Desmentir a ERC
Nadie ha entendido c¨®mo durante semanas se le ha dado todo el espacio a Esquerra para fijar la narrativa del concierto ni nadie termina de entender cu¨¢l es el plan maestro de S¨¢nchez para el sistema de financiaci¨®n de las autonom¨ªas
El acuerdo entre los socialistas y ERC habla de ¡°establecer un nuevo modelo de financiaci¨®n para Catalu?a basada en la negociaci¨®n bilateral con el Estado¡±. El pacto que ha hecho presidente a Salvador Illa establece que sea la Generalitat ¡°quien gestione, recaude, liquide e inspeccione todos los impuestos¡±, y asegura que solo despu¨¦s se establecer¨¢ ¡°la aportaci¨®n catalana a las finanzas del Estado¡±, en funci¨®n ¡°del coste de los servicios que el Estado presta a Catalu?a¡± m¨¢s una aportaci¨®n a la ¡°solidaridad¡±. Esquerra bautiz¨® ese pacto como ¡°concierto fiscal¡± desde el primer minuto. Socialistas de gran octanaje como Josep Borrell hablan tambi¨¦n a las claras de ¡°concierto¡±. Las derechas y la opini¨®n publicada de sesgo conservador y ultraconservador han ido mucho m¨¢s lejos: del ¡°cupo catal¨¢n¡± y el ¡°confederalismo¡± fueron ascendiendo al ya tradicional Espa?a se rompe, y de ah¨ª queda poca distancia hasta el Apocalipsis de San Juan y los hongos nucleares.
Ese pacto, en fin, es ambiguo. Como todos los pactos que se firman entre dos partes que est¨¢n muy alejadas. Tiene un par de escapatorias ¨Cno hay mayor¨ªas para sacarlo adelante, y la solidaridad tiene que pactarse entre los socialistas catalanes y los socialistas espa?oles¡ª y todo hace pensar que dif¨ªcilmente se va a aplicar: es un acuerdo pensado, lisa y llanamente, para investir a Illa. Esquerra obtiene un dividendo jugoso en t¨¦rminos de relato, y se saca de encima definitivamente a Junts. El PSC accede al poder despu¨¦s de muchos a?os, y abrocha ese sintagma tan cascabelero de ¡°fin del proc¨¦s¡±. ?Qu¨¦ sacan el PSOE y La Moncloa? Esa respuesta fue desde el principio m¨¢s difusa. Algunas voces hablan simple y llanamente de una posible triqui?uela consentida por Esquerra, a trav¨¦s de la ambig¨¹edad y las escapatorias citadas m¨¢s arriba. Los m¨¢s locuaces apuntan a que S¨¢nchez suele disparar primero y preguntar despu¨¦s: puede decir que ha pacificado Catalu?a, y que ha hecho president a Illa, y si luego resulta dif¨ªcil sacar rentabilidad pol¨ªtica de ese acuerdo ¡ªsi es que el acuerdo llega a aplicarse¡ª, ya se ver¨¢. Hasta ayer estaba claro que los socialistas catalanes estaban relativamente tranquilos con ese pacto, y que del Ebro para abajo hab¨ªa mucha m¨¢s preocupaci¨®n. Nadie ha entendido c¨®mo durante semanas se le ha dado todo el espacio a Esquerra para fijar la narrativa del concierto (m¨¢s all¨¢ del hecho de que de ERC depend¨ªa la presidencia de Illa). Nadie termina de entender cu¨¢l es el plan maestro de S¨¢nchez para el sistema de financiaci¨®n de las autonom¨ªas, que es otra manera de hablar de la reforma del modelo de Estado.
Mar¨ªa Jes¨²s Montero, vicepresidenta del Gobierno, alto cargo del PSOE y m¨¢xima responsable de esa reforma de un modelo de financiaci¨®n que lleva a?os caducado, apareci¨® este mi¨¦rcoles desde Rota para decir que todo es mentira. No hay concierto, y el que diga lo contrario, miente. ¡°No es un concierto econ¨®mico, ni una reforma al uso del sistema de financiaci¨®n¡±, ¡°y el que diga lo contrario miente¡±. ?Qu¨¦ es, entonces? Un esplendoroso ni fu ni fa. Despu¨¦s de casi un mes de silencio, es llamativo que ahora Montero salga a desmentir a Esquerra con esa contundencia.
Hace justo 20 a?os, el periodista Ron Suskind acu?¨® el t¨¦rmino ¡°comunidad basada en la realidad¡± para calificar las industrias y andanzas del Gobierno de George W. Bush en Irak. ¡°Un asesor [de Bush] me dijo que tipos como yo estaban en lo que llamamos la comunidad basada en la realidad, que ¨¦l defini¨® como la gente que cree que las soluciones proceden del estudio racional de la realidad. Asent¨ª y murmur¨¦ algo sobre los principios de la ilustraci¨®n y el empirismo. Me cort¨®: as¨ª ya no funciona el mundo, me dijo. Ahora somos un imperio y cuando actuamos, creamos nuestra propia realidad. Y mientras vosotros estudi¨¢is esa realidad, nosotros actuamos de nuevo creando otras realidades, que tambi¨¦n pod¨¦is estudiar, y as¨ª es como son las cosas¡±. Eduardo Mendoza lo dijo una vez a¨²n m¨¢s claro: ¡°La vida [l¨¦ase la pol¨ªtica en este caso] es as¨ª, como el f¨²tbol: unos cuantos juegan y el resto lo comenta¡±. ERC y los socialistas firmaron un pacto con ambig¨¹edades y escapatorias hace unas semanas, probablemente inaplicable, y Montero lo reinterpret¨® ayer para calmar a la familia socialista. Sigue sin conocerse el plan maestro del PSOE sobre el modelo territorial, si es que lo hay. Quienes pensaban que el pacto entre PSC y ERC era una suerte de indicador adelantado, tras el desmentido de Montero deber¨ªan releer a Suskind y su comunidad basada en realidad. Illa es ya president y la inestable alianza entre socialistas y Esquerra sigue ah¨ª, a pesar de las amenazas de los independentistas; esos eran los dos objetivos. Para todo lo dem¨¢s hay que acordarse de un refr¨¢n caribe?o, ¡°lo m¨¢s seguro es que qui¨¦n sabe¡±.
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