Puigdemont se juega su ¨²ltima carta con el regreso a Catalu?a
El l¨ªder de Junts re¨²ne este s¨¢bado en el sur de Francia a sus fieles para inyectar optimismo en una vuelta incierta y que girar¨ªa el tablero pol¨ªtico
La segunda semana de agosto tiene todos los n¨²meros para convertirse en uno los momentos de m¨¢s voltaje pol¨ªtico del posproc¨¦s. Por un lado, en esos d¨ªas se realizar¨ªa el debate de investidura de Salvador Illa en el Parlament si finalmente hay pacto entre el PSC y ERC. Esa sesi¨®n parlamentaria, adem¨¢s, es el d¨ªa que el expresident Carles Puigdemont fij¨® para volver a Catalu?a tras siete a?os de esquivar la acci¨®n de la justicia en el extranjero y que, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, puede implicar que entre en prisi¨®n preventiva. ?l ha incumplido en el pasado la promesa de volver, pero en su entorno dan por hecho que esta vez s¨ª suceder¨¢. Toda la plana mayor del partido se re¨²ne este s¨¢bado en Am¨¦lie-les-Bains-Palalda (Francia), a la espera de saber c¨®mo su l¨ªder se piensa jugar su ¨²ltima carta pol¨ªtica.
Ambas citas saldan cuentas pendientes del proc¨¦s. El pacto entre republicanos y socialistas en el ¨¢mbito auton¨®mico, aunque no implique compartir el Govern, entierra definitivamente la pol¨ªtica de bloques que caracteriz¨® el ¨®rdago independentista. Y la vuelta de Puigdemont cierra el cap¨ªtulo del ¡°exilio¡± que se abri¨® en 2017 con la intervenci¨®n del autogobierno mediante la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155. Mezcladas generan un c¨®ctel explosivo: la vuelta del expresident podr¨ªa hacer peligrar la investidura de Illa y derivar incluso en una repetici¨®n electoral.
La reuni¨®n de este s¨¢bado, cercana a La Jonquera (Girona), hab¨ªa sido dise?ada inicialmente como un acto de apoyo al expresident y coincide con los cuatro a?os de andadura pol¨ªtica de Junts, una formaci¨®n que ¨¦l fund¨® a su medida. El partido escindido del PDeCAT ¨Dherederos de la extinta Converg¨¨ncia¨D se encuentra en la misma encrucijada que su principal ide¨®logo y no concibe otro escenario que no sea verle como president. A Puigdemont se le hab¨ªa dado muchas veces por muerto pol¨ªticamente y sus detractores pon¨ªan en duda que sus acciones para internacionalizar el independentismo desde su esca?o como eurodiputado y sus batallas judiciales pudieran significarle r¨¦ditos electorales dom¨¦sticos. Pero ha sido un superviviente.
De ah¨ª que sorprendiera el buen resultado de Junts en las pasadas elecciones generales. El flamante co¨¢rbitro de la legislatura junto con ERC complet¨® sin apenas despeinarse el giro copernicano de la confrontaci¨®n directa con el Estado a querer pugnar por el protagonismo en la v¨ªa negociada, llegando incluso a imponer su relato de verdadero padre de la ley de amnist¨ªa. La buena estrella hasta le acompa?¨® en las pasadas elecciones catalanas. Pero pese al buen resultado, Puigdemont qued¨® lejos de Illa y de poder coronar su relato legitimista.
El expresident a¨²n hoy reivindica derecho a intentar la investidura, en una operaci¨®n que necesita la muy dudosa abstenci¨®n del ganador del 12-M. En Junts no llevan bien que la realidad aritm¨¦tica de esa suma no se corresponda con la pol¨ªtica y el forzar la repetici¨®n electoral se ha planteado sin tapujos. El calendario de aplicaci¨®n de la amnist¨ªa abr¨ªa las puertas a una posible campa?a presencial del candidato de Junts, a diferencia de la anterior que hizo desde Francia, pero el Tribunal Supremo cree que los delitos de malversaci¨®n agravada (que implican penas de hasta 12 a?os de c¨¢rcel) por los que se le acusan no son cobijados y mantiene la orden de detenci¨®n nacional en su contra.
Junts se ha lanzado a hacer pol¨ªtica y, por ejemplo, la semana pasada volvi¨® a mostrar su capacidad de desestabilizar la legislatura espa?ola. Pero en la agenda del partido todo gira alrededor de Puigdemont y la meta de que regrese a la Generalitat (que da cierre al relato legitimista) supera cualquier otro objetivo. El expresident, explican en su entorno, ha planeado con un c¨ªrculo muy cerrado las posibilidades y riesgos de su vuelta y se respetar¨¢ su plan. Todo ha ganado velocidad ante la decisi¨®n de ERC de querer cerrar antes de que acabe julio el preacuerdo de investidura, evitando agotar el plazo del 26 de agosto.
Voces cercanas al expresident descartan que use t¨¢cticamente su vuelta y se haga coincidir, por ejemplo, con la consulta a las bases de ERC sobre la investidura. En las filas republicanas hay cierto temor sobre el efecto que eso podr¨ªa tener con un Puigdemont que, si bien est¨¢ lejos del mill¨®n de votos que lleg¨® a obtener en las europeas de 2019 (el 12-M roz¨® los 680.000), mantiene su influencia en el independentismo. Puigdemont cumplir¨¢ con su palabra, explican dirigentes de Junts, y vendr¨¢ para el pleno. El presidente de la C¨¢mara, Josep Rull, de hecho, intenta blindar el Parlament para evitar que la detenci¨®n suceda en sus instalaciones.
Los abogados de Puigdemont dan por sentado que la decisi¨®n del TS de no aplicarle la amnist¨ªa implicar¨¢ su detenci¨®n. Una foto que llegar¨ªa en un momento delicado, servir¨ªa para alentar los ¨¢nimos de un independentismo desmovilizado y seguramente volver¨ªa a captar cierta atenci¨®n internacional. Pero m¨¢s all¨¢ de los efectos que tuviera en la coyuntura pol¨ªtica, ese encarcelamiento preventivo tambi¨¦n permite al expresident explorar un camino muy incierto pero con r¨¦ditos palpables.
Por un lado, est¨¢ el riesgo de no saber con seguridad cu¨¢nto tiempo podr¨ªa estar en prisi¨®n, salt¨¢ndose adem¨¢s uno de sus principales postulados: que jam¨¢s ir¨ªa a una c¨¢rcel en Espa?a. Pero por el otro, est¨¢ el escenario en que la detenci¨®n derive en una cascada de recursos y que obligar¨ªa en ¨²ltima instancia al Tribunal Constitucional a tener que pronunciarse de forma gen¨¦rica sobre la ley de amnist¨ªa. Puigdemont tal vez se vea obligado a un regreso menos apote¨®sico de lo que querr¨ªa pero, a cambio, ver¨ªa c¨®mo una decisi¨®n r¨¢pida del TC que aclare su panorama judicial no tarde a?os.
Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.