La desesperada b¨²squeda de un hijo que tom¨® una patera y acab¨® convertido en cenizas: ¡°?Por qu¨¦ corrieron para incinerarle?¡±
Una familia argelina descubre incr¨¦dula c¨®mo su primog¨¦nito, un joven musulm¨¢n que muri¨® intentando llegar a Almer¨ªa, ha sido cremado. La cadena de errores que llev¨® a la cremaci¨®n atenta contra la libertad religiosa, garantizada por la Constituci¨®n
Desde el 3 de enero del a?o pasado, nada es igual en casa de los Bouzefrane. Esta familia argelina vio partir a su hijo Hakim en una patera en busca de trabajo, pero, desde que se march¨®, su viaje y su destino han sido un misterio. El mar se trag¨® su barca, su m¨®vil dej¨® de dar se?al y la angustia pas¨® a dominar la rutina de esta humilde familia, hasta que, casi dos semanas despu¨¦s de su marcha, las olas arrojaron un cad¨¢ver en una playa de Almer¨ªa. El rostro de aquel hombre en estado de descomposici¨®n apenas era reconocible, pero un anillo, una chaqueta de cuero y sus zapatillas daban las primeras pistas: podr¨ªa ser Hakim.
La obsesi¨®n por el paradero de su hijo ha mantenido vivos a sus padres, un electricista y una ama de casa sexagenarios. Pero el desgaste para conseguir respuestas y lo que han descubierto les ha sumido en la rabia y la tristeza. La Interpol, seg¨²n el documento al que ha tenido acceso EL PA?S, les ha confirmado que aquel cad¨¢ver era el de su hijo. Y un segundo escrito les termin¨® de romper. Al dolor de la p¨¦rdida de su primog¨¦nito, se sumaba algo impensable para ellos: el cad¨¢ver fue incinerado antes incluso de ser identificado.
La cremaci¨®n del cuerpo de su hijo no solo atenta contra su fe ¡ªla incineraci¨®n est¨¢ prohibida en el Islam¡ª, sino que les ha dejado sin el ¨²nico consuelo al que pueden agarrarse las miles de familias que pierden a sus seres queridos en pa¨ªses lejanos en su intento de emigrar: repatriar el cuerpo. A los Bouzefrane solo les queda ahora una peque?a bolsa llena de cenizas, que ni siquiera tienen. A¨²n les queda un tortuoso camino burocr¨¢tico para llev¨¢rsela a casa. ¡°Todav¨ªa estoy en shock¡±, dice la madre desde Or¨¢n. ¡°?Por qu¨¦ han tenido tanta prisa para quemar a mi hijo?¡±.
El cad¨¢ver de Hakim fue cremado el 24 de enero de 2023, un a?o despu¨¦s de su hallazgo. ¡°Ha sido una cadena de errores, desde el juzgado a la funeraria¡±, mantiene la abogada Patricia Fern¨¢ndez Vicens, que ha asumido el caso. En sus escritos, el Juzgado de Instrucci¨®n N¨²mero 4 de Roquetas de Mar autoriza, en un primer momento, la inhumaci¨®n, pero en sucesivos documentos, no queda claro si por error, acaba incluyendo el t¨¦rmino ¡°licencia de incineraci¨®n¡±. La funeraria San Jos¨¦ de Almer¨ªa, donde se guardan todav¨ªa las cenizas, niega cualquier responsabilidad. ¡°Ten¨ªamos la autorizaci¨®n del juzgado para incinerarlo¡±, zanjan hartos del caso.
La ambig¨¹edad de los escritos judiciales llevaron el cuerpo de Hakim al crematorio, a pesar de la cantidad de indicios que se?alaban que la v¨ªctima era un inmigrante de Argelia, un pa¨ªs donde el 90% de sus habitantes son musulmanes. No se tuvo en cuenta que el Islam, como el catolicismo hasta los a?os sesenta, rechaza la cremaci¨®n de sus muertos. ¡°Es una decisi¨®n que yo no habr¨ªa tomado¡±, explican fuentes judiciales conocedoras del caso.
Hakim ten¨ªa 26 a?os y era una persona cari?osa y sencilla, cuentan sus padres. Ayudaba a la gente, a veces, regalaba su ropa a personas que la necesitaban. ¡°Si alguien le ped¨ªa algo, se lo daba sin pensarlo¡±, recuerda su madre. El joven acababa de casarse, pero a¨²n viv¨ªa en la casa familiar. Trabajaba con su padre como electricista, pero decidi¨® que en Europa podr¨ªa aspirar a un futuro m¨¢s pr¨®spero.
¡ªMe voy, reza por m¨ª, le dijo a su padre antes de partir.
¡ª?Quieres hablar con tu madre?
¡ªNo, porque va a llorar y a intentar convencerme de que no me vaya.
La madre no ha dejado de llorar desde entonces. ¡°Nuestra vida cambi¨® por completo. Puedes escribir sobre nuestro dolor como quieras porque todo ser¨¢ cierto. Recuerdo a mi hijo cada ma?ana, cada tarde. Desde que se fue, hemos perdido el placer por la vida¡±, lamenta la mujer al tel¨¦fono. ¡°Hemos tocado todas las puertas y al final lo hemos encontrado, pero ni siquiera tenemos un cad¨¢ver¡±.
El padre, Abd Al Kareem Bouzefrane, viaj¨® a Almer¨ªa el mes pasado con la esperanza de llevarse los restos de su hijo y entender qu¨¦ hab¨ªa pasado. No consigui¨® ni una cosa ni la otra. Logr¨® ver el expediente del caso, las fotos en blanco y negro del cad¨¢ver y las pertenencias de su hijo. Cree que es ¨¦l, pero no est¨¢ seguro. El de Hakim es un caso a¨²n m¨¢s complejo de lo habitual. Tras la autopsia del cad¨¢ver, lo habitual es que se tomen muestras de ADN que puedan remitirse al pa¨ªs de origen para que se cotejen con las de sus familiares de primer grado, pero Hakim es adoptado, as¨ª que ese cruce nunca dar¨¢ resultado. La Interpol, sin embargo, con los indicios que constan en el expediente, s¨ª ha dado por hecho que es ¨¦l. Bouzefrane padre, por si acaso, entreg¨® al juzgado un mech¨®n de pelo de su hijo para que la jueza pueda compararlas con las muestras que se tomaron antes de incinerarle. La magistrada mostr¨® sus dudas de que ese mech¨®n, que no ha seguido ninguna cadena de custodia, pueda ser v¨¢lido para la identificaci¨®n.
La incineraci¨®n de Hakim es un caso raro en Espa?a, el primero del que han tenido conocimiento las ONG dedicadas a asistir a las familias de los desaparecidos. ¡°Es sorprendente¡±, mantiene Miguel Rodr¨ªguez Blanco, catedr¨¢tico de Derecho Eclesi¨¢stico del Estado en la Universidad de Alcal¨¢. ¡°Tratar a los fallecidos con base en sus creencias es un principio constitucional muy asentado en Espa?a, pero aqu¨ª hubo falta de cuidado, de diligencia porque podr¨ªa haberse encontrado una opci¨®n menos irreversible¡±, opina el experto. ¡°Para la familia musulmana esto era un atentado grav¨ªsimo¡±.
Un sistema paralelo
Pero la historia de Hakim, una vez m¨¢s, ha puesto de manifiesto la odisea que supone para cualquier familia extranjera dar con un pariente desaparecido en su ruta migratoria hacia Espa?a.
La ausencia de canales oficiales y sencillos ha facilitado a lo largo de estos a?os la aparici¨®n de todo tipo de intermediarios. Algunos con inter¨¦s leg¨ªtimo y altruista, otros atra¨ªdos por el negocio de la desesperaci¨®n. La informaci¨®n sobre la llegada de una patera, el hallazgo de un cad¨¢ver o la ropa que llevaba es oro que estos intermediarios exploran informalmente a trav¨¦s de sus contactos en las fuerzas de seguridad, juzgados o funerarias. Es ya un sistema paralelo ¡ªy susceptible al enga?o¡ª que no para de crecer.
Solo en el caso de Hakim, dos asociaciones se interesaron a trav¨¦s de canales no oficiales por la identidad del cuerpo a petici¨®n de la familia. A una de ellas, la jueza, directamente, solicit¨® que dejase de comunicarse con el juzgado. Ninguna de estas organizaciones, denuncian los padres de Hakim, les inform¨® de que la manera m¨¢s f¨¢cil de identificar a Hakim y recuperar sus restos era dando un poder a un abogado y a un procurador que intermediase por ellos. Tampoco esta era una tarea sencilla para ellos, que no hablan espa?ol ni conoc¨ªan a ning¨²n letrado en Espa?a, pero es la que les ha dado m¨¢s resultado en menos tiempo.
El caso, a pesar de que ya han pasado casi dos a?os desde el hallazgo del cad¨¢ver, sigue abierto. La jueza ha pedido ahora que la Interpol compare huellas dactilares del cad¨¢ver con las registradas en los archivos de las autoridades argelinas y ha pedido aclaraciones sobre c¨®mo lleg¨® a la conclusi¨®n ¡°indubitada¡± de que el cuerpo es el de Hakim. Es el ¨²ltimo paso para cerrar, por fin, este expediente que ya acumula un centenar de p¨¢ginas. Es el ¨²nico hilo al que se agarran los Bouzefrane, que rezan para que se hayan equivocado.
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