Manuel Alba, exletrado mayor de las Cortes: ¡°Jam¨¢s se hab¨ªa producido esta falta de respeto del Senado al Congreso¡±

En 43 a?os como letrado de las Cortes, Manuel Alba nunca hab¨ªa salido a comentar p¨²blicamente un asunto en tr¨¢mite parlamentario. M¨¢s de la mitad de ese tiempo ¡ª22 a?os¡ª ha ejercido como secretario general (o letrado mayor, m¨¢ximo responsable de la asesor¨ªa jur¨ªdica) de ambas C¨¢maras, primero en el Senado (1990-2002) y luego en el Congreso (2004-2014). Lo ha hecho con seis presidencias diferentes: tres del PSOE y otras tres del PP. Alba, que sigue en el equipo de letrados, expresa ahora su indignaci¨®n por los ataques recibidos por el actual secretario general del Congreso, Fernando Galindo, atribuidos por algunos medios al conjunto del cuerpo de letrados, y por el dur¨ªsimo informe de la asesor¨ªa jur¨ªdica del Senado descalificando el procedimiento con el que se tramit¨® en el Congreso la ley de amnist¨ªa. ¡°Jam¨¢s se hab¨ªa producido esta falta de respeto institucional del Senado al Congreso¡±, sostiene Alba.

Dos palabras se repiten a lo largo de la conversaci¨®n: ¡°Jam¨¢s¡± e ¡°ins¨®lito¡±. Y no es porque Alba no haya visto situaciones ¡°de todos los colores¡± en su larga vida parlamentaria, en la que ha lidiado con asuntos que, como ahora la amnist¨ªa, despertaron discusiones muy encendidas sobre su constitucionalidad: el plan Ibarretxe, el Estatuto catal¨¢n, la ley del matrimonio igualitario, la reforma del Poder Judicial de 2004... Lo que resulta nuevo, considera, es que el ambiente de extrema polarizaci¨®n se haya contagiado al cuerpo de letrados de las Cortes, y que los partidos ¡°fuercen la m¨¢quina para lograr una mayor concordancia pol¨ªtica¡± del servicio jur¨ªdico. Alba tiene su opini¨®n ¡°como ciudadano¡± sobre la ley de amnist¨ªa, pero no quiere entrar en ese debate de fondo. Su prop¨®sito es subrayar que no ha habido la menor irregularidad en la tramitaci¨®n parlamentaria de la proposici¨®n de ley: ¡°En el Congreso se ha actuado con estricta sujeci¨®n al Reglamento, con una correcci¨®n procedimental extrema¡±, dice.

La presencia entre los letrados de las Cortes de personas con vinculaci¨®n pol¨ªtica no viene de ahora. Alba recuerda que ¨¦l mismo propuso como adjunto suyo a un jurista que era director general de Justicia siendo ministro ?ngel Acebes (PP). Lo que no se hab¨ªa producido nunca es que el secretario general ¡ªel m¨¢ximo cargo entre los letrados¡ª llegase a su puesto directamente desde del Gobierno y con una militancia pol¨ªtica: Fernando Galindo tiene carn¨¦ del PSOE y era subsecretario del Ministerio de Pol¨ªtica Territorial cuando, en octubre de 2023, fue nombrado letrado mayor por la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol. ¡°Eso genera un inconveniente del que el primer sufridor ha sido el propio Galindo¡±, admite Alba. ¡°Dicho esto, es una persona profesionalmente seria, ¨ªntegra, responsable y competente, y ha nombrado a gente muy distinta¡±.

Los ataques contra Galindo subieron de tono tras suscribir ¨¦l un informe favorable a admitir a tr¨¢mite la proposici¨®n de ley de amnist¨ªa. Alba relata que ¨¦l hizo algo parecido en 2005 ante el plan Ibarretxe, la propuesta del entonces lehendakari de dotar a Euskadi de un estatus de ¡°Estado libre asociado¡±. ¡°La oposici¨®n defend¨ªa que no se pod¨ªa tramitar porque era directamente inconstitucional¡±, comenta. ¡°Yo hice un informe se?alando que planteaba dudas de inconstitucionalidad, aunque no en todo su contenido, y que si se inadmit¨ªa est¨¢bamos impidiendo que los diputados pudiesen manifestar qu¨¦ hacer pol¨ªticamente con esa norma. Los diputados, adem¨¢s, tienen derecho a enmienda, pueden cambiarla y eliminar los aspectos inconstitucionales. Por tanto, la Mesa, solo en casos extremos, evidentes ¡ªpalmarios, como dice la doctrina del Tribunal Constitucional¡ª, debe inadmitir a tr¨¢mite una iniciativa¡±, sostiene.

Eso mismo, agrega, es lo que hizo el actual secretario general, Fernando Galindo, con la amnist¨ªa: ¡°Su informe favorece el derecho de sufragio pasivo, es decir, el derecho de los diputados a participar en la decisi¨®n. Nosotros no somos el Tribunal Constitucional, no nos podemos arrogar sus funciones, somos un ¨®rgano consultivo. Y los que deciden son la Mesa, la comisi¨®n y el pleno, es decir, los que han sido votados por los ciudadanos¡±.

El veterano jurista se muestra especialmente cr¨ªtico con la actuaci¨®n del Senado tras recibir la ley del Congreso. La secretar¨ªa general de la C¨¢mara alta, renovada al hacerse el PP con la mayor¨ªa absoluta el pasado julio, elabor¨® un informe a petici¨®n del presidente, Pedro Roll¨¢n, remarcando que la proposici¨®n de ley de amnist¨ªa es inconstitucional. ¡°A m¨ª nunca un presidente me pidi¨® un informe semejante. A mi juicio excede claramente las competencias de la secretar¨ªa general del Senado, porque entra a analizar en profundidad, de una manera err¨®nea y sesgada, la tramitaci¨®n que se ha hecho en el Congreso. Impugna todo el procedimiento del Congreso con argumentos desacertados, interesados o directamente contrarios a las normas. Con una serie de elucubraciones que no resisten el menor an¨¢lisis, como decir que alg¨²n art¨ªculo del Reglamento del Congreso puede ser inconstitucional. O calificar de discutible el auto del Tribunal Constitucional que inadmite el recurso de amparo de Vox contra la decisi¨®n de devolver la proposici¨®n de ley a la Comisi¨®n de Justicia despu¨¦s de que el pleno la rechazase¡±.

El informe del Senado concluye que lo enviado por el Congreso es ¡°un texto nulo resultado de un procedimiento irregular¡±. Ante esa conclusi¨®n, argumenta Alba, la ¨²nica respuesta ¡°l¨®gica y coherente hubiese sido inadmitirlo¡±. En cambio, la C¨¢mara alta le ha dado curso, planteando al mismo tiempo un conflicto competencial con el Congreso: alega que la ley equivale a una reforma de la Constituci¨®n y como tal usurpa funciones del Senado. ¡°No hay tal conflicto de atribuciones¡±, sentencia el exsecretario general de ambas C¨¢maras. ¡°El Congreso ha tramitado una proposici¨®n de ley y usted la tiene encima de la mesa. Puede inadmitirla, recomendar que se vete o sugerir que se enmiende¡±.