Santiago L¨®pez Valdivielso, el director de la Guardia Civil que escuch¨® a los guardias
¡°La guerra sucia no sirvi¨® para nada. Y aunque hubiese servido, el fin no justifica los medios¡±, declar¨® a EL PA?S en 1998
En noviembre de 2002, en plena pol¨¦mica porque un agente ped¨ªa vivir con su novio en la casa cuartel de Vilafranca (Mallorca), el entonces director del Guardia Civil, Santiago L¨®pez Valdivielso, dict¨® una orden de aplicaci¨®n inmediata por la cual se modificaba la normativa de uso de los pabellones del instituto armado para que pudieran utilizarlos ¡°todas las parejas de hecho estables, independientemente de su naturaleza heterosexual u homosexual¡±. La medida sorprendi¨® positivamente a los colectivos de defensa de los derechos LGTBI y fue aplaudida por todos los partidos; incluso por el suyo, aunque fuera por disciplina, ya que a muchos de sus compa?eros de filas la decisi¨®n les provoc¨® sarpullidos. Como era una orden del director general, no la consult¨® con nadie. Si lo hubiera hecho, probablemente se la hab¨ªan parado.
As¨ª era Santiago L¨®pez Valdivielso, fallecido este martes en Madrid a los 73 a?os tras una enfermedad pulmonar que le dejaba sin aliento, pero no sin ¨¢nimo. Era un se?or de Valladolid de buena familia. Su padre fue alcalde de la ciudad bajo el franquismo y uno de los fundadores de FASA-Renault, que puso a Castilla y Le¨®n en el mapa de la industria automovil¨ªstica. ?l compagin¨® su faceta de empresario con la de pol¨ªtico. Presidente del PP provincial durante una d¨¦cada, fue procurador en las primeras Cortes castellanas y leonesas. Frente a un Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar que se presentaba como motor de la renovaci¨®n, L¨®pez Valdivielso parec¨ªa representar a la vieja guardia procedente de AP. Luego se ver¨ªa que, a diferencia del primero, ¨¦l era conservador a fuer de liberal.
De 1986 a 1996, fue diputado en el Congreso y portavoz del PP en la Comisi¨®n de Defensa, con Ignacio Cosid¨®, que luego ser¨ªa director general de la Polic¨ªa, como apoyo inseparable. En v¨ªsperas de las elecciones de 1996, que llevar¨ªan a Aznar a La Moncloa, propuso incluir en el programa electoral del PP la supresi¨®n de la mili obligatoria, adelant¨¢ndose a una medida que ve¨ªa como deseable e inevitable. La direcci¨®n del partido la consider¨® demasiado audaz y prometi¨® la mili de seis meses, un modelo inviable que nunca se lleg¨® a aplicar: cuando Aznar negoci¨® con Pujol el apoyo a su investidura, pact¨® el fin de la mili obligatoria, que qued¨® as¨ª para la historia como una concesi¨®n del PP al nacionalismo catal¨¢n.
Ya en La Moncloa, Aznar lo nombr¨® director general de la Guardia Civil y lo fue durante ocho a?os, por lo que sigue siendo hoy quien m¨¢s tiempo ha ocupado este cargo en democracia. A diferencia de su antecesor Luis Rold¨¢n, de quien orden¨® descolgar el retrato oficial, no protagoniz¨® ning¨²n esc¨¢ndalo. Al contrario, engras¨® la maquinaria del instituto armado e hizo de ¨¦l uno de los instrumentos m¨¢s eficaces de la lucha contra ETA, en unos a?os en que el terrorismo no daba tregua y la actuaci¨®n de las fuerzas de seguridad se miraba con lupa, en plena investigaci¨®n del caso Lasa y Zabala y otros cr¨ªmenes de los GAL. ¡°La guerra sucia no sirvi¨® para nada¡ y aunque hubiese servido, el fin no justifica los medios¡±, declar¨® a EL PA?S en mayo de 1998 quien ten¨ªa a gala ser socio de Amnist¨ªa Internacional.
Piloto de carreras, una vez que tomaba una decisi¨®n pon¨ªa la directa, sin importarle obst¨¢culos y resistencias No solo abri¨® las casas cuartel a las parejas del mismo sexo. Tambi¨¦n dio carta de naturaleza a las asociaciones de guardias civiles, hasta entonces perseguidas, y estableci¨® cauces para que se escuchara la voz de los agentes de a pie. Quiz¨¢ por su heterodoxia, el PP no lo recoloc¨® tras cesar en su puesto en 2004, al contrario que a los dem¨¢s miembros de la c¨²pula de Interior, y solo regres¨® temporalmente a la pol¨ªtica activa entre 2011 y 2016, como senador.
En una ¨¦poca de profunda polarizaci¨®n, su muerte no solo la ha lamentado la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, sino tambi¨¦n su paisano y ministro de Transportes, el socialista ?scar Puente, quien lo ha calificado de ¡°gran tipo¡±, o el presidente del Observatorio de la Vida Militar, Mariano Casado, que no ha dudado en otorgarle el t¨ªtulo de ¡°mejor director general que ha tenido la Guardia Civil¡±. No es el ¨²nico que piensa as¨ª.
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