Pedro S¨¢nchez y las mayor¨ªas inseguras
El ¡®Help Spain¡¯, en la pantalla detr¨¢s del l¨ªder del PP en un encuentro con corresponsales, parece algo sobreactuado
?Por fin! Pedro S¨¢nchez forma su segundo Gobierno en minor¨ªa con los socialistas y Sumar. Tambi¨¦n recibe el apoyo de la parte de los separatistas catalanes liderados por Carles Puigdemont. El precio: una amnist¨ªa.
Seamos sinceros, esta noticia causar¨¢ m¨¢s alivio que preocupaci¨®n en las capitales europeas. El Help Spain en la pantalla detr¨¢s del l¨ªder del Partido Popular en un encuentro con corresponsales parece algo sobreactuado. La alternativa, otro Gobierno con la ultraderecha en el poder, era un fantasma que acechaba a Europa. Una amnist¨ªa como precio puede parecer problem¨¢tica, pero todo apunta a que si, a cambio, los europeos ya no tienen que lidiar con una nueva declaraci¨®n unilateral de independencia, aceptar¨¢n de buen grado ese gesto generoso.
La gesti¨®n del Gobierno de Rajoy de la cuesti¨®n catalana provocaba mucha incomprensi¨®n en Europa. Los juristas europeos siguen hasta hoy sin saber c¨®mo tratar el proc¨¦s, lo demuestran las peticiones espa?olas de extradici¨®n. En aquellos a?os pregunt¨¦ a juristas alemanes: ?c¨®mo se tratar¨ªa un caso similar all¨ª? La respuesta poco ¨²til: ¡°Esto no est¨¢ previsto¡±.
Hechos ins¨®litos requieren respuestas extraordinarias. El refer¨¦ndum de independencia fue sin duda ilegal e ins¨®lito, del mismo modo que la amnist¨ªa es una respuesta fuera de la norma en un Estado de derecho, pero no fuera de su marco constitucional. Esta ser¨¢, creo, la interpretaci¨®n en muchas capitales europeas.
Es normal que una cuesti¨®n as¨ª provoque opiniones diferentes, pero la enorme teatralizaci¨®n de gestos y palabras hace imposible un debate sosegado. El clima pol¨ªtico tan envenenado es un problema para este pa¨ªs desde hace mucho tiempo. Una y otra vez las redacciones alemanas me preguntan por qu¨¦ los dos grandes partidos espa?oles son tan hostiles entre s¨ª, por qu¨¦ una gran coalici¨®n parece tan impensable.
En este joven siglo hemos tenido ya tres grandes coaliciones en Alemania. No creo que hayan sido tan positivas como muchos de mis amigos espa?oles dicen. Tampoco creo que ese formato sea una soluci¨®n para Espa?a. Los alemanes tememos mayor¨ªas menos seguras porque nos recuerdan a la Rep¨²blica de Weimar.
Por lo contrario, creo que los europeos podemos aprender algo de S¨¢nchez. ?l ha entendido que en los parlamentos de representaci¨®n proporcional ya no habr¨¢ mayor¨ªas tan claras. Quien busca una mayor¨ªa tiene que alejarse m¨¢s de sus propias posiciones y acercarse m¨¢s a los otros. S¨¢nchez se ha convertido en un maestro a la hora de equilibrar los intereses contradictorios de diversos actores. A pesar de ello y a pesar de la pandemia y de la guerra de Rusia contra Ucrania, los resultados son notables: el salario m¨ªnimo ha subido, el mercado laboral evoluciona positivamente y se ha introducido el ingreso m¨ªnimo vital. Espa?a parece incluso haber lidiado mejor que muchos otros con la crisis energ¨¦tica, y la econom¨ªa crece. Sin duda, tambi¨¦n hay sombras: las bases de la reforma de las pensiones parecen poco s¨®lidas, el nivel de endeudamiento es elevado.
La oposici¨®n espa?ola, en cambio, parece hablar con espuma por la boca, acusando a S¨¢nchez de estar pegado a una silla, de no tener principios y de instaurar una dictadura. Incluso se le acusa de masoner¨ªa en las manifestaciones. Los conservadores deber¨ªan darse cuenta de que su excesiva lealtad a los principios les ha llevado a un rinc¨®n de la derecha que nadie quiere compartir con ellos, salvo Vox. Ser¨ªa deseable que encontraran la forma de salir de all¨ª. Tambi¨¦n me gustar¨ªa ver a los socialistas tenderles la mano de vez en cuando para facilit¨¢rselo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.