El asesino de Arturo Ruiz asegura que trabaj¨® para la Guardia Civil en la guerra sucia contra ETA

Jos¨¦ Ignacio Fern¨¢ndez Guaza, el fugitivo ultra localizado por EL PA?S en Buenos Aires (Argentina) tras a?os huido de Espa?a por haber cometido el asesinato del estudiante de 19 a?os Arturo Ruiz en 1977, arrastra un pasado conectado a la guerra sucia contra ETA. El pistolero indic¨® a este diario que form¨® parte de un comando que mat¨® supuestamente a miembros de la banda terrorista en el sur de Francia a mediados de los setenta. Su grupo, seg¨²n relat¨®, estaba formado por 15 civiles con entrenamiento militar, trabajaba para la Guardia Civil y cobraba de los fondos reservados.

Fern¨¢ndez Guaza sostiene que sus v¨ªctimas, cuya identidad elude desvelar, pertenec¨ªan ¡°a la m¨¢xima jerarqu¨ªa¡± de la organizaci¨®n terrorista vasca. El sumario del caso de Arturo Ruiz contiene testimonios e indicios que relacionan a este pistolero con la Guardia Civil y la guerra sucia contra ETA.

Las acciones del grupo al que perteneci¨® el ultra se desarrollaron ¨Cseg¨²n el pr¨®fugo- en colaboraci¨®n con la polic¨ªa gala. Y coinciden en el tiempo con la campa?a de colocaci¨®n de bombas y ataques de grupos de extrema derecha contra ETA tras el atentado mortal de la banda contra el expresidente del Gobierno Luis Carrero Blanco en 1973.

¡ª Cruz¨¢bamos la frontera [entre Espa?a y Francia] para buscar informaci¨®n y, tambi¨¦n, para agarrar a alg¨²n muchacho de ETA. [¡­] Yo siempre cobr¨¦ muy bien. Soy muy bueno en mi trabajo. [¡­] Nos pagaban en efectivo.

Armados con pistolas ametralladoras Ingram, la milicia ultra, seg¨²n el fugitivo, se alojaba en pisos francos, donde permanec¨ªa hasta dos meses. El grupo mataba a sus v¨ªctimas a bocajarro.

¡ª La Direcci¨®n General de Seguridad sab¨ªa qu¨¦ pasaba. [¡­] Ten¨ªamos carta blanca. [¡­] Nos acerc¨¢bamos y mat¨¢bamos como ellos. Nada de con un rifle con mira telesc¨®pica. [¡­] Tambi¨¦n destruimos su aparato econ¨®mico. Les volamos restaurantes y negocios. Tocamos donde m¨¢s les dol¨ªa, la plata.

Los cuarteles de la Guardia Civil de Gernika (Bizkaia) y Bilbao actuaban, prosigue este septuagenario, como base de una organizaci¨®n que trabajaba coordinada con los servicios secretos franceses.

¨D Gernika, Bilbao, Lekeitio (Bizkaia). Eran nuestras casas.

El enigma del DNI

El hombre que mat¨® a Arturo Ruiz carece de DNI en las bases de datos policiales espa?olas, pese a que sobre ¨¦l pesaron ¨®rdenes internacionales de busca y captura, ya expiradas, seg¨²n ha comprobado EL PA?S. Un gesto que el ultra agradece a sus benefactores.

¨D Fue gente que se preocup¨® de m¨ª. Me dijeron: ¡°Vamos a hacerle desaparecer¡±. Yo nunca exist¨ª.

Una fuente policial justifica que el asesino no tenga DNI en el contexto del manto protector que ampar¨® a los comandos de extrema derecha que colaboraron en la guerra sucia. ¡°Es muy grave e ins¨®lito. Hace cuatro d¨¦cadas, antes de la digitalizaci¨®n, pod¨ªa ser m¨¢s f¨¢cil ocultar informaci¨®n. Solo un reducido grupo de funcionarios acced¨ªa a los datos¡±, a?ade un inspector de la Polic¨ªa Nacional.

Fern¨¢ndez Guaza se esfum¨® de Espa?a en enero de 1977, tras descerrajarle dos tiros al estudiante de bachillerato Arturo Ruiz en una manifestaci¨®n por la amnist¨ªa de los presos pol¨ªticos en el coraz¨®n de Madrid. Sucedi¨® la v¨ªspera de la matanza de los abogados laboralistas de Atocha. Cuatro letrados y un trabajador de un bufete de Madrid vinculado a Comisiones Obreras y al Partido Comunista murieron en este atentado de extrema derecha, que inaugur¨® una semana en la que grup¨²sculos fascistas maniobraron para dinamitar la democracia.

La huida permiti¨® al pistolero esquivar el juicio, la prisi¨®n y una condena segura y se fragu¨® mediante un viaje de Ir¨²n (Gipuzkoa) a Par¨ªs en coche con un pasaporte falso elaborado por los ¡°servicios de seguridad espa?oles¡±, seg¨²n Fern¨¢ndez Guaza. El ultra permaneci¨® un a?o escondido en un peque?o apartamento de la capital francesa.

¨D Me march¨¦ de Par¨ªs porque ETA iba detr¨¢s de m¨ª.

Tras abandonar Francia, el pistolero residi¨® un a?o en Buenos Aires y, posteriormente, en Ingeniero Maschwitz, un municipio de 15.000 habitantes a 45 kil¨®metros de la capital argentina, donde adquiri¨® una casa a nombre de uno de sus tres hijos.

El sumario del caso Arturo Ruiz, de casi 800 folios, recoge cuatro testimonios que apuntan a la relaci¨®n del ultra con la Guardia Civil y la guerra sucia. La que fuera durante siete a?os su pareja, C. Chac¨®n, declar¨® a los instructores en 1977 que era habitual ver armas en su casa de la madrile?a calle de L¨®pez de Hoyos porque su novio ¡°trabajaba para los servicios de la Guardia Civil y la Polic¨ªa¡±. A?adi¨® que el asesino era socio de un club de tiro ol¨ªmpico de Madrid y que ten¨ªa una espingarda [arma parecida a un fusil, pero de ca?¨®n m¨¢s largo], una pistola y munici¨®n. Y detall¨® que Fern¨¢ndez Guaza se ausentaba ¡°con frecuencia¡± del domicilio sin desvelar su destino. ¡°En una ocasi¨®n, me dijo que iba al norte¡±, record¨® Chac¨®n.

La exnovia del pr¨®fugo precis¨®, adem¨¢s, que un d¨ªa despu¨¦s del asesinato del estudiante, Fern¨¢ndez Guaza le llam¨® para pedirle que enviara un giro de 15.000 pesetas (90 euros) al guardia civil del cuartel de Gernika J. Garc¨ªa Cabrera. La investigaci¨®n nunca determin¨® a qu¨¦ respondi¨® el pago. El agente confirm¨® esta informaci¨®n a la Polic¨ªa y precis¨® que manten¨ªa una ¡°relaci¨®n de confianza¡± con el ultra, al que hab¨ªa conocido en 1975 durante una misa en Bilbao en honor a un compa?ero que falleci¨® en un atentado.

M. R. Fern¨¢ndez, hermana del pr¨®fugo, confes¨® a la Polic¨ªa que custodiaba una maleta de su familiar con decenas de cartuchos del calibre 9 mil¨ªmetros Parabellum. Se trata de munici¨®n empleada en la mayor¨ªa de los atentados perpetrados por la extrema derecha contra ETA.

El ultra J. Serrano Rodr¨ªguez de Verges declar¨® a los instructores que una vez viaj¨® a Bilbao con Fern¨¢ndez Guaza, al que hab¨ªa conocido en un acto del partido de extrema derecha Fuerza Nueva. Enmarc¨® el trayecto en una misi¨®n para ¡°neutralizar las acciones de ETA¡±.

La investigaci¨®n judicial concluy¨® con la condena de Jorge Cesarsky, un argentino vinculado a la Triple A que fue sentenciado a seis a?os de prisi¨®n por terrorismo y tenencia il¨ªcita de armas y que solo cumpli¨® un a?o de c¨¢rcel por portar la pistola homicida. Fern¨¢ndez Guaza, que nunca se sent¨® en el banquillo, ha vivido con impunidad 46 a?os.

El fugitivo reconoce su amistad con Juan Antonio Gonz¨¢lez Pacheco, Billy el Ni?o, el polic¨ªa de la Brigada Pol¨ªtico Social acusado de torturas por decenas de represaliados de la Dictadura que muri¨® en 2020.

Seg¨²n se?ala a este diario un mercenario de los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberaci¨®n), la organizaci¨®n parapolicial que entre 1983 y 1987 asesin¨® a 27 etarras, la mayor¨ªa de comandos de extrema derecha vinculados a la guerra sucia manten¨ªan ¡°fuertes lazos¡± con la Brigada Pol¨ªtico Social y la Guardia Civil.

La venganza es el argumento que esgrime Fern¨¢ndez Guaza para justificar su labor para las cloacas del Estado.

¨D Mi padre era militar y muy amigo de [Luis] Carrero Blanco. ?Qu¨¦ culpa ten¨ªa el ch¨®fer del expresidente del Gobierno que muri¨® en el atentado? Ustedes no estuvieron cuando colocaron la bomba en la calle del Correo de Madrid [atentado de ETA en 1974 que caus¨® 12 muertos y 71 heridos, que fue considerado la primera matanza masiva de civiles de la banda]. Est¨¢ dentro de la ley humana. Ojo por ojo, diente por diente. Es muy feo cuando se te presenta una madre en un funeral y te dice: ?por qu¨¦ han matado a mi hijo?

El pistolero no se ha arrepentido del asesinato de Ruiz y presume de conservar a buen recaudo pruebas de su vidrioso relato.

¨D Tengo 76 a?os, pero una cabeza como una CPU.

Tras la muerte de Francisco Franco, en 1975, el terrorismo de extrema derecha oper¨® bajo distintas siglas. El Batall¨®n Vasco Espa?ol (BVE), la Alianza Apost¨®lica Anticomunista (Triple A) y los Grupos Armados Espa?oles (GAE) fueron sus organizaciones m¨¢s activas. Con objeto de cortocircuitar la Transici¨®n y responder a ETA, las milicias parapoliciales perpetraron 60 asesinatos entre 1975 y 1982, seg¨²n el estudio El Terrorismo en Espa?a (Ministerio del Interior).

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