Santiago Abascal felicita al candidato del PP por asumir los postulados de Vox y le pide ir m¨¢s all¨¢

¡°Nosotros quisi¨¦ramos ir mucho m¨¢s all¨¢, pero es un comienzo¡±. Con una frase que evocaba el m¨ªtico final del filme Casablanca, el l¨ªder de Vox, Santiago Abascal, ha instado al del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, a convertir el apoyo del partido ultra a su investidura en un pacto de ¡°colaboraci¨®n sin remilgos y sin complejos¡± entre las dos fuerzas de la derecha. Eso s¨ª, le ha exigido que ¡°tome distancia definitiva e inequ¨ªvoca¡± con quienes desde las filas populares critican a la formaci¨®n con la que gobiernan juntos en seis autonom¨ªas y unos 140 ayuntamientos.

El l¨ªder de Vox ha aprovechado su intervenci¨®n en el debate de investidura para saldar cuentas con el PP. Primero ha recordado, alegando que no las repetir¨ªa, las descalificaciones que dirigi¨® el Partido Popular a las dos mociones de censura que present¨® su grupo en la anterior legislatura, a las que tach¨® de in¨²tiles y contraproducentes. Luego, ha pasado revista uno a uno a los dirigentes del PP que han criticado a Vox, empezando por su portavoz, Borja S¨¦mper, aut¨¦ntica bestia negra de los ultras; y siguiendo por el vicesecretario general Esteban Gonz¨¢lez Pons o el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla. ¡°La obsesi¨®n por no depender de Vox les llev¨® al grav¨ªsimo error de alimentar en algunos casos y alentar en otros las campa?as de demonizaci¨®n¡± de su partido, se ha quejado Abascal.

Tras el memorial de agravios, el l¨ªder de Vox se ha felicitado de que Feij¨®o haya optado finalmente por romper ¡°el cord¨®n sanitario¡± a su formaci¨®n y haya asumido incluso algunas ideas que los ultras defend¨ªan hasta ahora en solitario, como la promesa de ¡°desterrar el adoctrinamiento¡± de la escuela (pese a que en la mayor¨ªa de las autonom¨ªas la educaci¨®n la gestiona el PP) y ¡°enfrentarse a la Agenda 2030 o, al menos, a sus aspectos m¨¢s lesivos¡± (aunque el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible ha sido asumido por la derecha democr¨¢tica europea). No satisfecho con ello, le ha pedido que vaya m¨¢s all¨¢ y extienda a las comunidades aut¨®nomas que el PP gobierna en solitario las medidas que ha aceptado donde tiene a Vox de socio, como la derogaci¨®n de las leyes de memoria hist¨®rica o la ense?anza en castellano, que los dos partidos han pactado en la Comunidad Valenciana o Baleares pero no se aplica en Galicia, seg¨²n ha subrayado. Tambi¨¦n le ha pedido que apoye la iniciativa de Vox para proscribir las lenguas cooficiales en el Senado, donde el PP tiene mayor¨ªa absoluta y se vienen empleando desde 2005.

Feij¨®o, ha intentado zafarse del abrazo del oso de su socio subrayando las diferencias entre ambos y asegurando que el PP, a diferencia del partido ultra, es europe¨ªsta y cree en el Estado de las autonom¨ªas, mientras que ha calificado a Vox de partido ¡°unitario¡±, evitando otros adjetivos menos amables para definir su ideolog¨ªa. Sin rechazar de plano la propuesta, ha alegado que si hay alguna c¨¢mara donde est¨¦ justificado el uso de las lenguas cooficiales es precisamente el Senado.

El candidato ha tenido que hacer encajes de bolillos para, de una parte, desmarcarse de Vox y, de otra, meter los votos de ambos partidos en el mismo saco y asegurar que las fuerzas de la derecha obtuvieron el 23 de julio 600.000 sufragios m¨¢s que la izquierda. En su r¨¦plica, ha aludido m¨¢s al anterior interviniente, el socialista ?scar Puente, que a su interlocutor, al que hubiera querido despachar con un agradecimiento protocolario por haberle regalado los 33 votos de sus diputados sin pedirle a cambio entrar en su hipot¨¦tico Gobierno.

O¨ªdos sordos

Abascal le ha dejado claro que, aunque no ha pedido ministerios de un Gobierno que no va a existir, su apoyo a Feij¨®o no es gratuito: le ha exigido que acepte a Vox como socio y haga o¨ªdos sordos a los cantos de sirena de quienes le aconsejan arrinconarlo para comerse su electorado. Ha dado por hecho que los dos partidos tienen el ¡°compromiso de trabajar juntos¡± para afrontar el desaf¨ªo separatista, pero es dif¨ªcil que Feij¨®o comulgue con la interpretaci¨®n que ha hecho Abascal de lo sucedido en 2017. En opini¨®n del l¨ªder ultra, el Gobierno de Mariano Rajoy no aplic¨® el art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n para salvaguardar la unidad de Espa?a, sino ¡°para proteger a los separatistas¡±, a los que ha recomendado tomar nota ¡°de la ira del pueblo espa?ol cuando se le traiciona¡±.