Vox espera recuperar votos ante la ¡°tibieza¡± del l¨ªder del PP frente al separatismo
Abascal compara la actitud de Feij¨®o con el ¡°desconcierto letal¡± de Rajoy ante el refer¨¦ndum ilegal del 1-O de 2017
La espantada de los 33 diputados de Vox cuando el portavoz del PP, Borja S¨¦mper, empez¨® a hablar en euskera el pasado martes en el Congreso ofreci¨® una imagen ins¨®lita. Nunca Santiago Abascal y los suyos hab¨ªan dado plant¨®n a un dirigente del partido con el que gobiernan en cinco comunidades aut¨®nomas y m¨¢s de un centenar de ayuntamientos. Pero, tras unos momentos de desconcierto, no tuvieron m¨¢s remedido que abandonar el hemiciclo: ya lo hab¨ªan hecho cuando el diputado socialista Jos¨¦ Ram¨®n G¨®mez Besteiro intervino desde la tribuna. No pod¨ªan discriminar al PP respecto al PSOE ni al euskera frente al gallego.
En los pasillos, el l¨ªder de Vox carg¨® contra S¨¦mper, al que acus¨® de ¡°llamarse canelo a s¨ª mismo¡± porque la v¨ªspera hab¨ªa dicho que su grupo no har¨ªa ¡°el canelo¡± en el debate para oficializar el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso. A continuaci¨®n, lanz¨® un torpedo contra el PP, anunciando la presentaci¨®n en el Senado de una propuesta para prohibir el catal¨¢n, el gallego y el euskera en la C¨¢mara alta, donde se vienen usando desde 2005, y con m¨¢s amplitud desde 2011, sin problemas. ¡°Espero que el PP la apoye¡±, apostill¨®, recordando que los populares tienen mayor¨ªa absoluta en el Senado. Una exigencia inaceptable para Feij¨®o que presum¨ªa de utilizar un ¡°biling¨¹ismo cordial¡± (castellano y gallego) en sus intervenciones como senador.
No ha sido ese el ¨²nico desencuentro de los dos partidos de la derecha en la ¨²ltima semana. El jueves, el PP vot¨® contra las enmiendas de Vox a la reforma del reglamento del Congreso, que pretend¨ªan obligar a los diputados a usar solo el castellano en sus escritos y discursos.
El conflicto se ha extendido hacia arriba y hacia abajo. Hacia abajo, en Baleares, donde el PP exige a los ultras que retiren su propuesta de que todas las administraciones hagan sus comunicaciones tambi¨¦n en castellano, bajo amenaza de multa. Es decir, lo mismo que en Catalu?a consideran una forma de coacci¨®n y en el Congreso un gasto innecesario. Pero a la inversa.
Hacia arriba, en Bruselas, donde el Grupo Popular rechaz¨® el martes por ¡°prematura¡± una petici¨®n de Vox para que la Comisi¨®n de Libertades Civiles del Parlamento Europeo debatiera la supuesta amenaza al Estado de derecho en Espa?a que supone la amnist¨ªa que Pedro S¨¢nchez estar¨ªa negociando con los independentistas. D¨ªas antes, Vox hab¨ªa criticado al PP por dialogar con Junts y permitir que formara grupo propio en la C¨¢mara alta sin tener senadores suficientes.
Feij¨®o intenta desmarcarse de sus socios ultras en la confrontaci¨®n por el modelo territorial, consciente de que la alternativa de Abascal es la demolici¨®n completa del Estado de las autonom¨ªas. Y los dirigentes de Vox no ocultan su ¡°decepci¨®n¡± por no haber sido invitados al acto contra la a¨²n hipot¨¦tica ley de amnist¨ªa que los populares celebran hoy en Madrid. Est¨¢n ¡°sorprendidos¡±, seg¨²n sus palabras, de que lo que inicialmente iba a ser una gran movilizaci¨®n se haya quedado al final en un mitin.
Abascal no aparecer¨¢ por un acto en el que sabe que no es bienvenido, pero viajar¨¢ el d¨ªa 8 de octubre a Barcelona para participar en la manifestaci¨®n que, con el mismo motivo, ha convocado Societat Civil Catalana (SOC), la asociaci¨®n que promovi¨® en Catalu?a las manifestaciones contra el proc¨¦s. Vox planea volcarse en esta convocatoria y exhibir su m¨²sculo movilizador frente a un Feij¨®o que no se decide a encabezar la protesta callejera y a¨²n deshoja la margarita de si acudir o no a Barcelona. Los populares ¡°est¨¢n inmersos en un mar de incoherencias que nos impiden comprender cu¨¢l es su postura¡±, se queja la nueva portavoz del grupo ultra en el Congreso, Pepa Mill¨¢n.
En privado, algunos dirigentes de Vox se frotan las manos ante lo que califican como ¡°tibieza¡± de Feij¨®o ante la ¡°traici¨®n¡± del PSOE frente a las exigencias nacionalistas. A fin de cuentas, el partido ultra naci¨® del desencanto de un grupo de dirigentes populares, como Alejo Vidal-Quadras y el propio Abascal, contra la actitud seg¨²n ellos pusil¨¢nime del Gobierno de Mariano Rajoy ante el ¨®rdago del nacionalismo catal¨¢n. ¡°El PP [sigue] todav¨ªa sin darse cuenta del desaf¨ªo, como si hubiera vuelto al desconcierto letal del 2017¡å, ha escrito estos d¨ªas Abascal, comparando a Feij¨®o con Rajoy y evocando el refer¨¦ndum ilegal del 1-O.
Los resultados de las elecciones del 23-J dejaron a Vox en shock. La formaci¨®n ultra no solo no consigui¨® los esca?os necesarios para completar una mayor¨ªa de derechas, como esperaba, sino que perdi¨® 19 de los 52 esca?os que ten¨ªa. La inesperada dimisi¨®n de su portavoz en el Congreso, Iv¨¢n Espinosa de los Monteros, tras un rosario de ceses o dimisiones de los representantes del sector ultraliberal del partido, sumi¨® a Vox en una crisis depresiva. Incluso se empez¨® a rumorear una posible retirada de Abascal.
Sin embargo, el retorno del expresident Carles Puigdemont a la primera l¨ªnea pol¨ªtica parece haber servido como un revulsivo. El discurso tradicional de Vox, que alerta sobre el riesgo de ruptura de la unidad de Espa?a, se ha convertido en leitmotiv de toda la derecha, pero ning¨²n partido lo entona con tanta convicci¨®n. La nueva legislatura ha comenzado con la pol¨¦mica de las lenguas y avanzar¨¢, si lo hace, discutiendo la amnist¨ªa y la autodeterminaci¨®n, siempre en el terreno de juego en el que m¨¢s c¨®modo est¨¢ Vox.
Fuentes del partido no ocultan que la actitud dubitativa de Feij¨®o deja el campo libre a Abascal para recuperar parte del electorado que le rob¨® el PP en las ¨²ltimas elecciones. El pesimismo se ha tornado en optimismo y las bases de Vox parecen haberse olvidado ya de Espinosa de los Monteros. Tras los recelos que provoc¨® su nombramiento por su falta de experiencia, las bases de Vox jaleaban esta semana a su sucesora, Pepa Mill¨¢n, por la burla que hizo en el Congreso del diputado de la Chunta Aragonesista Jorge Pueyo, quien denunci¨® la represi¨®n de la lengua aragonesa.
Pese a sus roces, Abascal votar¨¢ el mi¨¦rcoles a favor de la candidatura de Feij¨®o, pero solo despu¨¦s de haberle advertido que ¡°tiene que enfrentar la realidad¡±, que no va a ser presidente del Gobierno y que ¡°su investidura no tiene otro sentido que el de visibilizar el ataque a la naci¨®n y a la convivencia¡± por parte del PSOE y sus socios.
Frente a lo que pretende el PP, la movilizaci¨®n en la calle no est¨¢ al servicio de la investidura de Feij¨®o, sino al rev¨¦s.
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