La nueva vicepresidenta argentina es el nexo de Milei con Vox

Nada m¨¢s conocerse los resultados de las elecciones argentinas del pasado domingo, el Foro Madrid, la plataforma creada por Vox para desembarcar en Am¨¦rica Latina, felicit¨® al vencedor, Javier Milei, pero no se olvid¨® de mencionar tambi¨¦n a su n¨²mero dos, la vicepresidenta electa, Victoria Villarruel. M¨¢s efusivo a¨²n fue el exsecretario general de Vox Javier Ortega Smith: ¡°Enhorabuena, amiga Vicky Villarruel¡±, escribi¨® en su cuenta de la red social X. A fin de cuentas, Milei es un exc¨¦ntrico e imprevisible outsider para muchos dirigentes del partido ultra espa?ol, mientras que su compa?era de ticket electoral es una vieja conocida con la que comparten batallas e ideas.

La relaci¨®n entre Vox y la vicepresidenta electa se remonta a 2019. En agosto de ese a?o, Ortega Smith, de madre argentina, particip¨® con la ahora vicepresidenta electa en un acto en el C¨ªrculo Militar de Buenos Aires, en el que ambos defendieron la necesidad de dar ¡°la batalla cultural¡± a la izquierda. Villarruel, hija, sobrina y nieta de militares, presid¨ªa entonces el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus V¨ªctimas (CELTYV), un organismo creado para oponerse a los juicios por cr¨ªmenes de lesa humanidad que sentaban en el banquillo a las juntas golpistas que gobernaron el pa¨ªs entre 1976 y 1983. Se trataba de blanquear la represi¨®n de la dictadura, present¨¢ndola como una guerra contra los montoneros y otros grupos guerrilleros en la que los uniformados pudieron cometer ¡°excesos¡±. ¡°Ellos¡±, escribi¨® Villarruel refiri¨¦ndose a Vox en un art¨ªculo en el que glosaba su conferencia con Ortega Smith, ¡°no van a hacerse responsables de una Guerra Civil ocurrida [en Espa?a] 80 a?os atr¨¢s o de un gobierno de facto que finaliz¨® hace m¨¢s de 40, de los cuales ninguno de sus l¨ªderes e integrantes ha formado parte. Lo mismo nos toca aqu¨ª, el monopolio del dolor no es de la izquierda y la inocencia tampoco¡±. La expresi¨®n gobierno de facto es la que utiliza siempre para referirse a las dictaduras, sean de Franco o de Videla.

En esa ¨¦poca, La Libertad Avanza, el partido con el que Milei ha llegado a la Casa Rosada, ni siquiera exist¨ªa, pero Villarruel ya fue invitada al cierre de la campa?a electoral del partido ultra espa?ol en abril de 2019, cuando Vox pas¨® de ser extraparlamentario a irrumpir en el Congreso con 24 diputados. La entonces novata pol¨ªtica argentina tom¨® buena nota de la ret¨®rica de Santiago Abascal y en su cierre de campa?a de 2021, en el bonaerense Parque Lezama, repiti¨® frases calcadas de su argumentario: ¡°A los que me tildan de genocida, de facha, de racista, de negacionista, les digo que todo eso lo recibo con una sonrisa. No tenemos que pedir permiso ni perd¨®n por c¨®mo pensamos¡±.

Es probable, admiten fuentes pr¨®ximas a Vox, que Milei no hubiera sido recibido con los brazos abiertos si no hubiera venido de la mano de Villarruel. La Gaceta, el ¨®rgano de Disenso, la fundaci¨®n que preside Abascal, califica al nuevo presidente argentino de ¡°libertario¡±, un adjetivo que dif¨ªcilmente casa con la ideolog¨ªa de su hom¨®logo espa?ol. Propuestas como la dolarizaci¨®n de la econom¨ªa, el cierre del Banco Central o la libre venta de ¨®rganos resultan indigestas para el electorado conservador de Vox.

En cambio, Villarruel es una activista de la derecha ultracat¨®lica: contraria a la ley de aborto, particip¨® en la Misa por la Vida celebrada en la Bas¨ªlica de la Virgen de Luj¨¢n en 2018, mientras el Congreso argentino debat¨ªa su legalizaci¨®n; se opone al matrimonio entre personas del mismo sexo y asiste a misas preconciliares en lat¨ªn de las que reniega el Vaticano. De la influencia de Villarruel sobre su jefe da cuenta el hecho de que este empezara a cuestionar la cifra de 30.000 desparecidos en Argentina, para esc¨¢ndalo de las organizaciones defensoras de los derechos humanos.

En octubre de 2021, Milei intervino por videoconferencia en la macrofiesta del partido de Abascal y, al a?o siguiente, repiti¨® de manera presencial, acompa?ado por Villarruel, y levant¨® al auditorio con un discurso falt¨®n en el que abogaba por volver a la ley de selva, una especie de darwinismo social en beneficio de los m¨¢s ricos. Para entonces, ya hab¨ªa sido bendecido por la Alt Right (extrema derecha) estadounidense encabezada por el expresidente Donald Trump, con Jair Bolsonaro como principal referente en Sudam¨¦rica.

Vox se implic¨® en la campa?a presidencial de Milei y envi¨® a Buenos Aires una delegaci¨®n encabezada por el eurodiputado Hermann Tertsch para ¡°supervisar¡± unos resultados electorales cuya limpieza cuestion¨® su aliado hasta que empezaron a sonre¨ªrle. El arrollador triunfo de Milei ha supuesto una inyecci¨®n de moral para la ultraderecha espa?ola que, en los dos ¨²ltimos a?os, hab¨ªa visto c¨®mo sus socios perd¨ªan en Chile, Colombia o Brasil y el demonizado Foro de S?o Paulo extend¨ªa sus tent¨¢culos por la regi¨®n. En Europa, ha sufrido una ducha escocesa: a la euforia provocada por el ascenso al poder de la italiana Giorgia Meloni ha seguido el jarro de agua fr¨ªa de la p¨¦rdida de Polonia, feudo de los ultracat¨®licos de Ley y Justicia.

Si Vox ha acogido con j¨²bilo el triunfo del d¨²o Milei-Villarruel, el PP lo ha recibido con frialdad, a pesar de que el expresidente Mariano Rajoy pidi¨® el voto para ellos. ¡°?Qu¨¦ quiere que le diga?¡±, respondi¨® el portavoz del partido, Borja S¨¦mper. ¡°Respetamos las decisiones que toman otros pa¨ªses. Entendemos que la situaci¨®n de Argentina es tan cr¨ªtica¡­ La buena noticia es que los argentinos han pasado la p¨¢gina del peronismo. Veremos si la decisi¨®n que han decidido les trae mejor¨ªa¡±, apostill¨®.

Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores emiti¨® un diplom¨¢tico comunicado en el que evitaba mencionar a Milei. ¡°Tras las elecciones presidenciales en las que los argentinos se pronunciaron democr¨¢ticamente, Espa?a continuar¨¢ impulsando la relaci¨®n con Argentina en favor del bienestar y la prosperidad de nuestros pueblos [¡­] Deseamos ¨¦xito a Argentina en esta nueva etapa¡±, dec¨ªa. Ni una palabra de felicitaci¨®n al ganador.