Ceuta, ante la llegada de menores migrantes: ¡°No podemos solos¡±
La ciudad adapta con urgencia sus recursos para dar cobijo a los reci¨¦n llegados. ¡°Estar en naves no se puede mantener de forma indefinida¡±, subraya el fiscal
Am¨ªn y Dalil, dos j¨®venes marroqu¨ªes de 17 a?os, suben con prisa la carretera camino al pol¨ªgono del Tarajal de Ceuta, muy cerca de la frontera con Marruecos. Quieren cumplir el horario que les han marcado sus monitores para una salida de tiempo libre y no pueden demorarse mucho. Ambos est¨¢n acogidos por la ciudad aut¨®noma desde comienzos de agosto, cuando decidieron tirarse al mar y cruzar la frontera a nado. Esos d¨ªas, la ciudad aut¨®noma comenz¨® a recibir un goteo constante de entradas de menores migrantes, que se ha ido intensificado en la ¨²ltima semana hasta el punto de que este jueves el Ejecutivo local lanz¨® una llamada de auxilio a Gobierno y comunidades aut¨®nomas para que se articulen mecanismos que permitan trasladar a estos adolescentes a otros puntos de la Pen¨ªnsula, como se intent¨® hacer en julio en el Congreso, pero fracas¨® por el rechazo de PP, Vox y Junts a la reforma de la ley de extranjer¨ªa. Las instalaciones de acogida de la ciudad est¨¢n desbordadas y se est¨¢n reorganizando, quitando espacio para aulas, despachos o instalaciones destinadas al almacenaje, priorizando que estos ni?os y adolescentes tengan espacios para dormir. Al menos, hasta que se abran otras o baje la presi¨®n migratoria, se?alan fuentes del ¨¢rea de menores.
El Gobierno ceut¨ª, presidido por el popular Juan Jes¨²s Vivas, est¨¢ reclamando soluciones estructurales antes de que la situaci¨®n empeore. El Ejecutivo central les ha prometido que agilizar¨¢ los 87 traslados voluntarios que fueron pactados en julio a otras comunidades. Este mecanismo que viene aplic¨¢ndose desde 2022 volver¨¢ a activarse para esta situaci¨®n de crisis, asegura el consejero de Presidencia y Gobernaci¨®n, Alberto Gait¨¢n, con competencia en el ¨¢rea de menores. Ya se ha empezado a hacer los informes, aunque es un procedimiento que suele llevar tiempo. Los menores ya pactados se trasladan con cuentagotas a la pen¨ªnsula, ya que se tienen que cumplimentar numerosos tr¨¢mites que garanticen el proceso, y algunas comunidades de destino tambi¨¦n alegan que no tienen capacidad. Pero el ritmo de llegadas es superior al de las salidas. ¡°Tenemos los recursos con un 356% de sobreocupaci¨®n, lo cual es much¨ªsimo, hemos tenido que poner en funcionamiento cinco recursos provisionales para que los ni?os no est¨¦n hacinados y darles atenci¨®n. Lo que tenemos que poner de manifiesto al Gobierno es que no podemos sostener solos esta situaci¨®n y que si la presi¨®n contin¨²a a este ritmo tienen que salir m¨¢s, tienen que salir m¨¢s a la fuerza¡±, explica el consejero Gait¨¢n.
La ciudad ten¨ªa 416 menores migrantes acogidos hasta este viernes, a pesar de que su capacidad reconocida es de unos 130. Alberga a cinco de estos ni?os y adolescentes por cada 1.000 habitantes, cuando la media nacional no llega al 0,001 por 1.000, argumentan. Junto con Canarias, donde viven casi 6.000 menores migrantes y tiene una capacidad m¨¢xima estimada en 2.000, y Melilla, eran las principales beneficiarias de la reforma de extranjer¨ªa truncada en el Congreso.
Hasta el 15 de agosto, las 31.155 llegadas de personas migrantes por tierra y por mar en todo el territorio espa?ol suponen un crecimiento del 66% con respecto a 2023, aunque las cifras globales revelan un frenazo si se compara con el ritmo de principios de a?o. En esos n¨²meros, la v¨ªa canaria, por la que se juegan la vida el 70% de los migrantes que entran en Espa?a de forma irregular, se ha duplicado respecto al a?o pasado.
El frente de Marruecos es Ceuta. Con casi 20 kil¨®metros cuadrados de extensi¨®n y 83.000 habitantes, la frontera sur de Europa situada en la orilla africana del estrecho de Gibraltar, ha registrado un incremento de un 175% de entradas por v¨ªa terrestre (que incluyen los que llegan a nado) con respecto al a?o pasado, y suman ya 1.605 personas, seg¨²n Interior. En las primeras dos semanas de agosto han llegado 251 migrantes, un 15% del total en lo que va de a?o. La estad¨ªstica oficial solo refleja las entradas, no los intentos que se han registrado, y con los que los agentes de la Guardia Civil y la polic¨ªa marroqu¨ª se enfrentan cada d¨ªa sin descanso.
Los j¨®venes Am¨ªn y Dali, cuyos nombres han sido cambiados, explicaban en la tarde del mi¨¦rcoles que tomaron la decisi¨®n de tirarse al mar y entrar nadando en Ceuta para buscar ¡°un futuro mejor¡±. Equipados con trajes de neopreno, flotadores y aletas de buzo permanecieron cinco horas en el agua y lograron salir ¡°sin que los vieran¡± los agentes de Guardia Civil de la aduana. Pasaron ¡°miedo¡±, aunque cuando pisaron la playa, tambi¨¦n se sintieron ¡°muy felices¡±, a?aden. Hab¨ªan logrado entrar en un pa¨ªs en el que est¨¢n seguros de que tendr¨¢n ¡°una mejor vida¡±. Estos dos amigos dan los mismos motivos para emigrar irregularmente que otros cuatro chicos, tambi¨¦n menores marroqu¨ªes de 17 a?os, que regresan ese mismo d¨ªa en diferentes tandas a su centro de acogida, situado a escasos metros de la frontera del Tarajal. Quieren buscar trabajo, aprender un oficio o continuar con el que hab¨ªan empezado porque sienten que no ten¨ªan oportunidades, ni nada que hacer.
Vestidos con bermudas y camiseta, se confunden con otros muchos adolescentes que pasean en chanclas por las calles de la ciudad aut¨®noma. Explican en ¨¢rabe, con frases cortas y cierta timidez, que crecieron en la ciudad costera de Rinc¨®n, situada a 25 kil¨®metros de Ceuta, y se lanzaron juntos al mar. Am¨ªn mantiene que all¨ª ten¨ªan muy poco que hacer, ¨¦l realizaba ¡°peque?os trabajos de tapicer¨ªa¡± de forma espor¨¢dica y Dalil se encargaba de vender ¡°arreglos de dulces y caramelos¡±. Los seis menores entrevistados ese d¨ªa coinciden en que Ceuta es solo una estaci¨®n de paso hasta su objetivo: ¡°queremos llegar a Espa?a¡±, dicen en referencia a la Pen¨ªnsula, donde aspiran a conseguir su sue?o de una vida mejor.
¡°Desde que se cerr¨® la frontera por la pandemia comenzaron a venir nadando desde las dos zonas fronterizas (por la bah¨ªa sur, en la zona del Tarajal y donde est¨¢ la aduana; y en la parte norte, en el l¨ªmite con el n¨²cleo ceut¨ª de Benz¨²). Tambi¨¦n se increment¨® el flujo de motos de agua y embarcaciones¡±, relata un agente que participa en los dispositivos de control migratorio y rescate. ¡°Ten¨ªamos una media de 20 o 25 nadadores por turno, pero desde hace un mes se ha ido incrementando exponencialmente y no sabemos por qu¨¦¡±, reconoce. La cifra de esos nadadores, mayoritariamente marroqu¨ªes, aunque tambi¨¦n hay algunos argelinos, empez¨® a subir a 70 u 80 por noche, pero en las ¨²ltimas dos semanas se han situado entre 100 y 150. La noche del pasado domingo al lunes, participaron en el control y rescate del agua de m¨¢s de 350 personas. ¡°Cerca del 90% de los que lo intentan son recogidos por la Marina marroqu¨ª o por el Servicio Mar¨ªtimo de la Guardia Civil [encargados de la vigilancia de las aguas territoriales espa?olas]. El resto sabemos que se cuelan o se hunden antes de que podamos recogerlos. No damos abasto¡±, mantiene.
Los familiares de los migrantes que no tienen noticias de ellos tras el intento recurren al diario El Faro de Ceuta para que les ayude difundiendo sus fotograf¨ªas. ¡°Desde la crisis de mayo (de 2021, tras la entrada masiva de 10.000 personas) no se recuerda otro periodo de peticiones¡±, recog¨ªa ayer el diario local. Todos los casos coinciden. Son personas que se perdieron al cruzar la l¨ªnea del Tarajal por mar.
¡°La prioridad es salvar vidas¡±, precisa otro agente de la Guardia Civil con amplia experiencia en la ciudad aut¨®noma. Los dispositivos espa?oles colaboran con los efectivos marroqu¨ªes, tanto de la Marina como terrestres, para rescatarlos. Aunque el despliegue del lado marroqu¨ª no es el mismo todos los d¨ªas, coinciden varias fuentes, y cuando eso ocurre, el trabajo se les acumula a los agentes espa?oles.
Quienes entran de forma irregular son mayoritariamente menores de edad de 16 o 17 a?os, que pasan al sistema de acogida de la ciudad, pero tambi¨¦n hay adultos, que son derivados al Centro de Estancia Temporal (CETI), igualmente muy tensionado por las entradas a nado, ya que tiene capacidad para 512 personas y a comienzos de esta semana superaba los 600 ocupantes.
Los centros de acogida de menores han vivido este mes al menos cuatro d¨ªas con 20 entradas diarias y en la ¨²ltima semana, de viernes a viernes, han recibido a 96 chicos. ¡°20 ingresos diarios son muchos para nosotros¡±, explican fuentes del ¨¢rea de menores. Los ubican en ocho instalaciones en funci¨®n de sus perfiles, como un centro de gesti¨®n p¨²blica, pisos, un antiguo hostal habilitado o instalaciones creadas con m¨®dulos, recursos que gestionan Samu y Engloba, entidades contratadas por el Gobierno ceut¨ª.
El centro el que Am¨ªn y Dalil, denominado Nueva Esperanza, es uno de esos recursos de urgencia acondicionado en los ¨²ltimos meses por si se encontraban con una situaci¨®n de crisis. Se trata de una antigua nave industrial que ya se emple¨® para acoger a menores ante las llegadas multitudinarias de mayo de 2021 y cuyas p¨¦simas condiciones se denunciaron entonces. En su interior se han dispuesto ahora una serie de casitas prefabricadas con literas, espacios de comedor y ba?os. ¡°No deja de ser una nave, pero es un recurso de emergencia¡±, puntualizan fuentes del ¨¢rea de menores, que subrayan en la mejora sustancial y que cumplen con los informes pertinentes. Con todo, sigue siendo una nave cerrada y sin ventanas que den al exterior.
Polic¨ªa Nacional y la Fiscal¨ªa de Menores, que realizan los tr¨¢mites para determinar su edad, tambi¨¦n trabajan a marchas forzadas estos d¨ªas. Los agentes y el fiscal de menores se han desplazado por motivos pr¨¢cticos a la nave habilitada cuando lo habitual es que se haga en dependencias policiales y fiscales. El fiscal Jos¨¦ Luis Puerta acudi¨® el 15 de agosto al centro para o¨ªr a unos 70 menores y recabar el consentimiento para someterse a las pruebas radiol¨®gicas. ¡°Lo m¨¢s r¨¢pido es que fu¨¦ramos nosotros, por eso lo hicimos¡±, explica. Entre las funciones de la fiscal¨ªa tambi¨¦n est¨¢ hacer un seguimiento de su situaci¨®n y visitar los centros en los que se encuentran. ¡°Que todos los d¨ªas tengan nuevos menores supone que pr¨¢cticamente cada mes tengan necesidad de abrir un edificio o una nueva zona. Econ¨®micamente es inviable y materialmente tambi¨¦n, porque aqu¨ª no hay lugar para estas personas¡±, argumenta el fiscal. ¡°Estar en naves industriales como motivo de emergencia est¨¢ bien, pero tampoco se puede mantener en el tiempo indefinidamente, porque eso no son formas, no son lugares para residir, aunque tambi¨¦n hay que adaptarse a lo que hay¡±, a?ade. ¡°El tema es la asistencia material a tanto chaval, porque los 400 comen todos los d¨ªas y tienen que dormir, y necesitan camisetas, y ese es el problema fundamental, pero que no es un problema ni de convivencia ni de orden p¨²blico ni nada por el estilo, a?ade.
Los motivos de estas llegadas en este momento no est¨¢n claros. Algunas fuentes creen que la Operaci¨®n Paso del Estrecho, en la que muchos marroqu¨ªes regresan cada verano a casa por vacaciones desde sus pa¨ªses de residencia puede influir en el deseo de lograr tener una vida mejor. ¡°Llegan con grandes coches, algunos con cierta antig¨¹edad, pero de buena apariencia, con regalos de bicicletas y se pasan unas vacaciones a todo lujo, aunque luego no lleven una vida tan ostentosa en la realidad, y pueden producir un espejismo¡±, explica un agente. ¡°Creo que es una moda de los j¨®venes y lo hacen porque lo ven en sus amigos¡±, opinaba una mujer que se acerc¨® el viernes a las dos de la madrugada a la frontera para intentar recabar informaci¨®n de un menor que se hab¨ªa lanzado al agua esa misma noche. La mujer, que caminaba con muletas y se lamentaba por su desgracia, pregunt¨® a los agentes si el chico estaba entre la decena que hab¨ªan llevado hasta la frontera hasta ese momento. ¡°La verdad es que esto no les hac¨ªa falta¡±, comenta.
El ¨¢rea de menores de Ceuta ha detectado un cambio en el perfil del menor que accede a la ciudad. Mientras que antes de la crisis migratoria de 2021 acog¨ªan a muchos chicos que viv¨ªan en la calle, ahora vienen de familias normalizadas. ¡°De esos 400, no hay ninguno que est¨¦ internado en un centro [porque haya cometido alguna infracci¨®n y se le haya privado de libertad]¡±, destacan, como muestra de que los migrantes tienen buen comportamiento y no generan problemas. Muchos de ellos tienen gente conocida en Ceuta. Un 80% viene de la regi¨®n de T¨¢nger- Tetu¨¢n, seg¨²n datos del ¨¢rea. La edad parte de 16 a?os en adelante, muy pr¨®xima a la mayor¨ªa de edad, aunque tambi¨¦n hay algunos ni?os menores, que creen que han tenido que recibir ayuda para cubrir un trayecto a nado, que puede ir de tres a ocho kil¨®metros en funci¨®n de los tres puntos de salida y entrada m¨¢s comunes, y en el que entran en juego otros elementos como una posible desorientaci¨®n o la presencia de corrientes.
Con niebla, m¨¢s intentos de entrada
¡°Las noches de niebla son un no parar¡±, aseguraba un agente de la Guardia Civil en la madrugada del jueves al viernes. El trasiego de embarcaciones, patrulleras del Servicio Mar¨ªtimo con sus rotativos y luces, adem¨¢s de los coches patrulla y de los agentes que estaban a pie, se mantuvo hasta la luz del d¨ªa. Unas 400 personas se lanzaron al agua desde las playas marroqu¨ªes de Castillejos y la polic¨ªa marroqu¨ª despleg¨® un amplio dispositivo. Las im¨¢genes de las patrullas marroqu¨ªes r¨¢pidamente llegaron al otro lado de la frontera y los ceut¨ªes que se encontraban por la playa cercana, pescando o charlando, no perd¨ªan de vista los movimientos de los agentes espa?oles. Pasada la medianoche, dos guardias bajaron a la playa m¨¢s cercana y minutos despu¨¦s auxiliaron a un joven que sal¨ªa del agua exhausto. Vestido tan solo con un ba?ador, tiritaba, mientras los agentes le acompa?aban. ¡°Dice que es menor, que tiene 16 a?os¡±, grit¨® uno de los agentes a otro que estaba fuera de la playa. El chico, con una botella de agua de litro y medio en las manos, fue conducido hasta las instalaciones de la aduana. Dos mujeres con cinco ni?os de diferentes edades observaban la actuaci¨®n. ¡°?No le van a hacer da?o, no?¡±, le preguntaba un peque?o de unos cinco a?os a su madre. ¡°Ha habido un rato de niebla y han aprovechado. Estaban esperando para recorrer el camino en la playa de Castillejos y saltar¡±, explica un hombre que se suma a un corrillo asegurando que acababa de cruzar la frontera y lo ha presenciado. ¡°Hab¨ªa mucha polic¨ªa marroqu¨ª¡±. El servicio mar¨ªtimo de la Guardia Civil auxili¨® a 47 personas que cruzaron la frontera nadando. El viernes, los centros de acogida recibieron a diez menores. Por la ma?ana, una vez que se hab¨ªa levantado el dispositivo nocturno, los nadadores segu¨ªan llegando.
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