El cobro de los impuestos, llave para investir a Salvador Illa en Catalu?a

Si la investidura de Pedro S¨¢nchez en 2023 parec¨ªa imposible, la de Salvador Illa en 2024 no est¨¢ siendo m¨¢s sencilla. Entonces, el PSOE tuvo que ceder mucho y aceptar una amnist¨ªa para el proc¨¦s que siempre hab¨ªa rechazado. Ahora, los socialistas de nuevo est¨¢n dispuestos a conceder algo que los pol¨ªticos catalanes llevan so?ando muchos a?os pero jam¨¢s se hab¨ªa materializado en democracia: que la Generalitat pueda cobrar impuestos que son titula...

Si la investidura de Pedro S¨¢nchez en 2023 parec¨ªa imposible, la de Salvador Illa en 2024 no est¨¢ siendo m¨¢s sencilla. Entonces, el PSOE tuvo que ceder mucho y aceptar una amnist¨ªa para el proc¨¦s que siempre hab¨ªa rechazado. Ahora, los socialistas de nuevo est¨¢n dispuestos a conceder algo que los pol¨ªticos catalanes llevan so?ando muchos a?os pero jam¨¢s se hab¨ªa materializado en democracia: que la Generalitat pueda cobrar impuestos que son titularidad del Estado y no est¨¢n cedidos a esta comunidad, al menos una parte de ellos.

No ser¨ªa un concierto como el vasco ¡ªall¨ª las diputaciones cobran y gestionan todos los tributos y luego dan una parte del dinero al Estado en concepto de distintos gastos comunes¡ª, que el PSOE ha rechazado de plano, y habr¨¢ que ver en qu¨¦ se materializa y c¨®mo: qu¨¦ impuestos, qu¨¦ porcentaje, qu¨¦ limites hay para gastarlo, c¨®mo se gestiona el cobro y el gasto. Pero diversas fuentes cercanas a la negociaci¨®n coinciden en que en las ¨²ltimas semanas s¨ª se ha aceptado el principio pol¨ªtico que exig¨ªa ERC, lo que ellos llaman ¡°soberan¨ªa fiscal¡±, esto es, que la Generalitat pueda cobrar una parte de los tributos, en especial el IRPF, el m¨¢s importante.

En realidad, este ha sido siempre el coraz¨®n de todas las negociaciones entre el Gobierno y la Generalitat desde que se recuper¨® la democracia en 1978. En 1996, para ser presidente, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar cedi¨® el 30% de la recaudaci¨®n del IRPF en Catalu?a a Jordi Pujol, algo que despu¨¦s se extender¨ªa a todas las comunidades. M¨¢s tarde, en 2000, Aznar aument¨® esa cesi¨®n al 33%, adem¨¢s del 35% del IVA. En 2006, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero pact¨® de nuevo con CiU subir esa cesi¨®n del IRPF y del IVA hasta el 50%. Las dem¨¢s autonom¨ªas, tambi¨¦n las del PP, que protestaron mucho, se acabaron beneficiando porque el modelo se extendi¨® a todos, y es el que est¨¢ vigente ahora.

Pero hab¨ªa una diferencia muy importante en esos acuerdos: hasta ahora se manten¨ªa el principio de que el Estado recauda y la Generalitat recibe parte de esos recursos para ejercer sus propias pol¨ªticas. Y este es el cambio decisivo que se est¨¢ negociando en estas horas, con todos los detalles a¨²n por conocer y en medio de un gran secretismo: que la Generalitat recaude, al menos la parte cedida de los impuestos o de algunos de ellos.

Con el tiempo se ver¨ªa qu¨¦ consecuencias pr¨¢cticas implicar¨ªa una decisi¨®n as¨ª para todo el modelo de financiaci¨®n, que tiene en la letra peque?a y en la aplicaci¨®n pr¨¢ctica el verdadero meollo, pero el PSOE y el PSC parecen convencidos de que vale la pena hacer este gesto pol¨ªtico porque lograr que un grupo independentista como ERC apoye la investidura de un socialista como Illa es, en opini¨®n de los socialistas, un cierre definitivo al proc¨¦s de 2017. El de Catalu?a es un problema pol¨ªtico y se resuelve con pol¨ªtica, suele insistir S¨¢nchez.

De hecho, estas mismas fuentes apuntan que, si Mariano Rajoy hubiera iniciado en 2012 una negociaci¨®n como la que est¨¢n haciendo ahora el PSC y ERC, con esta ¡°financiaci¨®n singular¡± encima de la mesa, es posible imaginar que el proc¨¦s habr¨ªa sido muy diferente o nunca habr¨ªa llegado a explotar. En ese a?o, Artur Mas, l¨ªder de CiU y president, fue a La Moncloa con la propuesta del llamado ¡°pacto fiscal¡±, muy similar a la petici¨®n de m¨¢ximos de ERC en esta negociaci¨®n, y recibi¨® un no rotundo de Rajoy. Mas decidi¨® convocar elecciones y a partir de ah¨ª los acontecimientos se complicaron cada vez m¨¢s hasta explotar en 2017, ya con Carles Puigdemont en la Generalitat.

Dificultades para cerrar

El acuerdo, que est¨¢ siendo muy dif¨ªcil de cerrar y que incluye muchas m¨¢s cosas que la financiaci¨®n ¡ªpol¨ªticas de defensa del catal¨¢n, desarrollo de infraestructuras, l¨ªneas generales de Presupuestos en Catalu?a, cuestiones pol¨ªticas del reconocimiento nacional¡ª, ha llegado a su momento decisivo. La idea inicial era cerrarlo el fin de semana para que ERC pudiera discutirlo el lunes en su Ejecutiva, trasladarlo a la votaci¨®n de las bases a finales de semana y, si estas lo aprobaban, convocar la investidura la siguiente semana, el paso m¨¢s delicado de todos. Pero nada est¨¢ cerrado hasta que todo est¨¢ cerrado, y en el ¨²ltimo momento llegan s¨ªntomas de dificultades para cerrar la cuesti¨®n m¨¢s delicada, la financiaci¨®n.

El PSC es quien negocia, con Illa y su equipo a la cabeza, pero detr¨¢s est¨¢ Hacienda con Mar¨ªa Jes¨²s Montero al frente, y F¨¦lix Bola?os como el interlocutor designado por S¨¢nchez para todo lo que tiene que ver con ERC. Montero ya ha dejado claro p¨²blicamente cu¨¢l es su l¨ªmite. ¡°No estoy de acuerdo con una suerte de concierto econ¨®mico para Catalu?a¡±, dijo tras la ¨²ltima reuni¨®n del Consejo de Pol¨ªtica Fiscal. En la batalla de los detalles de esta f¨®rmula que no es un concierto pero s¨ª parece un salto importante es donde se juega en estas horas la investidura de Illa.

Para cerrar un acuerdo que hace unas semanas parec¨ªa imposible, el PSC, el PSOE y ERC tendr¨¢n que superar un ambiente de enorme presi¨®n contra esta investidura, similar al que se vivi¨® cuando Pedro S¨¢nchez estaba a punto de hacerse por tercera vez con la presidencia, en noviembre de 2023. Entonces entraron en juego algunos jueces ¡ªManuel Garc¨ªa-Castell¨®n imput¨® por terrorismo a Carles Puigdemont en la semana decisiva¡ª y ahora tambi¨¦n son muy relevantes, porque el Tribunal Supremo ha impedido de momento la amnist¨ªa para el expresident y para otros pol¨ªticos como Oriol Junqueras, de ERC, mientras otros tribunales s¨ª la est¨¢n aplicando.

Esa decisi¨®n del Supremo puede ser muy relevante para la investidura de Illa, porque Puigdemont ha confirmado que se presentar¨¢ en Catalu?a en unos d¨ªas y casi sin duda ser¨¢ detenido. La imagen del expresident entrando en la c¨¢rcel puede tener una influencia decisiva en el voto de las bases de ERC, el ¨²ltimo escollo para la investidura de Illa. Si los 8.700 militantes republicanos rechazan el acuerdo con el PSC ¡ªsi es que finalmente se cierra¡ª, ya no habr¨¢ marcha atr¨¢s: la repetici¨®n electoral ser¨¢ pr¨¢cticamente inevitable y con ella una nueva inestabilidad para la legislatura de S¨¢nchez. Nadie oculta, ni siquiera en el entorno de Puigdemont, que van a hacer todo lo posible por tumbar el acuerdo PSC-ERC. Y la entrada en la c¨¢rcel del expresident tendr¨ªa efectos imprevisibles en el delicado equilibrio de la pol¨ªtica catalana. ¡°Haremos todo lo que podamos para que Illa no sea presidente¡±, dijo el s¨¢bado Jordi Turull, secretario general de Junts.

Junts tiene adem¨¢s otra carta con la que jugar para complicar las cosas: si lo que pactan ERC y el PSC conlleva alguna reforma legal importante ¡ªen especial, la de la LOFCA, la ley que rige la financiaci¨®n auton¨®mica¡ª, es muy dif¨ªcil pensar que esta pudiera contar con el apoyo del PP, as¨ª que necesitar¨ªa el respaldo de todo el bloque de investidura, y por tanto los votos de Puigdemont ser¨ªan decisivos. Otra cuesti¨®n es si Junts podr¨ªa defender pol¨ªticamente votar en contra de algo que ha defendido siempre, esto es, ampliar el autogobierno fiscal, pero tendr¨ªa ese mecanismo en sus manos.

Las posibles cr¨ªticas en el PSOE

En el otro extremo de esa especie de pinza contra la investidura de Illa est¨¢n el PP y Vox, que tambi¨¦n se est¨¢n moviendo para complicarla. Los populares controlan 13 autonom¨ªas y han sido muy beligerantes desde el principio contra el concepto de ¡°financiaci¨®n singular¡± de Catalu?a que dirige toda esta negociaci¨®n. Aunque es posible que con el tiempo tambi¨¦n les beneficiara a ellos, como se vio con los anteriores acuerdos, el PP ya est¨¢ preparando la ofensiva contra el pacto.

El PP tiene mucha relevancia porque ERC no quiere hacer un pacto ahora que dentro de unos a?os, cuando los populares puedan llegar a La Moncloa con o sin Vox, quede en nada con otro cambio legal. Por eso ERC est¨¢ exigiendo a los socialistas garant¨ªas de que este acuerdo ser¨¢ definitivo y lograr¨¢ una aplicaci¨®n real, que no quedar¨¢ solo en palabras. En este punto tambi¨¦n se est¨¢ complicando la negociaci¨®n en el ¨²ltimo momento, seg¨²n fuentes republicanas.

Adem¨¢s el pacto tendr¨¢ tambi¨¦n cr¨ªticas dentro del PSOE. Es casi seguro el rechazo del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano Garc¨ªa-Page, pero en la c¨²pula de S¨¢nchez preocupa m¨¢s el del asturiano Adri¨¢n Barb¨®n, al que intentar¨¢n convencer. Si hay acuerdo, Montero y otros dirigentes, incluido el propio S¨¢nchez, tendr¨¢n que hacer un gran esfuerzo para explicarlo, como pas¨® con la amnist¨ªa, aunque algunos creen que esto es algo mucho menos duro de tragar que el giro de 180 grados que dio el Gobierno con el perd¨®n al proc¨¦s.

Como es habitual en los ¨²ltimos a?os en la pol¨ªtica espa?ola, todo es extraordinariamente complejo y parece casi imposible, pero hasta ahora Pedro S¨¢nchez y su equipo de m¨¢xima confianza, en el que Illa es una persona clave, siempre han encontrado una salida para resolver la situaci¨®n a costa, claro, de cesiones muy importantes. Este parece ser de nuevo el escenario, que se precipitar¨¢ casi con seguridad hacia un lado u otro en las pr¨®ximas horas.

El delicado momento de ERC

La direcci¨®n de ERC est¨¢ siendo especialmente exigente en la recta final porque quiere un acuerdo impecable para convencer a sus bases de que lo respalden. ERC vive un momento delicado despu¨¦s del duro golpe electoral de las catalanas, que sacar¨¢ al partido de la Generalitat y le ha hecho perder la primac¨ªa del independentismo frente a Puigdemont. La direcci¨®n est¨¢ de salida y vive un momento de tensi¨®n interna muy duro. No es el ambiente ideal para controlar una votaci¨®n de las bases, pero todos los implicados en la negociaci¨®n se est¨¢n esforzando para que el acuerdo sea algo tan s¨®lido que sea muy dif¨ªcil oponerse. Lo que se est¨¢ negociando no es un punto, sino varias p¨¢ginas con un aut¨¦ntico plan de legislatura y pasos nunca alcanzados.

La oposici¨®n es muy fuerte, pero la voluntad de pacto tambi¨¦n lo parece. La direcci¨®n de ERC ha entrado a fondo a negociar porque parece convencida de que una repetici¨®n electoral no cambiar¨ªa las cosas y en las circunstancias actuales es mejor aprovechar el peso decisivo que le han dado las urnas para sacar el mejor acuerdo posible.

Esta semana, dominada por este ambiente de posible cierre de acuerdo en Catalu?a, ha vuelto adem¨¢s a dejar muy claro que la batalla entre los independentistas condiciona de manera muy peligrosa la legislatura de S¨¢nchez e incluso puede acabar con ella. Junts, cada vez m¨¢s inquieto por la posibilidad de que Illa sea president con los votos de ERC y ponga as¨ª en riesgo el futuro pol¨ªtico de su l¨ªder ¡ªPuigdemont ha insistido en que no volver¨¢ para ser el jefe de la oposici¨®n¡ª, ha lanzado un golpe duro para recordar que sin ellos no hay mayor¨ªa, al tumbar la senda de estabilidad, primer paso imprescindible de los Presupuestos.

La secuencia de c¨®mo se conoci¨® esa decisi¨®n muestra c¨®mo est¨¢n las cosas en el independentismo. Como revel¨® el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, en una conversaci¨®n informal que fue grabada por un micr¨®fono en el patio del Congreso, Mar¨ªa Jes¨²s Montero estaba convencida de que Junts votar¨ªa s¨ª. Y con ella todo el Gobierno. Al terminar una reuni¨®n para el plan de regeneraci¨®n con Miriam Nogueras, portavoz de Junts, esta les dijo a Urtasun y Bola?os, como de pasada, que iban a rechazarla. La indignaci¨®n en el Gobierno fue importante. Era un golpe duro e inesperado que enseguida atribuyeron a una ¡°rabieta¡± por los avances en el pacto con ERC.

Este fiasco ha hecho que la oposici¨®n vuelva a pensar que la legislatura es inviable. Pero en el Ejecutivo recuerdan que Junts puede complicarle mucho las cosas al Gobierno, como hizo el martes, pero tiene muy poco margen para tumbarlo. Porque para eso necesitar¨ªa apoyar en una moci¨®n de censura a Alberto N¨²?ez Feij¨®o como presidente. ¡°A ver c¨®mo explicar¨ªan eso en Catalu?a¡±, resumen varios dirigentes socialistas consultados.

Rafael Simancas, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y el hombre clave para tratar de ganar todas las votaciones en el Congreso, daba esta semana un dato para tratar de desmentir esa tesis de Feij¨®o de que S¨¢nchez en realidad no gobierna, sobrevive. De las 527 votaciones en el Congreso en esta legislatura, el Gobierno ha perdido 32 y ha ganado las otras 495. En ese tiempo ha aprobado 12 leyes y ha convalidado seis decretos leyes. La debilidad parlamentaria existe, el Gobierno est¨¢ en minor¨ªa, pero no es tan grave como se puede pensar, insisten en La Moncloa.

Ahora la prioridad es cerrar el acuerdo con ERC y confiar en que lo aprueben sus bases e Illa sea president en breve. Despu¨¦s, cuando Junts haya digerido el trago, S¨¢nchez y su negociador con este grupo, Santos Cerd¨¢n, volver¨¢n a intentar en septiembre recomponer los puentes con ellos para buscar unos posibles Presupuestos. ¡°Con Puigdemont en la c¨¢rcel eso es imposible¡±, resumen fuentes de los independentistas. Ese ser¨¢ el siguiente cap¨ªtulo, en el que Tribunal Constitucional, de nuevo, tendr¨¢ mucho que decir. Y podr¨ªa ser r¨¢pido, porque se trata de derechos fundamentales de alguien en prisi¨®n. Pero esa es la siguiente batalla. Ahora todos est¨¢n concentrados en una que hace unos meses se ve¨ªa imposible y ahora parece cercana, aunque puede frustrarse en el ¨²ltimo momento: la investidura de Illa.