La amnist¨ªa, un trago digerido en el PSOE
El debate se da por amortizado en las filas socialistas, donde se ha impuesto el pragmatismo tras una dur¨ªsima ofensiva pol¨ªtica y el acoso sufrido en las sedes del partido
El 24 de julio de 2023, el d¨ªa despu¨¦s de las elecciones generales, Pedro S¨¢nchez convoc¨® a la Ejecutiva del PSOE a una breve reuni¨®n en la que lanz¨® dos ideas muy sencillas: que no habr¨ªa repetici¨®n electoral y que Espa?a necesitaba ¡°un descanso¡±. Algunos le hicieron caso, volvieron de las vacaciones el 17 de agosto para la constituci¨®n de la Mesa del Congreso y descubrieron con sorpresa que la amnist¨ªa, un t¨¦rmino ausente hasta entonces en el vocabulario socialista, hab¨ªa dejado de ser un asunto tab¨² en las tertulias. Este jueves, la medida de gracia habr¨¢ superado la carrera de obst¨¢culos de su tramitaci¨®n en las Cortes, un camino que los socialistas han recorrido haciendo su propia digesti¨®n del trago que les ha supuesto su aprobaci¨®n.
Solo hab¨ªa que tener un poco de memoria para recordar todas las declaraciones de la c¨²pula del Gobierno y del PSOE que hab¨ªan se?alado la inconstitucionalidad de la medida reclamada por los l¨ªderes del proc¨¦s. Hasta la campa?a del 23-J, ministros y dirigentes socialistas repet¨ªan que Carles Puigdemont ten¨ªa que venir a Espa?a para ponerse a disposici¨®n de los jueces, y marcaban siempre una clara diferencia entre los indultos, ya concedidos en la pasada legislatura, y el salto cualitativo que supon¨ªa la amnist¨ªa. Diez meses despu¨¦s, en todas las latitudes del PSOE se comparte que este es ya un debate amortizado en sus filas, en las que el pragmatismo se ha impuesto a pesar de la dur¨ªsima ofensiva pol¨ªtica y el acoso a las sedes socialistas.
Lo que ha operado desde el principio en el PSOE ha sido la l¨®gica de supervivencia de un partido de poder, que lo hab¨ªa perdido casi todo en los comicios municipales y auton¨®micos del 28-M y que entendi¨® sin demasiada dificultad que retener La Moncloa era una cuesti¨®n vital. Tuvieron que pasar meses hasta que Pedro S¨¢nchez pronunciara en p¨²blico la palabra amnist¨ªa (lo hizo por primera vez el 6 de octubre en Granada, flanqueado por las autoridades europeas) y varias semanas m¨¢s hasta que se present¨® ante el Comit¨¦ Federal del PSOE para hablar a tumba abierta ante los suyos. En v¨ªsperas de la consulta a los militantes sobre la coalici¨®n con Sumar, el l¨ªder socialista puso las cartas boca arriba. Ah¨ª fue donde invit¨® al PSOE a ¡°hacer de la necesidad virtud¡± y convertir la endiablada aritm¨¦tica del 23-J en una oportunidad para el ¡°reencuentro total¡±. Propuso adem¨¢s un ¡°juego de contrastes¡± entre lo que supone un Gobierno del PSOE y Sumar y los pactos del PP y Vox.
Aquel fue un discurso m¨¢s largo e intenso de lo habitual, un ejercicio de pedagog¨ªa que cobra especial sentido despu¨¦s de unas elecciones catalanas en las que, por primera vez, los independentistas no suman mayor¨ªa y en una campa?a europea en la que el auge de la ultraderecha est¨¢ en el centro del debate. Para contraste sugerente, el propiciado por Santiago Abascal mostr¨¢ndole sus respetos a Benjamin Netanyahu en Jerusal¨¦n el mismo d¨ªa que Espa?a reconoc¨ªa al Estado palestino.
No han faltado voces discordantes con la amnist¨ªa en este tiempo. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano Garc¨ªa-Page, defendi¨® en aquel Comit¨¦ Federal que la amnist¨ªa chocaba con el proyecto del PSOE y luego no ha perdido la oportunidad de desmarcarse en p¨²blico cada vez que ha podido. Veteranos socialistas, retirados hoy de la primera l¨ªnea, la han criticado pero la disciplina solo la ha roto Javier Lamb¨¢n, que est¨¢ de salida. Lo hizo en el Senado al inhibirse en la votaci¨®n del veto planteado por el PP. Felipe Gonz¨¢lez aplaudi¨® el gesto del expresidente de Arag¨®n, pero nadie en Ferraz teme que haya d¨ªscolos que sigan ese camino en esta hora definitiva. Hay una raz¨®n fundamental: la amnist¨ªa ya no est¨¢ en la conversaci¨®n interna del PSOE, y sus dirigentes hasta se atreven a reivindicarla en los m¨ªtines fuera de Catalu?a. Lo hizo la vicepresidenta Mar¨ªa Jes¨²s Montero esta semana en Sevilla, entonando ese ¡°llev¨¢bamos raz¨®n¡± con el que Ferraz pretende que levanten la cabeza quienes la han aceptado con resignaci¨®n y sin convencimiento, solo como un trago necesario que hab¨ªa que pasar. Y hoy hay amplia coincidencia en que ya lo han pasado.
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