Los bomberos gallegos se plantan: ¡°Nuestro trabajo es temerario cada d¨ªa¡±
Agentes locales y comarcales denuncian precariedad y falta de medios. Los que atienden la mayor parte de municipios est¨¢n en huelga para exigir una equiparaci¨®n salarial con los de las ciudades
En Galicia, cada bombero es una historia. El servicio de emergencias y salvamento carece de una normativa marco que lo regule y los 900 bomberos que apagan los incendios no forestales dependen de distintas administraciones. En las siete principales ciudades, son los ayuntamientos quienes lo prestan, y en los 24 parques comarcales que atienden el resto de municipios, son la Xunta y las diputaciones quienes integran los consorcios que los gestionan. El gremio vive un momento de tensi¨®n m¨¢xima y este lunes una protesta en Ourense de los bomberos comarcales acab¨® con un herido y destrozos en el edificio de la instituci¨®n provincial. Estos trabajadores denuncian que su situaci¨®n de precariedad, con un n¨²mero de efectivos bajo m¨ªnimos, pone en riesgo cada actuaci¨®n. Adem¨¢s, es profundo el descontento por las discriminaciones salariales. El 17 de noviembre han convocado una manifestaci¨®n en Santiago en la que se espera que participen tanto bomberos comarcales como locales, para reclamar la unificaci¨®n salarial y un plan de prevenci¨®n auton¨®mico que tambi¨¦n afronte la emergencia clim¨¢tica. ¡°Nuestro trabajo es temerario cada d¨ªa¡±, afirma Miguel Ucl¨¦s, portavoz de la plataforma de bomberos p¨²blicos de Galicia.
Los 490 bomberos comarcales de Galicia est¨¢n muy lejos de cumplir las ratios en salarios y medios que tienen sus compa?eros de las grandes ciudades. Reclaman una ampliaci¨®n de todas las plantillas (la mayor¨ªa no cumplen los est¨¢ndares europeos de cinco efectivos por turno) y exigen pol¨ªticas de prevenci¨®n. Unidos por estas demandas y tras fracasar la mesa de negociaci¨®n sindical con la Xunta, arrancaron en junio pasado una huelga indefinida que ha dejado bajo m¨ªnimos los parques comarcales.
Desde entonces, estos profesionales se han plantado y ya no hacen horas extra, una jornada ampliada que permit¨ªa seguir dando servicio y enmascarar la falta de medios. La protesta ha provocado el cierre de parques en 350 ocasiones y ha puesto en vilo su funcionamiento en todo el territorio gallego. ¡°Hay mucha frustraci¨®n porque estamos trabajando m¨¢s, pero en condiciones de seguridad mucho peores por un sueldo de 1.200 euros frente a los 1.800 de los bomberos locales¡±, afirma el cabo Jos¨¦ Luis Pareja, jefe de la dotaci¨®n de Ordes (A Coru?a) y portavoz intersindical de los bomberos comarcales.
Los parques comarcales han transitado desde la pasada d¨¦cada de la gesti¨®n privada a la p¨²blica. Cuando Europa marc¨® un m¨ªnimo de servicios contraincendios, una exigencia que se transform¨® en obligatoria en 1985 con la ley de administraciones locales, las competencias se transfirieron a los ayuntamientos con mayor poblaci¨®n, y en Galicia el resto quedaron en manos de diferentes empresas adjudicatarias supervisadas por consorcios integrados por la Xunta y las diputaciones. A esta amalgama de competencias hay que a?adir que algunos municipios cuentan con la intervenci¨®n de los GES (Grupo de Emergencias Supramunicipal), un sistema integrado de protecci¨®n civil y bomberos no profesionales para primeros auxilios.
La Ley de Emergencias de 2007 dio una moratoria de tres a?os para que la Xunta homologara las condiciones en todos los parques, pero no se hizo. ¡°El experimento de privatizar el servicio fracas¨® completamente y nosotros siempre defendimos que con el mismo presupuesto se pod¨ªan dar m¨¢s prestaciones en personal y medios porque las empresas privadas buscan su rentabilidad. Solo por cada una de nuestras n¨®minas se facturaba el 21% de IVA¡±, explica Parejo.
En 2011 se agruparon los trabajadores de los parques y naci¨® la mesa intersindical de bomberos para promover un modelo p¨²blico unitario para los cuatro consorcios, uno por cada provincia, con un nuevo convenio colectivo y la promesa de que pasar¨ªan a ser funcionarios. Con el tiempo las reclamaciones se han visto en parte avaladas por una sentencia del Tribunal Supremo del pasado a?o por la que todos los trabajadores pasar¨¢n a ser personal laboral fijo, sin superar ninguna prueba de selecci¨®n, aunque esta aplicaci¨®n no se ha producido, como tampoco se han revisado los servicios m¨ªnimos ni el calendario laboral. ¡°Cada bombero gallego realiza 1.800 horas anuales en lugar de las 1.642 que se le exige al personal p¨²blico, y el plus de peligrosidad de un administrativo es m¨¢s alto que el nuestro, por eso es razonable que estemos quemados¡±, ironiza Pareja.
A la espera de que la mesa de negociaci¨®n se reactive por parte de la Administraci¨®n, la asamblea de bomberos comarcales de Galicia ha convocado concentraciones, una por cada diputaci¨®n provincial y otra prevista en Santiago ante la Xunta. ¡°Despu¨¦s de m¨¢s de cuatro meses de huelga auton¨®mica, 350 cierres de parques, servicios m¨ªnimos por debajo de la normativa establecida y poniendo en riesgo a los bomberos y ciudadanos, esta situaci¨®n no es suficiente para que la clase pol¨ªtica se siente con los trabajadores y les d¨¦ soluciones a unos problemas que ellos mismos generaron y que ahora o no quieren o no saben resolver¡±, han argumentado desde la asamblea intersindical.
La chispa del incendio mortal en Vigo
El incendio que acab¨® con cuatro muertos y nueve heridos en un edificio en Vigo el 11 de octubre ha dado la ¨²ltima radiograf¨ªa de la situaci¨®n al que se enfrentan los bomberos profesionales ante una actuaci¨®n de m¨¢ximo nivel de alerta. ¡°Sabemos que vamos a la guerra por la elevada exposici¨®n t¨®xica y que podemos colapsar, entonces alguien tiene que hacer el relevo¡±, comenta Miguel Ucl¨¦s, de 51 a?os y 35 a?os de experiencia que particip¨® en la extinci¨®n. Adem¨¢s de la falta de efectivos, Ucl¨¦s, que habla como portavoz de la plataforma de bomberos p¨²blicos, afirma que ¡°este siniestro era una cat¨¢strofe anunciada¡±, aunque la investigaci¨®n confirma que la causa fue fortuita.
En el momento de declararse el fuego, el cuerpo de bomberos de Vigo, la ciudad m¨¢s grande de Galicia, incumpl¨ªa los servicios m¨ªnimos y ten¨ªa tres funcionarios menos. ¡°Desde 2021, hay advertencias de que el edificio representaba un absoluto riesgo, la ¨²ltima el 15 de septiembre¡±, denuncia Ucl¨¦s. ¡°Ante la falta de personal, se reclutan voluntarios, y para un veh¨ªculo de un mill¨®n de euros, exclusivo en Espa?a, solo disponemos de tres conductores¡±, ironiza. ¡°Es una situaci¨®n clamorosa que exige un plan de prevenci¨®n y de emergencia clim¨¢tica urgentemente, pero no hay intenci¨®n pol¨ªtica de mejorar para preservar la vida¡±, lamenta este portavoz.
Otro ejemplo paradigm¨¢tico de la precariedad laboral tambi¨¦n ha quedado en la retina de los bomberos de Pontevedra. La Nochebuena de 2022, un autob¨²s que hac¨ªa la l¨ªnea regular Lugo-Vigo cay¨® al r¨ªo L¨¦rez, causando siete v¨ªctimas mortales y con solo dos supervivientes. La primera intervenci¨®n la realizaron dos efectivos: un mando y un conductor procedentes del parque m¨¢s cercano, el de Deza-Tabeir¨®s.
En medio de un temporal de lluvia y viento, y en plena noche, el cabo descendi¨® 40 metros con la ayuda del conductor hasta el autob¨²s que hab¨ªa quedado encallado en el cauce del r¨ªo, resistiendo al fuerte caudal que arrastraba. Logr¨® rescatar con vida al conductor y una pasajera, los ¨²nicos ocupantes que permanec¨ªan dentro, porque el resto hab¨ªan sido desplazados por la corriente, pero el agente entr¨® en hipotermia. Despu¨¦s de varias horas trabajando contra reloj en un autocar pr¨¢cticamente inundado, tuvo que suspender el operativo hasta que llegaron refuerzos.
¡°Esto es algo habitual, la actuaci¨®n de binomios en cada intervenci¨®n, sin medios para garantizar un rescate y sin posibilidad de que te rescaten a ti¡±, lamenta Marcos Acu?a, delegado sindical de Pontevedra. ¡°Hay guardias que trabajamos por debajo de los m¨ªnimos y hacemos funciones que no nos corresponden por rango, porque no puedes hacer de cabo si no lo eres, dirigir el equipo y tomar decisiones que pueden tener repercusiones de tipo penal y por las que solo t¨² vas a responder ante un juez¡±, subraya.
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