Las asociaciones de v¨ªctimas de las sectas llevan 300.000 firmas en el Congreso para pedir que la persuasi¨®n coercitiva sea delito
RedUNE reclama a los partidos que Espa?a no se quede rezagada en la protecci¨®n de sus ciudadanos con respecto a Francia, B¨¦lgica o Luxemburgo
Un grupo de colectivos especializados en la ayuda a v¨ªctimas de sectas han acudido este jueves al Congreso de los Diputados con un objetivo muy claro: pedir a los diputados que pongan todos los medios legales para que ¡°nadie pueda ser manipulado¡± gratuitamente a cambio de un beneficio del tipo que sea. Para ello, han entregado 300.000 firmas recogidas en diferentes campa?as con las que se reclama un cambio en el C¨®digo Penal para que la ¡°persuasi¨®n coercitiva¡± o ¡°el abuso de debilidad¡±, a los que tambi¨¦n se ha denominado lavado de cerebro, sean considerados delitos y lleven aparejada una pena de prisi¨®n de hasta ocho a?os. Las r¨²bricas, recogidas a trav¨¦s de la plataforma Change.org, se han entregado en la C¨¢mara baja y los representantes de estas asociaciones han simbolizado su entrega posando frente a los leones del Congreso.
¡°Esta iniciativa no la hemos centrado en absoluto en algo sectario porque el panorama ha cambiado dr¨¢sticamente¡±, explica Juanxto Dom¨ªnguez, presidente de la Red de Prevenci¨®n del Sectarismo y del Abuso de Debilidad (RedUNE), que ha promovido la iniciativa. Y en el horizonte actual, en el que ya no solo se habla de religiosidad, sino tambi¨¦n de realizaci¨®n personal, de ¨¦xito o sanaci¨®n, el protagonismo de las redes sociales, asegura, es inmenso. ¡°Para cada situaci¨®n de vulnerabilidad, hay un grupo de coacci¨®n nuevo y a partir de ah¨ª te cazan como a un pato¡±, resume Dom¨ªnguez.
Esos ganchos consiguen atraer a personas que, en un momento de una necesidad vital o un problema de salud, obtienen la promesa de que le van a curar el c¨¢ncer, por ejemplo. Tambi¨¦n a gente que tiene problemas personales, familiares y se embarca en pseudoterapias como las constelaciones familiares, a?ade Dom¨ªnguez. Cristina, que pide que no se la identifique con su nombre real, cuenta que lleva dos a?os y medio sin tener contacto con su hija, mayor de edad, y que fue captada en mitad de una crisis vital a trav¨¦s de internet por una coach que le prometi¨® curar su malestar interno. Seg¨²n su relato, su hija cort¨® toda comunicaci¨®n con su entorno y se dedic¨® a recomendar a esta supuesta terapeuta a otras personas. No sabe nada de ella y conf¨ªa en que los investigadores, a los que ha denunciado su caso, puedan demostrar la trampa en la que cay¨® su hija y reclamar una pena para la responsable.
La iniciativa de RedUNE intenta que todos los partidos pol¨ªticos tomen conciencia de este fen¨®meno para que Espa?a no se quede rezagada en la protecci¨®n de sus ciudadanos con respecto a otros pa¨ªses, como Francia, B¨¦lgica o Luxemburgo, donde s¨ª se castiga espec¨ªficamente la persuasi¨®n coercitiva o el abuso de debilidad en cualquier tipo de relaci¨®n social. ¡°Cuando alguien deposita un problema mental o un problema de vulnerabilidad en alguien que no es experto en nada, ni es psic¨®logo, la responsabilidad m¨¢xima no est¨¢ en esa persona, que libremente cree que hay algo de verdad, sino que el problema est¨¢ en las instituciones que no han puesto freno a este tema¡±, reclama el presidente de RedUNE.
Hay miles de v¨ªctimas que denuncian abusos por personas o grupos aprovech¨¢ndose de la confianza o de su autoridad, sin embargo, la mayor¨ªa se archivan o no llegan a juicio, entre otras cosas porque la familia o los afectados no encuentran amparo legal, explican en RedUNE. La propuesta de reforma legal presentada este jueves ha sido redactada por el letrado Carlos Bardav¨ªo, especializado en sectas. El abogado, que realiz¨® su tesis doctoral sobre las sectas en el Derecho Penal, explica que muchas v¨ªctimas no denuncian porque se les desaconseja, en parte, por la dificultad que existe para que los jueces castiguen lo que les ha ocurrido. ¡°Vienen muy tocados, sin recursos¡±, a?ade. Adem¨¢s, los casos suelen ser muy complejos. ¡°No es que no exista un tipo delictivo definido, sino que los t¨¦rminos son ambiguos, y cuesta aplicarlo a algo tan espec¨ªfico. Los jueces buscan seguridad jur¨ªdica, pero son reacios a incluir la persuasi¨®n coercitiva, por ejemplo, en un delito de coacciones, porque no lo dice claramente¡±, detalla el jurista.
Hace apenas tres meses, los tribunales dictaron una sentencia en la que se reconoc¨ªa por primera vez que se hab¨ªa alterado la personalidad de las v¨ªctimas de un falso l¨ªder espiritual, conocido como el lama Losel. Bardav¨ªo, que representaba a las v¨ªctimas, incide en la generosidad que tuvieron de llegar a un acuerdo de seis meses de prisi¨®n para que hubiera una sentencia pionera, despu¨¦s de 30 a?os, que reconoce el control de la personalidad.
Alberto Aguilar ¨Dpadre de Patricia Aguilar, la joven de Alicante captada en 2017 por un gur¨² a trav¨¦s de internet y que fue liberada un a?o despu¨¦s en la selva de Per¨²¨D ha arropado la iniciativa, ya que 212.000 de las firmas presentadas parten de la petici¨®n que su familia hizo en 2018 para que se legisle contra las sectas. ¡°Si no hay una tipificaci¨®n de esa presi¨®n coercitiva, no puedes sacar a la v¨ªctima de donde est¨¢, ni como m¨ªnimo investigar¡±, explica, compar¨¢ndolo con la situaci¨®n de su hija, que se march¨® de casa cuando ya era mayor de edad. En el caso de Patricia, el detenido, fue condenado por trata de personas. ¡°Al final el gur¨² comete un error que le hace ser ajusticiado, pero hay que esperar¡±, a?ade. ¡°Lo que vivimos fue brutal. Se alinearon las estrellas y al final fue bien¡±, explica con perspectiva sobre tu caso. ¡°De alguna manera lo que quiero yo ahora es devolverle a la sociedad el apoyo que nos dio¡±, a?ade.
Junto a ¨¦l, han acudido representantes de otros colectivos, como la Asociaci¨®n de V¨ªctimas de Santer¨ªa o de la Asociaci¨®n Espa?ola de V¨ªctimas de los Testigos de Jehov¨¢ (AEVTJ). Victoria V¨¦lez, presidenta de la primera asociaci¨®n, ha incidido en la necesidad de que los menores tambi¨¦n se vean protegidos en estas situaciones. En su caso, tiene dos sobrinas frente a las que la justicia no puede actuar. ¡°Siempre se habla de estafas, que es lo que se entiende¡±, incide, para dejar claro que hay m¨¢s v¨ªctimas de las que no se habla. Israel Fl¨®rez y Enrique Carmona, presidente y secretario de AEVTJ, tambi¨¦n ponen en evidencia la necesidad de que una legislaci¨®n ampare a quienes deciden dejar estos grupos y poder denunciar que han sido enga?ados.
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