Felipe VI llama en su discurso a evitar que ¡°el germen de la discordia¡± vuelva a instalarse entre los espa?oles
El Rey pide en su mensaje de Navidad que las instituciones del Estado se respeten mutuamente ¡°en el ejercicio de sus competencias¡±
La Constituci¨®n, a la que ha mencionado en 12 ocasiones, m¨¢s de una vez por minuto; y la unidad de Espa?a, que ha dado por garantizada frente a quienes auguran su ruptura. Esos han sido los asuntos a los que el Rey ha dedicado este domingo por la noche, casi monogr¨¢ficamente, su d¨¦cimo mensaje de Navidad desde que lleg¨® al trono. Podr¨ªa haberse referido a muchos otros temas, como ¨¦l mismo ha reconocido al inicio de su intervenci¨®n, pero consciente de que es su discurso m¨¢s seguido ¡ª6,7 millones de telespectadores el a?o pasado¡ª, una oportunidad ¨²nica para meterse en los hogares de las familias espa?olas sin intermediarios, ha preferido centrarse en dos cuestiones que considera especialmente graves, a juzgar por su tono y sus palabras.
Si el a?o pasado Felipe VI ya advirti¨® del riesgo que representaban el ¡°deterioro de la convivencia¡± y la ¡°erosi¨®n de las instituciones¡±, esta vez ha ido un paso m¨¢s all¨¢. Ha aludido, sin citarla, a una de las p¨¢ginas m¨¢s negras de la historia de Espa?a ¡ªla Guerra Civil que devast¨® el pa¨ªs hace 87 a?os y abri¨® paso a casi cuatro d¨¦cadas de dictadura¡ª y ha alertado contra la tentaci¨®n de recaer en el enfrentamiento fratricida.
¡°Gracias a la Constituci¨®n conseguimos superar la divisi¨®n, que ha sido la causa de muchos errores en nuestra historia; que abri¨® heridas, fractur¨® afectos y distanci¨® a las personas¡±, ha dicho. ¡°Superar esa divisi¨®n, por tanto, fue nuestro principal acierto hace ya casi cinco d¨¦cadas. Por eso, evitar que nunca el germen de la discordia se instale entre nosotros es un deber moral que tenemos todos. Porque no nos lo podemos permitir¡±, ha apostillado.
En un momento en que el insulto parece haberse instalado en la vida pol¨ªtica espa?ola y los acuerdos entre los partidos se presentan como una cesi¨®n o una traici¨®n, el Rey ha subrayado que, ¡°en Espa?a, todo ciudadano tiene derecho a pensar, expresarse y defender sus ideas¡±. Pero eso debe hacerse, a?adi¨®, ¡°con respeto a los dem¨¢s¡±. Y teniendo en cuenta que ¡°la democracia tambi¨¦n requiere unos consensos b¨¢sicos y amplios sobre principios¡± compartidos. A saber: ¡°La libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo pol¨ªtico¡±; aquellos valores que ¡°cohesionan, dan fortaleza y permanencia a un sistema democr¨¢tico¡± como el espa?ol. ¡°No debemos olvidar que uno de nuestros grandes activos en democracia es la convivencia¡±, ha remachado.
Tras su llamamiento a desterrar la crispaci¨®n y recuperar el consenso, Felipe VI ha hecho una seria advertencia a las instituciones del Estado, a las que ha recordado que deben conducirse ¡°con la mayor responsabilidad¡± y ¡°procurar siempre los intereses generales de todos los espa?oles, con lealtad a la Constituci¨®n¡±. Y ha enfatizado: ¡°Cada instituci¨®n, comenzando por el Rey, debe situarse en el lugar que constitucionalmente le corresponde, ejercer las funciones que le est¨¦n atribuidas y cumplir con las obligaciones y deberes que la Constituci¨®n le se?ala¡±.
En las ¨²ltimas semanas, sectores de la extrema derecha han intentado presionar al jefe del Estado para que abandone su papel de ¨¢rbitro y se implique en la batalla pol¨ªtica. Al mismo tiempo, el Gobierno ha subrayado que la negativa del PP a cumplir con sus obligaciones constitucionales y sentarse a negociar mantiene bloqueada la renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) desde hace cinco a?os.
¡°Debemos respetar tambi¨¦n a las dem¨¢s instituciones en el ejercicio a sus propias competencias y contribuir mutuamente a su fortalecimiento y su prestigio¡±, ha a?adido el Monarca, en una declaraci¨®n lo bastante ambigua como para que quienes sostienen que la amnist¨ªa invade las competencias de los tribunales se vean amparados por esas palabras, pero tambi¨¦n puedan hacerlo los que critican que el CGPJ se pronunciara sobre la proposici¨®n de ley que recoge la medida de gracia cuando ni siquiera exist¨ªa. Tambi¨¦n pueden considerarse avalados los que reprochan al PP que lleve las querellas dom¨¦sticas a las instituciones europeas, ante el llamamiento del Rey a ¡°velar siempre por el buen nombre, la dignidad y el respeto¡± a Espa?a. Pero en esa misma frase pueden encontrar amparo quienes sostienen que el Gobierno hace mal al pactar con partidos, como Junts, que llevan a?os atacando la imagen de Espa?a en el extranjero.
En lo que no ha sido polis¨¦mico su discurso ha sido en la defensa cerrada de la Constituci¨®n, ¡°el mayor ¨¦xito pol¨ªtico de nuestra reciente historia¡±, seg¨²n sus palabras, que ha permitido no solo ¡°construir y consolidar una democracia plena, abierta e integradora, un Estado social y democr¨¢tico de derecho¡±, sino tambi¨¦n ¡°superar diversas y graves crisis en los ¨²ltimos a?os¡±, ha a?dido, en la ¨²nica alusi¨®n velada al proc¨¦s independentista catal¨¢n.
Felipe VI ha reivindicado la Constituci¨®n ¡°como instrumento y garant¨ªa¡± para que ¡°la vida de los espa?oles pueda seguir discurriendo con confianza, estabilidad, certidumbre¡±, pero ha avisado de que no solo hay que respetarla, sino tambi¨¦n conservar su identidad ¡°como pacto colectivo¡± y preservar su integridad ¡°como lugar de reconocimiento mutuo, de aceptaci¨®n y encuentro aprobado por todos los espa?oles¡±. De manera taxativa ha avisado: ¡°Fuera del respeto a la Constituci¨®n, no hay democracia ni convivencia posible; no hay libertades sino imposici¨®n; no hay ley sino arbitrariedad. Fuera de la Constituci¨®n no hay una Espa?a en paz y libertad¡±.
Tras las advertencias y admoniciones, ha trasladado un mensaje de optimismo y confianza en la capacidad de la sociedad espa?ola para conjurar los riesgos y superar los retos que tiene por delante. Ha presentado a Espa?a como una ¡°sociedad fuerte¡±, que tuvo un ¡°comportamiento c¨ªvico ejemplar¡± ante la pandemia, demostr¨® ¡°coraje, dignidad y principios frente al terrorismo¡±; y defendi¨® sus valores constitucionales ¡°cuando han estado en cuesti¨®n o se han puesto en entredicho¡±.
¡°La raz¨®n ¨²ltima de nuestros ¨¦xitos y progresos en la historia reciente ha sido precisamente la unidad de nuestro pa¨ªs¡±, ha enfatizado, para a?adir: ¡°No tengo duda de que la unidad ser¨¢ tambi¨¦n la clave para que podamos enfrentar con ¨¦xito los serios y complejos riesgos a los que Espa?a se enfrenta hoy¡±.
Ni Gaza ni Ucrania
En un momento en que las fuerzas independentistas retroceden electoralmente pero ganan influencia pol¨ªtica, el Rey ha espantado el fantasma del supuesto peligro de ruptura de la unidad nacional. ¡°Espa?a seguir¨¢ adelante¡±, ha sentenciado. ¡°Con determinaci¨®n, con esperanza, lo haremos juntos, conscientes de nuestra realidad hist¨®rica y actual, de nuestra verdad como naci¨®n. En ese camino estar¨¢ siempre la Corona, no solo porque es mi deber como Rey, sino tambi¨¦n porque es mi convicci¨®n¡±.
La Constituci¨®n y la unidad nacional han acaparado un discurso de extensi¨®n similar al del a?o pasado (1.467 palabras) del que ha quedado fuera la pol¨ªtica internacional, salvo una alusi¨®n a la presidencia espa?ola de la UE. No ha mencionado la tragedia humanitaria de Gaza ni tampoco la guerra de Ucrania, de la que s¨ª habl¨® las pasadas Navidades. En cambio, ha incluido ¡°las dificultades econ¨®micas y sociales¡±, el empleo, la sanidad, la educaci¨®n, el precio de los servicios b¨¢sicos, ¡°la inaceptable violencia contra la mujer¡± o el acceso de los j¨®venes a la vivienda entre los temas de los que le habr¨ªa gustado hablar, pero solo lo ha hecho para asegurar que los derechos ligados a estos ¡°son los que la Constituci¨®n ampara, garantiza y protege¡±.
Es la misma Constituci¨®n,ha recordado, que la Princesa de Asturias jur¨® el 31 de octubre ante las Cortes, al cumplir la mayor¨ªa de edad. Aunque Leonor de Borb¨®n ha tomado este a?o un fuerte protagonismo, solo la ha citado de nuevo al final; cuando, en nombre de la Familia Real, se ha despedido deseando feliz Navidad en castellano, euskera, catal¨¢n y gallego. La imagen de la heredera, sin embargo, ha estado presente durante todo el discurso a trav¨¦s de la ¨²nica fotograf¨ªa que se ve¨ªa a la espalda del Rey: la del d¨ªa que su hija jur¨® la Constituci¨®n.
La Zarzuela muestra a la Familia Real con la gente
Las imágenes que aparecen tras el discurso de Felipe VI, mientras suena el himno nacional, muestran al Rey, la Reina, la Princesa de Asturias y la infanta Sofía saludando en Madrid (juramento de Leonor de Borbón), en el Mundial femenino de fútbol de Australia y Nueva Zelanda, en Canarias con familias afectadas por el volcán de La Palma, o Yuste (Premios Carlos V) durante 2023. Todas tienen un nexo común, la cercanía de la Familia Real a la gente, salvo la última, en la que los Reyes visten de gala para la coronación de Carlos III de Inglaterra. Como el año pasado, el discurso de Felipe VI se grabó en el salón de audiencias del Palacio de La Zarzuela, donde el Rey aparece sentado con traje azul, camisa blanca con rayas y corbata.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.