Dos muertes sin justicia a bordo de una narcolancha
Las familias de dos fallecidos en 2020 en un accidente contra la polic¨ªa de Gibraltar denuncian el bloqueo de una causa en la que ni han logrado a¨²n los certificados de defunci¨®n
El ceut¨ª Mohamed A. A. acord¨® con su mujer dos llamadas la noche del 8 de marzo de 2020. Hab¨ªa decidido volver a embarcarse en una de esas narcolanchas que hab¨ªa dejado atr¨¢s despu¨¦s de casarse. Solo ten¨ªa que aguantar en el mar una goma vac¨ªa con problemas t¨¦cnicos, seg¨²n le cont¨® a su esposa, sin entrar en m¨¢s detalles, en el primer telefonazo. Pero nunca lleg¨® la segunda comunicaci¨®n. ¡°Estaba esperando que volviese al d¨ªa siguiente, pero recib¨ª la llamada de un familiar que me dijo que hab¨ªa fallecido. Fue muy impactante¡±, rememora F¨¢tima, que pide ocultarse tras un nombre ficticio. Su marido, de 40 a?os, y otro acompa?ante, Mustafa D. M., de 49, hab¨ªan muerto en un choque accidental cuajado de aparentes irregularidades en el que estuvo implicada una lancha de la polic¨ªa de Gibraltar.
Cuatro a?os y cinco meses despu¨¦s del accidente, el caso judicial est¨¢ archivado provisionalmente en Espa?a; y atascado a¨²n en la fase de instrucci¨®n forense en los tribunales de Gibraltar. Las familias de los dos fallecidos ni siquiera han recibido a¨²n el certificado de defunci¨®n, pese a que est¨¢n enterrados desde entonces en el cementerio de Ceuta. ¡°Estamos en un limbo¡±, apunta Rafael Jim¨¦nez de Vicu?a, uno de los abogados de las acusaciones: ¡°No s¨¦ si hay una situaci¨®n diplom¨¢ticamente tensa y no les interesa remover, pero a nivel judicial nos tienen atados de pies y manos¡±. Y esa realidad estrangula a las familias. ¡°Mis tres hijos de nueve, ocho y seis a?os se han quedado hu¨¦rfanos y sin documentaci¨®n. Les est¨¢n negando derechos. No pueden ni tener pasaporte, ni pensi¨®n de orfandad¡±, se desespera F¨¢tima.
El suceso ahora encallado en la Justicia ocurri¨® en la madrugada del 8 de marzo de 2020. Junto a Mustafa y Mohamed, en la semirr¨ªgida viajaban Nordin D. L., sobrino del primero, y Bruno M. G. S., los dos supervivientes de la tragedia. Corr¨ªan las 3.34 cuando la patrullera de la Royal Gibraltar Police (RGP) Sir John Chapple inici¨® una persecuci¨®n contra la narcolancha, a pesar de que la embarcaci¨®n ¡ªconsiderada g¨¦nero prohibido en ambos lados de la frontera¡ª se encontraba en aguas que Gibraltar ni reclama como suyas. Apenas nueve minutos despu¨¦s de giros y pasadas, la escaramuza acab¨® en un violento choque en el que la lancha policial, reforzada con una quilla dentada, pas¨® por encima en diagonal, de popa a proa, de la semirr¨ªgida, que en ese momento viajaba sin carga. La embestida hiri¨® a Nordin y Bruno, mat¨® en el acto a Mohamed e hiri¨® mortalmente a Mustafa.
Justo despu¨¦s de la colisi¨®n, ocurrida a 6,36 millas (11,78 kil¨®metros) al este de la playa de Santa B¨¢rbara de La L¨ªnea de la Concepci¨®n, la lancha policial amarr¨® la narcolancha y la remolc¨® hasta el puerto de Gibraltar. Todos esos movimientos, incluido el choque, quedaron registrados en las c¨¢maras y sensores del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) y acabaron formando parte de un atestado elaborado por la Comandancia de Algeciras de la Guardia Civil. Los agentes espa?oles incluso llegaron a tomar declaraci¨®n a los dos supervivientes. Ambos aseguraron que los dos polic¨ªas gibraltare?os que viajaban en la lancha de la RGP no proporcionaron auxilio a Mustafa y que realizaron el viaje de regreso con el GPS apagado, hasta poco antes de llegar a tierra.
El accidente, ocurrido en pleno transcurso de las negociaciones post-Brexit entre el Reino Unido y Espa?a, pronto se convirti¨® en una mara?a legal. El lugar del suceso, en aguas espa?olas, deriv¨® en la apertura de una investigaci¨®n judicial en el Juzgado de Instrucci¨®n N¨²mero 4 de La L¨ªnea de la Concepci¨®n que apenas ha podido avanzar en estos a?os. El Juzgado lleg¨® a emitir una orden europea de investigaci¨®n para intentar identificar a los implicados en el accidente, que tard¨® m¨¢s de un a?o en acabar rechazada por un defecto de forma. Tras reiteradas peticiones no satisfechas, las pesquisas acabaron sobrese¨ªdas provisionalmente en abril del a?o pasado a petici¨®n de la Fiscal¨ªa de Algeciras, que se opuso a las peticiones que hicieron los abogados de la acusaci¨®n ¡ªcon duras cr¨ªticas hacia ellos¡ª para intentar impulsar la causa. El Ministerio de Justicia espa?ol ha eludido aclarar, a preguntas de EL PA?S, cu¨¢ntos requerimientos lleg¨® a realizar al Pe?¨®n para que respondiese a la orden de investigaci¨®n.
Al otro lado, Gibraltar abri¨® su propia instrucci¨®n forense, a¨²n inconclusa. En ella se basan en la Fiscal¨ªa del Pe?¨®n para asegurar que ¡°Gibraltar no puede, de momento, dar curso a requerimientos judiciales¡± espa?oles. En 2021, un jurado de aquella instrucci¨®n ¡ªel sistema procesal ingl¨¦s es distinto al espa?ol¡ª emiti¨® un veredicto por el que consideraba que los dos agentes sospechosos podr¨ªan haber cometido un ¡°homicidio ileg¨ªtimo¡±. Pero los dos agentes ¡ªque ya no forman parte del cuerpo desde hace dos a?os¡ª recurrieron ante un tribunal de apelaci¨®n, que ha ordenado una nueva investigaci¨®n. A su vez, las familias de los fallecidos recurrieron ese pronunciamiento el pasado junio al Comit¨¦ Judicial del Consejo Privado del Reino Unido, el m¨¢ximo tribunal de apelaci¨®n de Gibraltar.
La mara?a legal tambi¨¦n lleg¨® a los certificados de defunci¨®n, nunca emitidos para los dos fallecidos, pese a que los allegados s¨ª recibieron autorizaci¨®n en su d¨ªa para repatriar los dos cuerpos desde Gibraltar y enterrarlos en Ceuta. La complejidad del suceso ¡ªuno de los finados falleci¨® en Espa?a, pero acab¨® en el Pe?¨®n; y el segundo ya muri¨® all¨ª¡ª complic¨® el tr¨¢mite hasta el extremo de que los tres hijos que dejaron cada uno, Mohamed y Mustaf¨¢ ¡ªen este caso, totalmente hu¨¦rfanos¡ª, nunca han podido reclamar a una pensi¨®n de orfandad. En el caso de los v¨¢stagos menores, como el caso de Mohamed, el agravio se hace mayor. ¡°No puedo gestionar nada del d¨ªa a d¨ªa que necesite la firma de su padre. Estamos en limbo. Lo que estamos viviendo es de pel¨ªcula¡±, se queja F¨¢tima.
La viuda asegura haber ido con el papel que le dieron para el traslado del cad¨¢ver en su d¨ªa ¡°a todos lados y no vale de nada¡±. El abogado de la familia, Rafael Jim¨¦nez, reconoce su estupefacci¨®n por la falta de certificado que, en el caso de Espa?a, deber¨ªa haber expedido el Registro Civil de La L¨ªnea que, durante un tiempo, estuvo dirigido por la misma juez que instru¨ªa la causa espa?ola. ¡°Esto es una cuesti¨®n de voluntad. Si est¨¢s investigando un delito que le ha costado la vida a unas personas, podr¨ªa haberse hecho la solicitud para registrar el fallecimiento¡±, se queja el letrado. Mientras, en Gibraltar aclaran que son las familias las que deber¨ªan pedir el certificado a su Registro Civil para Mustaf¨¢, que muri¨® en aguas que considera suyas, y plantear el caso al instructor forense para Mohamed. Al saber de la reivindicaci¨®n de las familias, desde Gibraltar aseguran que ¡°el magistrado instructor se ha dirigido en este sentido a los familiares¡±.
Pero F¨¢tima no tiene a¨²n constancia alguna de esa comunicaci¨®n, asegura. Desesperados, ella y unos 60 familiares y allegados han protagonizado ya dos manifestaciones a las puertas de la comisar¨ªa de Gibraltar. Exigen justicia para sus familiares, a los que consideran que las Administraciones de uno y otro lado est¨¢n proporcionando un trato degradante por viajar en una narcolancha. ¡°No veo l¨®gico que su vida valga menos que la de otros. ?Qu¨¦ son? ?Dos perros? Eran ciudadanos con derechos y deberes¡±, explica indignada otra de las familiares de los fallecidos, que tambi¨¦n pide anonimato. ¡°Yo lo he pasado muy mal, pero mis hijos me dan la fuerza para seguir adelante. Llevamos cuatro a?os y medio sufriendo¡±, reconoce F¨¢tima, determinada a manifestarse las veces que sean necesarias hasta conseguir respuestas.
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