Radiograf¨ªa de la cr¨ªptica carta de dimisi¨®n de ??igo Errej¨®n: El ¡°patriarcado¡± y la ¡°subjetividad t¨®xica¡±
El portavoz de Sumar abandona todos sus cargos sin aclarar las acusaciones por maltrato psicol¨®gico y vejaciones sexuales y descargando su responsabilidad en los ritmos de la primera l¨ªnea de la pol¨ªtica
El portavoz y diputado de Sumar ??igo Errej¨®n ha comunicado este jueves, a trav¨¦s de su cuenta de X, que abandona la pol¨ªtica y todos los cargos que ocupaba. Lo que sigue es un an¨¢lisis de su cr¨ªptica carta, donde no aclara los motivos por los que la formaci¨®n pol¨ªtica a la que pertenece preparaba su expulsi¨®n en caso de que ¨¦l no decidiera marcharse.
— ??igo Errej¨®n (@ierrejon) October 24, 2024
¡°En los ¨²ltimos meses y, de forma m¨¢s insistente, en las ¨²ltimas semanas, he ido pensando en que ten¨ªa que tomar algunas decisiones importantes. Hoy ha llegado el d¨ªa¡±.
Errej¨®n ha publicado su carta de dimisi¨®n a las 14.33 de este jueves, dos d¨ªas despu¨¦s de que Sumar abriese una investigaci¨®n interna a ra¨ªz de acusaciones vertidas en redes sociales contra ¨¦l, aunque sin mencionarle directamente, que lo describ¨ªan como un ¡°maltratador psicol¨®gico¡±. La voz de alerta la hab¨ªa dado la periodista Cristina Fallar¨¢s, impulsora de la etiqueta #Cu¨¦ntalo, que anima a las mujeres a compartir experiencias de machismo y acoso sexual. El lunes public¨® en su cuenta de Instagram el siguiente testimonio: ¡°A m¨ª me pas¨® con un pol¨ªtico que vive en Madrid. Un pol¨ªtico muy conocido. Me hab¨ªan avisado del trato que le daba a las mujeres, pero dada su posici¨®n pol¨ªtica no pod¨ªa creerme que eso fuera verdad (...) Es un maltratador psicol¨®gico. Esta es la din¨¢mica que emplea: ser extremadamente simp¨¢tico inicialmente para engancharte, cuando ve que ha conseguido algo empiezan los desplantes y el gaslighing (siempre eres t¨² que no entiendes al diputado). Por la tarde te muestra afecto e incluso te hace proposiciones de relaci¨®n y a las dos horas te echa de su casa. (...) Su forma de tener sexo te marca y no lo olvidas jam¨¢s. Es una forma de ejercer poder, no es sexo. Como si se estuviera masturbando con tu cuerpo. Te pide hacer pr¨¢cticas humillantes y cuando te niegas, te monta n¨²meros. El indignado social nunca saca la cabeza los d¨ªas del 8M, ni cuando hay alg¨²n caso de abuso sexual. Intuyo sabr¨¢ que puede estallarle en la cara cualquier d¨ªa. (...) Si alguna mujer se lo topa, quiero que sepa que no est¨¢ loca, que es un verdadero psic¨®pata y que sus aires de persona normal esconden a un verdadero monstruo¡±. Fallar¨¢s asegur¨® este jueves por la tarde que Sumar no se ha puesto en contacto con ella y que desde que public¨® el post sobre Errej¨®n (sin mencionarlo por su nombre) otras cuatro mujeres le han escrito para decirle que se sienten "reconocidas" en ese relato. La periodista no ha difundido esos testimonios.
¡°En la primera l¨ªnea pol¨ªtica y medi¨¢tica se subsiste y se es m¨¢s eficaz, al menos as¨ª ha sido mi caso, con una forma de comportarse que se emancipa a menudo de los cuidados, de la empat¨ªa y de las necesidades de los otros. Esto genera una subjetividad t¨®xica que en el caso de los hombres el patriarcado multiplica, con compa?eros y compa?eras de trabajo, con compa?eros y compa?eras de organizaci¨®n, con relaciones afectivas e incluso con uno mismo¡±.
Errej¨®n no recoge en su carta las acusaciones an¨®nimas difundidas por Fallar¨¢s y que Sumar entendi¨® que alud¨ªan a ¨¦l. Tampoco pide perd¨®n. El ya exportavoz de la formaci¨®n evita describir los comportamientos que le han llevado a tomar la decisi¨®n de dimitir y los encuadra en una especie de mal generalizado entre quienes ocupan la primera l¨ªnea de la pol¨ªtica ¨Dy por tanto, est¨¢n obligados a ser ejemplares¨D, utilizando el reflexivo (¡±se emancipa¡±), la tercera persona (¡±genera¡±) y el plural (¡±los hombres¡±).
¡°Yo, tras un ciclo pol¨ªtico intenso y acelerado, he llegado al l¨ªmite de la contradicci¨®n entre el personaje y la persona. Entre una forma de vida neoliberal y ser portavoz de una formaci¨®n que defiende un mundo nuevo, m¨¢s justo y humano. La lucha ideol¨®gica es tambi¨¦n una lucha por construir formas de vida y relaciones mejores, m¨¢s cuidadosas, m¨¢s solidarias, y por tanto, m¨¢s libres¡±.
El testimonio que Fallar¨¢s difundi¨® en su cuenta de Instagram no mencionaba ni el nombre de la mujer que explicaba haber sido v¨ªctima de maltrato psicol¨®gico, ni el del pol¨ªtico de Madrid y ¡°diputado¡± al que se refer¨ªa, pero fuentes de Sumar explican que otros testimonios en redes sociales que lo se?alaban directamente as¨ª como ¡°rumores¡± que circulaban ¡°hace tiempo¡± les llevaron a Errej¨®n, al que pidieron explicaciones. La gravedad de las acusaciones contra un miembro destacado de una formaci¨®n que hace bandera del feminismo, explican, les obligaban a actuar cuanto antes, esto es, a abrir una investigaci¨®n interna y preparar un informe documentado para justificar, en su caso, la expulsi¨®n.
¡°Llevo tiempo trabajando en un proceso personal y de acompa?amiento psicol¨®gico, pero lo cierto es que para avanzar en ¨¦l y para cuidarme necesito abandonar la pol¨ªtica institucional, sus exigencias y sus ritmos¡±.
El ya exportavoz de Sumar explica que sus problemas no son recientes, como ha empezado a averiguar la formaci¨®n pol¨ªtica, a ra¨ªz de la investigaci¨®n interna en la que iban cuajando esos ¡°rumores¡±, pero la decisi¨®n de Errej¨®n se produce no cuando ocurrieron los supuestos hechos que denuncian an¨®nimamente varias mujeres, sino cuando esas denuncias han llegado a un p¨²blico mayor a trav¨¦s de las redes sociales y en concreto, desde la cuenta de la periodista Cristina Fallar¨¢s.
¡°Anuncio as¨ª, como ya he comunicado a mis compa?eros y compa?eras responsables, mi dimisi¨®n como portavoz del Grupo Parlamentario Plurinacional de Sumar, dejo el esca?o en el Congreso y todas mis responsabilidades pol¨ªticas. Siempre seguir¨¦ militando y comprometido, pero para m¨ª se acaba esta etapa pol¨ªtica institucional y espero contribuir as¨ª a la renovaci¨®n generacional y de cuadros e ideas que las fuerzas democr¨¢ticas y populares necesitan. Termino la etapa m¨¢s importante de mi vida. Una etapa dura y apasionante. Con aciertos de los que estoy orgulloso y errores que espero contribuir a reparar con esta decisi¨®n¡±.
Errej¨®n tiene 40 a?os y lleva en pol¨ªtica desde 2014, cuando ayud¨® a fundar Podemos junto a Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero, entre otros. En 2015 y 2016 fue portavoz parlamentario de la formaci¨®n que naci¨® al albur de la indignaci¨®n ciudadana del 15-M, donde el grito mayoritario coreaba: ¡°No nos representan¡±, en alusi¨®n a los partidos preexistentes. En enero de 2019, quinto aniversario de Podemos, Iglesias y Errej¨®n rompieron todos sus v¨ªnculos cuando el segundo decidi¨® aliarse con Manuela Carmena en una nueva marca pol¨ªtica, M¨¢s Madrid, que posteriormente se integr¨® en Sumar, la plataforma que constituy¨® la ministra de Trabajo, Yolanda D¨ªaz. La dimisi¨®n de Errej¨®n, uno de sus rostros m¨¢s conocidos, al ser hasta ahora portavoz parlamentario, pilla a Sumar en un momento delicado, cuando el bar¨®metro de 40dB. para EL PA?S muestra que ha perdido la mitad de los apoyos electorales que cosech¨® en los comicios generales. A la complicada aritm¨¦tica parlamentaria contra la que batalla desde el primer d¨ªa el Gobierno de coalici¨®n se a?aden ahora varios esc¨¢ndalos. Por un lado, la inminente imputaci¨®n del exministro y antiguo secretario de organizaci¨®n del PSOE, Jos¨¦ Luis ?balos, sobre el que la Audiencia Nacional ve indicios de tr¨¢fico de influencias, cohecho y pertenencia a organizaci¨®n criminal, y por otro, el comportamiento de Errej¨®n. Ambos casos aluden a elementos nucleares para los partidos que integran el Ejecutivo: por un lado, la corrupci¨®n ¨D?balos fue uno de los negociadores de la moci¨®n de censura contra Mariano Rajoy tras la sentencia de G¨¹rtel¨D, y por otro, el feminismo o la lucha contra las actitudes degradantes hacia la mujer.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.