Juan y Luisa, la lucha por los desaparecidos antes del caso de Marta del Castillo

La lucha de Juan Bergua y Luisa Vera en los ¨²ltimos 27 a?os ha tenido un doble objetivo. Se han dedicado a buscar a su hija Cristina, que desapareci¨® en Cornell¨¤ (Barcelona) el 9 de marzo de 1997, cuando ten¨ªa 16 a?os. Y han hecho todo lo posible para que las Administraciones y la sociedad se impliquen en la b¨²squeda de las personas desaparecidas como su hija.

El matrimonio, de 76 y 75 a?os ¨D¨¦l, empleado metal¨²rgico jubilado, y ella, ama de casa¨D, forma un equipo. ¡°Cuando vamos a un sitio, vamos los dos juntos¡±, resum¨ªa Juan este viernes, poco despu¨¦s de reunirse con el alcalde de Cornell¨¤. Juntos recogieron este martes en el Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES) un reconocimiento por su labor como cofundadores de la primera asociaci¨®n de familiares de desaparecidos de Espa?a (InterSOS), que dej¨® de estar activa el pasado enero por falta de relevo. Una vez m¨¢s, volvieron a recordar el caso de su hija Cristina y c¨®mo en aquellos primeros a?os todo eran obst¨¢culos para las familias que intentaban mantener viva la b¨²squeda. El caso de Marta del Castillo, la joven sevillana desaparecida el 24 de enero de 2009, supuso un antes y un despu¨¦s.

Era un domingo y Cristina sali¨® a dar una vuelta. Su hora de regreso eran las diez de la noche. Cuando se iba a retrasar, sol¨ªa avisar con una llamada de tel¨¦fono. Ese d¨ªa no llam¨® ni se present¨®. Al ir a poner la denuncia, esa misma noche, les dijeron que ten¨ªan que esperar ¡°las famosas 24 horas¡±, algo que ya no es necesario. ¡°Estuvimos toda la santa noche busc¨¢ndola por todas partes¡±. Comenz¨® una odisea en la que el matrimonio ha llegado a imprimir 300.000 fotograf¨ªas.

El cuarto de Cristina est¨¢ recogido. A pesar de que durante m¨¢s de 20 a?os lo conservaron tal y como lo dej¨®, el matrimonio ha empaquetado primorosamente todas sus cosas, incluidos los discos de Bon Jovi que tanto le gustaban. Tienen una nieta con 19 a?os y otro de 14, que lo suelen utilizar. La chica se queda a dormir alg¨²n d¨ªa en casa de los abuelos, antes de ir a la Universidad. ¡°La habitaci¨®n est¨¢ ah¨ª, se usa. Lo tenemos todo guardado¡±, explica Juan.

Juan y Luisa hablan al menos una vez al mes con una investigadora de los Mossos d¡¯Esquadra para saber si hay novedad. Y, en actos como el del martes en Madrid, llevan consigo el retrato de su hija. La investigaci¨®n situ¨® al novio de Cristina, de 26 a?os, en el centro de todas las miradas. Fue interrogado, pero nadie pudo se?alarle como responsable. Algunas de las amigas de Cristina dijeron que aquel d¨ªa ten¨ªa la intenci¨®n de romper su relaci¨®n. Todav¨ªa hoy, Luisa destaca que el joven no se moviera de su casa, ni haya participado en la b¨²squeda: ¡°Lo vi en su casa tan tranquilo y nosotros no sab¨ªamos qu¨¦ hacer, para d¨®nde caminar. Esto me choc¨® mucho¡±.

Cuando se cumplieron los 20 a?os de la ausencia de Cristina, inscribieron su fallecimiento en el juzgado. Al igual que a otros familiares de desaparecidos, esa declaraci¨®n, que se puede realizar a los 10 a?os de la ausencia, les supuso un gran dolor. ¡°No lo habr¨ªamos hecho si la burocracia no nos obligara a ello¡±, reconoce Juan. Tuvieron que hacerlo para dejar cerrada la herencia de su otro hijo. ¡°Lo poco que tenemos queremos que sea para ¨¦l¡±, a?ade Luisa.

¡°Esto no se acaba nunca, siempre queda algo por hacer¡±, reflexiona Juan cuando rememora los primeros pasos de InterSOS, all¨¢ por julio de 1998, fruto de la uni¨®n de seis familias del ¨¢rea metropolitana de Barcelona. ¡°Acordamos poner 5.000 pesetas (30 euros) cada uno para hacer unas llamadas de tel¨¦fono y un cartelito con las fotos de los seis desaparecidos y lo ¨ªbamos repartiendo por donde se pod¨ªa¡±, explica.

Acud¨ªan a los medios, organizaron manifestaciones para pedir la vuelta de su hija o lanzaron globos con la imagen de Cristina el d¨ªa que cumpl¨ªa 18 a?os, adem¨¢s de visitar innumerables despachos de ministerios, Generalitat, Ayuntamientos, Fiscal¨ªa y grupos policiales. ¡°En aquella ¨¦poca no se ten¨ªa conocimiento de que en Espa?a hab¨ªa personas desaparecidas¡±, sostiene Juan. Su impresi¨®n de aquellos primeros a?os es de que les recib¨ªan, pero no les escuchaban. Ped¨ªan centralizar y unificar las denuncias, porque entonces se pod¨ªan interponer en cualquier comisaria y muchas estaban repetidas. Ahora hay un registro central. Tambi¨¦n, que les hicieran pruebas de ADN a los familiares para poder cotejar los restos ¨®seos que fueran hallados, una pr¨¢ctica plenamente implantada.

?Cu¨¢ndo notan los primeros logros? ¡°Con el caso de Marta del Castillo¡±, responde Juan. ¡°En el caso de mi hija, la Polic¨ªa recibi¨® un an¨®nimo diciendo que buscaran a Cristina en los contenedores de basura de Cornell¨¤ y tardaron 11 meses en ir al vertedero. En el caso de Marta del Castillo, se recibi¨® un aviso similar. Fueron al d¨ªa siguiente¡±.

El Centro Nacional de Personas Desaparecidas (CNDES), creado en 2018, es el logro del que m¨¢s orgullosos se sienten. All¨ª, en unas instalaciones que muchos de los familiares de desaparecidos reconocen como su casa, relataron su experiencia junto a otras seis familias. Les escuchaba el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y representantes de la Polic¨ªa Nacional, Guardia Civil, Mossos, Polic¨ªa Foral y Ertzaintza. El centro, dirigido por Pilar Minuesa, coordina el sistema de personas desaparecidas que emplean las fuerzas de seguridad, y act¨²a como punto de contacto con las Administraciones, organizaciones de afectados y medios. Su directora hizo un balance de su actividad en 2023: 15.126 personas desaparecidas; un 66% de los casos resueltos en los primeros siete d¨ªas; y 89 casos (un 0,5%) en los que la desaparici¨®n se consider¨® forzosa. El 31 de diciembre de 2023 hab¨ªa activas en Espa?a 6.001 denuncias por personas desaparecidas.

Hace m¨¢s de diez a?os que Juan se ha ido desvinculando del d¨ªa a d¨ªa de la asociaci¨®n porque se vio desbordado: ¡°Lo cog¨ª muy fuerte. Ven¨ªan much¨ªsimas familias con personas desaparecidas y ten¨ªa que aparcar mi dolor para darles ¨¢nimo, cuando el que necesitaba ¨¢nimo y apoyo era yo¡±. Decidi¨® tomar algo de distancia, pero Luisa se mantuvo como vocal. Con el cese de actividad, a comienzos de este 2024, han pasado a integrarse en Qui¨¦n Sabe D¨®nde Global, una fundaci¨®n promovida por el periodista Paco Lobat¨®n.

¡°Vuestra lucha desbord¨® a una sociedad que por fin empez¨® a poner cara a los desaparecidos sin causa aparente y a poner rostro tambi¨¦n al sufrimiento que eso implicaba¡±, les dijo el ministro Marlaska, que tambi¨¦n quiso recordar la labor de la ¨²ltima directora de InterSOS, Montserrat Torruella.

Quiz¨¢s por costumbre, Juan aprovech¨® para pedir al ministro que se replanteen las tasas del BOE que tienen que pagar hasta en dos ocasiones las familias de los desaparecidos para tramitar la declaraci¨®n de fallecimiento. ¡±Algo m¨¢s de 2.000 euros [...] Es como si pag¨¢ramos una multa por dar por fallecido a un familiar¡±, dijo. Tambi¨¦n incidi¨® en la necesidad de asistencia psicol¨®gica para los primeros d¨ªas. Marlaska anunci¨® que se hab¨ªan iniciado los tr¨¢mites para ofrecer un servicio psicol¨®gico gratuito a familiares a trav¨¦s del CNDES.

Despu¨¦s de tantos a?os, el matrimonio sigue necesitando ¡°para bien o para mal¡± saber qu¨¦ pas¨® con Cristina. ¡°Yo intento pensar en que estar¨¢ viva¡±, dice Luisa. El tes¨®n de sus padres consigui¨® que el Congreso proclamase en 2010 que cada 9 de marzo sea el d¨ªa oficial de las personas desaparecidas sin causa aparente. El mismo d¨ªa que desapareci¨® Cristina.