De constelaciones familiares a Gestalt: por qu¨¦ algunas pseudoterapias atrapan a mujeres y cu¨¢les son sus peligros
Dejar la salud femenina en manos de la pseudociencia es peligroso incluso cuando el tratamiento en s¨ª es inocuo. Indagamos en las razones que llevan a las mujeres a recurrir a estos m¨¦todos no cient¨ªficos.
Cada vez que Mar¨ªa, que prefiere no compartir su nombre real, ten¨ªa relaciones sexuales con un novio que tuvo hace a?os, acababa con la vulva con algo que parec¨ªa una alergia. Su ex no cre¨ªa en la medicina convencional y no solo para ¨¦l, sino que tampoco dejaba que ella se medicara. ¡°Acab¨¦ en un m¨¦dico muy raro que me mand¨® una dieta imposible que no hice y valoraba darme lo de la lej¨ªa¡±, explica. Al final, para que su expareja dejara de culparla, acab¨® acudiendo a sus propios t¨ªos, que practicaban tambi¨¦n este tipo de terapias sin evidencia cient¨ªfica. Su t¨ªa le hizo un ¡°tratamiento¡± con imanes que le pareci¨® un timo ya en el momento (al menos, al ser familia, no le cobraron). ¡°Al final, funcion¨® una crema que me dio mi ginec¨®loga¡±, cuenta la entrevistada, que a?ade que se la echaba a escondidas de su entonces pareja. ¡°Este ex era pura toxicidad. Tambi¨¦n fue dejarlo y estar de maravilla¡±, se?ala.
Raquel, de 37 a?os, e Iria, de 39, recibieron sesiones de acupuntura por distintas razones. La primera, ¡°en el posparto y para alg¨²n dolor puntual¡±; la segunda, en una ¨¦poca en la que se encontraba muy estresada. Ambas notaron alivio. ¡°No s¨¦ si por la acupuntura en s¨ª o porque yo ya sab¨ªa que iba a ir all¨ª, tumbarme, te ponen las agujas, la musiquita, la se?ora hablaba mucho conmigo¡ era casi m¨¢s terapia psicol¨®gica¡±, dice Iria. Raquel, por su parte, tambi¨¦n admite que no sabe si lo que not¨® fue por la acupuntura o parte del efecto placebo. Ella no descarta volver, porque ¡°mal no hace¡±. Iria cree que no lo volver¨ªa a hacer, pero admite que nunca se sabe. ¡°Hay momentos en la vida en los que te ves superada y cualquier cosa que te ofrezcan que te pueda ayudar, te dices ?por qu¨¦ no?¡±, reflexiona.
En el otro extremo del espectro est¨¢ Adriana, de 41 a?os, que desde hace unos doce a?os se alej¨® de la medicina convencional (¡°sin dejar de reconocer que el ibuprofeno me quita m¨¢s r¨¢pido el dolor de cabeza cuando no tengo ganas de pensar¡±) y trata sus ¡°achaques¡± con ¡°un oste¨®pata que tambi¨¦n es kinesi¨®logo y bioingeniero¡±.
Todas las pr¨¢cticas de la llamada medicina alternativa mencionadas por las entrevistadas aparecen a menudo en las listas de pseudoterapias, que el Ministerio de Sanidad define como ¡°sustancia, producto, actividad o servicio con pretendida finalidad sanitaria que no tenga soporte en el conocimiento cient¨ªfico ni evidencia cient¨ªfica que avale su eficacia y su seguridad¡±. No todas est¨¢n al mismo nivel. Lo de los imanes que cuenta Mar¨ªa que prob¨® su t¨ªa consigo se llama terapia biomagn¨¦tica y es una de las pr¨¢cticas que no han demostrado ninguna eficacia en estudios cient¨ªficos.
La acupuntura y la osteopat¨ªa, en cambio, son temas algo m¨¢s complejos, que han demostrado cierta eficacia para algunos problemas puntuales ¡ªespecialmente la acupuntura¡ª, pero no para muchos otros para los que se ofertan. En la osteopat¨ªa, alerta el Observatorio de la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial de Espa?a contra Pseudociencias, Pseudoterapias, Intrusismo y Sectas Sanitarias (OPPISS), ¡°la gran mayor¨ªa de los estudios publicados sobre la eficacia y/o la efectividad de los tratamientos de manipulaci¨®n osteop¨¢tica son escasos, heterog¨¦neos y de baja calidad metodol¨®gica¡±.
M¨¢s popular entre mujeres
El uso de este tipo de terapias alternativas o pseudoterapias est¨¢ bastante extendido en Espa?a: el porcentaje de personas que las hab¨ªa utilizado alguna vez era del 23,8% en 2020, seg¨²n la Encuesta de Percepci¨®n Social de la Ciencia y la Tecnolog¨ªa de la Fundaci¨®n Espa?ola de la Ciencia y la Tecnolog¨ªa (FECYT). Ese porcentaje, adem¨¢s, sube al 28,9% si nos fijamos solo en las mujeres. ?Por qu¨¦ esa diferencia entre sexos?
Un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el CIBER de Epidemiolog¨ªa y Salud P¨²blica (CIBERESP), el Instituto Mixto de Investigaci¨®n ENS y UNED (IMIENS) y el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) intentaba arrojar luz sobre las razones que nos llevan a recurrir a pseudoterapias. Seg¨²n sus resultados, lo que aumenta la probabilidad de su uso en mujeres es percibir que se tiene mala salud (en hombres es la percepci¨®n de baja calidad del sistema sanitario). Teniendo en cuenta que a las mujeres se les recetan m¨¢s ansiol¨ªticos cuando acuden al m¨¦dico quej¨¢ndose de un dolor, entre otras cosas, no es raro que haya quien relacione el machismo en medicina convencional con el hecho de que el perfil de quien usa pseudoterapias sea mayoritariamente femenino. Un art¨ªculo publicado en Journal of Bioethical Enquiry en 2019, por ejemplo, trazaba esa relaci¨®n.
Sin distinguir por sexo, las pseudoterapias m¨¢s populares, seg¨²n la FECYT, son la acupuntura, la homeopat¨ªa, la osteopat¨ªa y quiropr¨¢ctica, la naturopat¨ªa y el reiki. Como por lo general son percibidas, en todo caso, como inocuas (el ¡°mal no me va a hacer¡± que dec¨ªa Raquel), puede llamar la atenci¨®n que existan organismos e incluso un Plan de Protecci¨®n de la Salud de las Personas frente a las Pseudoterapias, impulsado en 2018 desde el Ministerio de Sanidad y que bajo la iniciativa #coNprueba busca informar y concienciar a la ciudadan¨ªa. ?Son todas peligrosas? ?Por qu¨¦?
¡°La desinformaci¨®n en salud es inherentemente peligrosa, pues mueve al paciente a creer que determinados asuntos en materia de salud funcionan de forma distinta a como funcionan en realidad (como la existencia de ¡®meridianos¡¯ o ¡®energ¨ªas¡¯ o que las ultradiluciones?homeop¨¢ticas pueden generar efectos fisiol¨®gicos, o un papel extralimitado y distorsionado de la psicosom¨¢tica¡)¡±, explica Emilio Molina, vicepresidente de la Asociaci¨®n para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocient¨ªficas (APETP).
Esto puede llevar a que la persona ¡°tome decisiones terriblemente desorientadas a la hora de elegir un tratamiento, o si tratarse o no, incluso si la propuesta pseudoterap¨¦utica en s¨ª no provoca efecto alguno, lo cual es un da?o moral al derecho de autodeterminaci¨®n en salud del individuo¡±. Como ejemplo, se?ala que la homeopat¨ªa ¡°no es m¨¢s que gl¨®bulos de az¨²car y?per se?no van a causar da?o, pero si tienes un c¨¢ncer y te los tomas pensando que eso te lo puede curar, tendr¨¢s un problema grave (y hay por desgracia varias muertes causadas por ello)¡±.
Los efectos negativos ocurren incluso cuando se usan las pseudoterapias como complemento a la medicina convencional, sin abandonar el tratamiento propuesto por el equipo m¨¦dico como concluy¨® un estudio realizado por la Universidad de Yale: complementar el tratamiento de c¨¢ncer con t¨¦cnicas y productos no avalados por la medicina duplica el riesgo de morir de los pacientes, ya que en muchas ocasiones estos renuncian a otras terapias prescritas o retrasan su comienzo.
El campo de la salud mental tampoco est¨¢ libre de ellas. Adem¨¢s del psicoan¨¢lisis, Molina menciona las ¡°constelaciones familiares¡±, un movimiento de ¡°alto riesgo sectario¡± ?que postula que las personas son capaces de percibir de forma inconsciente patrones y estructuras en las relaciones familiares y que estos quedan memorizados afectando a su conducta, o la Gestalt, tambi¨¦n ¡°de alto riesgo coercitivo¡± y que trata un proceso de excavaci¨®n en las profundidades del ego (que, cuanto m¨¢s grande es, m¨¢s afecta a la salud)?.
Estas propuestas pseudopsicoterap¨¦uticas, alerta, ¡°provocar¨¢n la inducci¨®n de conflictos familiares, causando que el paciente no solo se quede con el problema psicol¨®gico que lo llev¨® a ellas, sino que se lleve de regalo algunos problemas psicol¨®gicos extra y quiz¨¢ termine rompiendo sus lazos familiares y de amistad¡±.
Incluso cuando no se llega a estos extremos, Emilio Molina se?ala que el da?o econ¨®mico siempre est¨¢ ah¨ª, aunque cita al divulgador cient¨ªfico Jos¨¦ Manuel L¨®pez Nicol¨¢s, que afirma que ¡°en pseudoterapias, lo mejor que te puede pasar es que te estafen y, lo peor, que te maten¡±.
Por qu¨¦ se acude a ellas
Aunque las pseudoterapias m¨¢s populares son vistas por la poblaci¨®n, en general, como seguras (si bien por ejemplo la osteopat¨ªa puede resultar peligrosa), hay otras m¨¢s claramente da?inas. Rosa Arroyo, vicesecretaria del Consejo General de M¨¦dicos y coordinadora del OPPISS, pone como ejemplo el MMS, el ¡°suplemento mineral milagroso¡± que no es otra cosa que ¡°lej¨ªa diluida¡± y que se supone que cura desde el autismo hasta la covid. Molina menciona tambi¨¦n la ayahuasca, que tiene casos reportados de muertes, ¡°y todo lo que la rodea¡±, por ¡°brotes psic¨®ticos, asfixia por v¨®mitos, alergias a compuestos y muchos m¨¢s, sin contar los innumerables casos de abusos sexuales que se dan en este y otros contextos pseudoterap¨¦uticos¡±.
Es decir, m¨¢s all¨¢ de que no curan lo que dicen que curan, ingerirlas es peligroso. Arroyo a?ade tambi¨¦n que, en muchos casos, los afectados no se atreven a denunciar porque est¨¢n avergonzados de haber ca¨ªdo en la trampa. ¡°Adem¨¢s, aunque denuncien, las penas son muy peque?as porque en la mayor¨ªa de los casos quien lo ha prescrito o recomendado no es personal sanitario, que tendr¨ªa mayores consecuencias. Al ser una persona cualquiera, es solo una peque?a multa y nada les impide reincidir y seguir lucr¨¢ndose¡±, denuncia.
Pero ?qu¨¦ hace que acudamos a este tipo de terapias que no est¨¢n basadas en evidencias cient¨ªficas en vez de al centro de salud? ¡°Se ha sugerido que factores importantes que motivan el uso de pseudoterapias son la apariencia cient¨ªfica de estos tratamientos y la ausencia de riesgos o efectos secundarios¡±, explica Gregorio Segovia, investigador del Departamento de Fisiolog¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y coautor del estudio sobre las razones mencionado anteriormente. ¡°Sin embargo, seg¨²n nuestro an¨¢lisis, el principal factor que determina el uso de pseudoterapias en la poblaci¨®n espa?ola es la confianza en su eficacia independientemente de la valoraci¨®n que los usuarios hacen de su validez cient¨ªfica¡±, se?ala.
Esta falsa percepci¨®n de eficacia, contin¨²a el investigador, ¡°puede estar generada inicialmente por la exposici¨®n a narrativas convincentes (familiares, amigos) o a fuentes sesgadas (webs especializadas o redes sociales), as¨ª como la recomendaci¨®n de los propios profesionales de la salud¡±. Esto coincide con lo que cuentan tanto Raquel como Mar¨ªa, que acudieron a las terapias (acupuntura e imanes) que realizaban sus propios familiares; y tambi¨¦n con lo que cuenta Iria, a quien le recomend¨® la acupuntura su fisioterapeuta (recomendada, a su vez, por una amiga).
M¨¢s tarde, cuando ya lo han probado y deciden volver, ?la confianza en su utilidad podr¨ªa estar motivada por la ilusi¨®n de causalidad, es decir, por la aceptaci¨®n intuitiva de la correlaci¨®n entre su uso y la percepci¨®n de mejor¨ªa en los s¨ªntomas (¡®a m¨ª me funciona¡¯). Los estudios han demostrado que esta mejor¨ªa no es superior al efecto placebo, por lo que la percepci¨®n de eficacia es falsa¡±, concluye Segovia.
Emilio Molina, que es tambi¨¦n autor del libro ?Qu¨¦ sabes de las pseudoterapias? (Editorial Popular), en el que intenta dar respuesta a ese porqu¨¦, a?ade que ¡°en situaciones de alta vulnerabilidad (como a la que nos aboca el estar enfermos nosotros o alg¨²n ser querido), bajamos la guardia por la necesidad de recuperar la sensaci¨®n de control, y de eso se aprovecha una industria muy bien engrasada que cuenta con un discurso muy persuasivo¡±. Adem¨¢s, lamenta que muchas de las pseudoterapias est¨¦n ¡°fuertemente enraizadas incluso a nivel de formaci¨®n universitaria en carreras relacionadas con la sanidad, en colegios profesionales, en hospitales¡¡±.
En esa percepci¨®n de lo que funciona hay a veces tambi¨¦n cierta confusi¨®n entre qu¨¦ es y qu¨¦ no una terapia, como explica Rosa Arroyo, del OPPISS. ¡°Por ejemplo, puedes hacer yoga y claro que te viene bien, pero no es el tratamiento para la artritis reumatoide¡±, ejemplifica. Lo mismo con muchos cambios en la alimentaci¨®n que vienen bien y hacen que la persona se sienta mejor, pero no son sustitutivos de un tratamiento m¨¦dico. ¡°No puedes ponerle el sufijo -terapia a cualquier cosa. Viene bien escuchar m¨²sica, pero la musicoterapia no es una terapia. Es como salir al campo y respirar aire fresco, viene bien y es recomendable, pero ya est¨¢¡±, asegura.
Para evitar caer en estafas que adem¨¢s pueden tener un efecto nocivo en nuestra salud, Arroyo recomienda acudir siempre a profesionales sanitarios colegiados con una especialidad real. ¡°Si tienes dudas de qu¨¦ es una especialidad y qu¨¦ no en Ciencias de la Salud, lo puedes encontrar desde la web del OPPISS. Tambi¨¦n con las sociedades. Porque es que te puede tratar una persona que dice que es de la ¡®Sociedad de Medicina Hol¨ªstica e Integrativa¡¯, pero no es algo reconocido, no es nada¡±, indica. Adem¨¢s, en la web de la APETP hay tambi¨¦n mucha informaci¨®n sobre qu¨¦ es una pseudoterapia (y por qu¨¦ se la considera as¨ª).
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