato, ¡°est¨¢ en los huesos y carece de estrategia de futuro¡±. ¡°Estamos perdiendo m¨²sculo, no se cumple la tasa de reposici¨®n, somos un tercio menos que a principios de la d¨¦cada pasada con las mismas tareas, pero m¨¢s desaf¨ªos: una mayor exigencia de precisi¨®n, requisitos m¨¢s exigentes con el Cielo ?nico Europeo y fen¨®menos extremos cada vez m¨¢s frecuentes¡±, lamenta Del Campo. Para Rey, ser¨ªan suficientes si se emprendiera ¡°una profunda transformaci¨®n digital para automatizar toda la observaci¨®n¡±. ¡°Pero no tenemos el personal cualificado¡±, asume.
Alejandro Piqueras, l¨ªder la Uni¨®n Sindical Obrera en Aemet, calcula en 300 los empleados que faltan y denuncia que esta carest¨ªa ¡°pone en riesgo la seguridad ciudadana¡±. La situaci¨®n es ¡°grave¡± en los aer¨®dromos: ¡°Estos servicios, de 24 horas los 365 d¨ªas, se realizan en ocasiones con la mitad de personal¡±. ¡°La edad media es de 51 a?os. El 21% podr¨¢ jubilarse en los pr¨®ximos cinco a?os y, seguramente, lo har¨¢¡±, describe el panorama de un personal cuyo ¡°40% cobra entre 1.300 y 1.400 euros¡±.
El Miteco asegura estar ¡°muy volcado¡± con la agencia y ser ¡°muy consciente¡± de sus carencias, que achacan al ¡°cerrojazo¡± de Mariano Rajoy. Una portavoz cifra en 427 las plazas creadas desde 2018 y eleva el presupuesto a 223 millones, sumando el Plan de Recuperaci¨®n, Transformaci¨®n y Resiliencia. ?Tiene el Gobierno, de seguir en el poder, planes para dotar mejor a la agencia? ¡°S¨ª. La mejora de los equipamientos, la digitalizaci¨®n y modernizaci¨®n, la ampliaci¨®n de la plantilla y el fortalecimiento de los programas internacionales y de investigaci¨®n son fundamentales¡±, responde Ribera, que prepara iniciativas para hacerla m¨¢s atractiva a los reci¨¦n licenciados.
Todas las fuentes coinciden en que se requiere m¨¢s investigaci¨®n del clima. ¡°Se necesitan m¨¢s recursos para hacer estudios de atribuci¨®n al cambio clim¨¢tico¡±, reclama Del Campo. Sus demandas parecen haber cuajado. ¡°El presidente de la agencia recibi¨® hace meses el encargo de poner en marcha una red de trabajo con equipos universitarios, centros de investigaci¨®n y Aemet, en breve tendremos su propuesta¡±, anuncia la vicepresidenta.
Parece que soplan nuevos y mejores vientos para Aemet. Bajo el auspicio del regeneracionismo, fue creada en 1887 como Instituto Central Meteorol¨®gico y, tras pasar la II Rep¨²blica, la guerra y la dictadura en manos del Ej¨¦rcito, fue renombrado Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa (INM) en 1978, para convertirse en agencia en 2008. ?ngel Rivera, que entr¨® en el 75 y estuvo al frente de predicci¨®n y de portavoz, es testigo clave del avance vertiginoso de la meteorolog¨ªa.
¡°Cuando empec¨¦ no hab¨ªa modelos, salvo un embri¨®n americano y otro ingl¨¦s muy pobrecitos, ten¨ªas que tirarte a la piscina. Con cuatro datos de observaci¨®n y aplicando las leyes de la f¨ªsica, dibuj¨¢bamos los mapas para las pr¨®ximas 24 horas, no lleg¨¢bamos a m¨¢s¡±, recuerda. ¡°Pero a principios de los setenta se puso en marcha el Centro Europeo [de Predicci¨®n a Plazo Medio, ECMWF por sus siglas en ingl¨¦s] y el Meteosat, los grandes hitos junto con los ordenadores¡±. El primero del INM fue el IBM 360. ¡°Empezamos a correr alg¨²n modelo sencillito y a confiar en el Centro Europeo, cuyas resoluciones ¨Dcapacidad para discriminar elementos atmosf¨¦ricos de menor o mayor tama?o¨D ten¨ªan seis veces menos detalle que en la actualidad¡±.
El giro fue ¡°copernicano¡±: modelos, supercomputadores y sat¨¦lites dieron pie a ¡°unas nuevas t¨¦cnicas de predicci¨®n que se usan ahora de una manera evolucionada¡± y que permiten pron¨®sticos fiables a 7-10 d¨ªas vista y predicciones estacionales. ¡°Entre los ochenta y los noventa se consolid¨® el ECMWF y se desplegaron nuevos sat¨¦lites y radares y el INM cre¨® un servicio para formar a los predictores. Tambi¨¦n los primeros planes de avisos parciales, hasta que nos dimos cuenta de la necesidad de un plan nacional¡±. As¨ª naci¨® en 2006 el actual Meteoalerta. Pactado con Protecci¨®n Civil, contempla avisos a tres d¨ªas vista que se revisan al menos dos veces al d¨ªa. Hay un proyecto para repensar el plan, que va m¨¢s lento de lo previsto porque ¡°hay m¨¢s agentes implicados¡±.
El reto a corto plazo es ¡°afinar con las tormentas¡±, que se les resisten por ¡°su reducido tama?o frente a una borrasca¡±, avanza el experto en supercomputaci¨®n aplicada a la meteorolog¨ªa Daniel Santos Mu?oz. El uso de un ¡°mayor n¨²mero de datos, mejores sensores y simulaciones r¨¢pidas, actualizadas muy frecuentemente y de alta resoluci¨®n, ayudar¨¢n a cuantificar mejor la probabilidad de que se produzcan en un lugar y momento concretos, as¨ª como su intensidad¡±. El aliado para ¡°detectar exactamente a d¨®nde apunta el francotirador¡± ser¨¢ la inteligencia artificial, que disparar¨¢ la capacidad de predicci¨®n. De momento, a la ciencia no se le puede pedir la vacuna contra el c¨¢ncer, ni tampoco que acierte si los 120 litros iban a caer en la capital o unas decenas de kil¨®metros al oeste, como pas¨®. Es ¡°imposible de predecir¡±.
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