El Gobierno conf¨ªa en que Junts volver¨¢ a la mayor¨ªa: ¡°No pueden estar as¨ª tres a?os¡±
El Ejecutivo aplica la l¨®gica pol¨ªtica, pero no tiene informaci¨®n de lo que pasa en el mundo Puigdemont
En el Gobierno hay una m¨¢xima instalada que sirve como mecanismo de defensa ante cualquier situaci¨®n tormentosa de la mayor¨ªa como la que se produjo el mi¨¦rcoles por la noche, cuando Junts cambi¨® su voto en el ¨²ltimo momento y tumb¨® una iniciativa de Sumar para intentar combatir la v¨ªa de agua de la ley de vivienda que han encontrado los propietarios con los alquileres temporales. ¡°Solo hay una cosa m¨¢s dif¨ªcil que armar la investidura de S¨¢nchez: desarmarla¡±, repiten como un mantra varios miembros del Ejecutivo. Se refieren a que, a pesar de los vaivenes de los apoyos parlamentarios del Gobierno, que sufre derrotas casi cada semana desde la investidura de Salvador Illa ¡ªque indign¨® a Junts¡ª, no hay opciones de una mayor¨ªa alternativa y es inviable una moci¨®n de censura que una los votos del PP, Vox y Junts para hacer presidente a Alberto N¨²?ez Feij¨®o.
Por eso, por mucho que la situaci¨®n inquiete y moleste al Ejecutivo, sobre todo por la sensaci¨®n de debilidad y lo poco confiable que se ha vuelto Junts para ellos, diversos miembros del Gobierno insisten en que la ¨²nica opci¨®n posible a medio plazo, al menos desde la l¨®gica pol¨ªtica, es que Junts vuelva al cauce de la mayor¨ªa y empiece a jugar de verdad en pol¨ªtica para sacar partido a sus decisivos siete votos con negociaciones. En el Gobierno parten de la base de que Pedro S¨¢nchez va a estar en el poder al menos tres a?os m¨¢s, porque no piensa adelantar las elecciones, as¨ª que Junts tendr¨¢ que hacer pol¨ªtica.
¡°No pueden estar as¨ª tres a?os, tendr¨¢n que digerir que Salvador Illa es president, que para ellos es un golpe muy duro, y volver al di¨¢logo¡±, resume un miembro del Gobierno. ¡°Ellos est¨¢n heridos por el 8 de agosto [el d¨ªa de la investidura de Illa]. No salen de ah¨ª, est¨¢n en bucle. Pero en alg¨²n momento tendr¨¢n que superarlo y volver a sentarse. No puede votar siempre con el PP y Vox, eso en Catalu?a tiene un coste importante¡±, resume otro. ¡°Quieren hacerse notar, recordar que dependemos de sus siete votos, aunque ya lo sabe todo el mundo, subir su precio para la pr¨®xima negociaci¨®n. Pero en alg¨²n momento tendr¨¢n que volver. Nadie nos ha dicho que hayan roto y se pasen al otro lado. Hay que darles tiempo¡±, se?ala un tercero.
En realidad, uno de los problemas es que el Gobierno aplica la l¨®gica pol¨ªtica con Junts, y por eso concluye que en alg¨²n momento volver¨¢ a negociar y a la mayor¨ªa, porque la alternativa, que es pactar una moci¨®n de censura con el PP apoyada por Vox, no es viable. Pero la sensaci¨®n que transmite el Ejecutivo es que no tiene informaci¨®n real de lo que pasa dentro del grupo de Puigdemont. Sus decisiones casi siempre sorprenden al Ejecutivo. En julio, pocas horas antes, no sab¨ªan que iban a tumbar la senda de d¨¦ficit. Y este mi¨¦rcoles, Pedro S¨¢nchez acudi¨® a votar -no suele ir los martes- porque daba por hecho que Junts se abstendr¨ªa y, por tanto, su voto era decisivo para que saliera la toma en consideraci¨®n de la iniciativa de Sumar. El presidente y su equipo no supieron hasta el ¨²ltimo momento que Junts cambiaba al no y la tumbaba. En La Moncloa tambi¨¦n creen que Sumar se podr¨ªa haber evitado este riesgo aceptando que esta regulaci¨®n de alquileres, este ajuste de la ley, se haga v¨ªa reglamento, que es la opci¨®n que defiende el Ministerio de Vivienda. En Sumar creen que legalmente no ser¨¢ suficiente. En cualquier caso, en el Gobierno insisten en que Junts, con la excepci¨®n de la senda de d¨¦ficit, no suele tumbar leyes decisivas del Ejecutivo. Busca mostrar su fuerza, pero en cuestiones simb¨®licas, no en leyes clave. Aunque eso ahora tambi¨¦n podr¨ªa cambiar.
A los de Puigdemont les gusta jugar as¨ª con la angustia del Ejecutivo: lo hicieron en los decretos clave en enero, cuando en el ¨²ltimo minuto decidieron no votar y permitir as¨ª que se aprobaran, despu¨¦s de negociar la ¡°transferencia integral¡± de las competencias de inmigraci¨®n a Catalu?a. En las conversaciones con el Gobierno, Junts argumenta tres cosas para su actitud de distancia actual. Primero, que a¨²n no tienen la amnist¨ªa para su l¨ªder. Eso no depende del Gobierno, sino de Tribunal Supremo y m¨¢s adelante del Constitucional, que en los pr¨®ximos meses resolver¨¢ el amparo del ex president, pero est¨¢ complicando todo. Segundo, que el PSOE no ha cumplido con muchas cosas prometidas, algunas conocidas -como la inmigraci¨®n o el catal¨¢n en Europa- y otras pactadas de forma m¨¢s discreta. El PSOE insiste en que se ha avanzado en todo y esperan propuestas de Junts para rematar. Y por ¨²ltimo, sostienen que tras la investidura de Illa, ellos no han logrado ning¨²n gran bocado pol¨ªtico para gestionar en sus negociaciones con el Gobierno, al contrario que ERC que se ha llevado la ¡°financiaci¨®n singular¡± catalana.
Lo cierto es que desde julio no ha habido apenas negociaci¨®n de fondo entre el PSOE y Junts, m¨¢s all¨¢ de cuestiones parlamentarias puntuales, y las reuniones en Suiza se han interrumpido temporalmente por el verano y ahora tambi¨¦n por el momento precongresual de los independentistas. Las citas en Suiza se pueden recuperar en cualquier momento de forma discreta, pero llevan tiempo sin producirse y eso tambi¨¦n dificulta los avances. Pero todos los consultados siguen pensando que es cuesti¨®n de tiempo y tal vez de esperar a que pase el congreso de Junts. ¡°Ellos trasladaron a los suyos expectativas falsas de que Puigdemont pod¨ªa llegar a ser president. Pensaron que si ellos le pon¨ªan a S¨¢nchez en la tesitura de elegir entre Illa president o hacer de su propia legislatura nacional un infierno, elegir¨ªa salvar su legislatura. Pero no conocen al presidente y al PSOE, tener la Generalitat era una prioridad absoluta y es adem¨¢s el fin del proc¨¦s. Ahora tenemos que aprender todos a gestionar el nuevo momento. Pero lo lograremos, no queda otra salida. Y ellos siguen abiertos a negociar, nadie ha roto ning¨²n puente¡±, se?ala otro miembro del Ejecutivo. Pero todo esto es solo l¨®gica pol¨ªtica, porque informaci¨®n no tiene nadie, al menos en el Gobierno.
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