Espa?a busca volver al Sahel con acuerdos bilaterales de cooperaci¨®n militar tras la salida de la UE
La ministra Robles visita el lunes Mauritania mientras Defensa negocia un plan de instrucci¨®n de soldados malienses
Los militares espa?oles y los restantes europeos salieron de Mal¨ª el pasado 18 de mayo, dejando un hueco que han llenado las tropas rusas y los mercenarios de Wagner y abandonando a su suerte a una regi¨®n convertida en epicentro del yihadismo, el narcotr¨¢fico y las mafias de la inmigraci¨®n ilegal, que han lanzado una oleada sin precedentes de cayucos a Canarias. Espa?a se march¨® del Sahel en contra de su voluntad, forzada por el veto de Francia a prorrogar la misi¨®n EUTM Mal¨ª de la Uni¨®n Europea, cuyos ¨²ltimos 160 efectivos comandaba el general espa?ol Santiago Fern¨¢ndez Ortiz-Repiso.
Cinco meses despu¨¦s, el Ministerio de Defensa planea volver a la regi¨®n, pero esta vez en el marco de acuerdos bilaterales de cooperaci¨®n. La ministra de Defensa, Margarita Robles, viajar¨¢ este domingo a Mauritania, donde se propone desarrollar la hoja de ruta acordada durante la visita que el presidente Pedro S¨¢nchez realiz¨® a Nuakchot en agosto pasado. Con Mal¨ª hay ya conversaciones para firmar un acuerdo entre los dos pa¨ªses que servir¨ªa como paraguas para un plan de instrucci¨®n de militares malienses por parte de sus hom¨®logos espa?oles.
La cuesti¨®n es delicada porque se mantienen los dos principales motivos que justificaron el fin de la misi¨®n europea: el hecho de que el pa¨ªs est¨¦ gobernando por una junta militar golpista y su alianza con Rusia. Sin embargo, fuentes gubernamentales sospechan que los militares malienses est¨¢n cada vez m¨¢s decepcionados con sus aliados rusos. Por una parte, Mosc¨² no disimula su intenci¨®n de cobrarse con creces su ayuda a trav¨¦s de la explotaci¨®n de los recursos naturales y minerales del pa¨ªs. Al contrario de lo que suced¨ªa durante la Guerra Fr¨ªa, la presencia en ?frica de potencias como Rusia y China no responde a afinidades ideol¨®gicas o razones geopol¨ªticas sino, de modo casi exclusivo, a los intereses econ¨®micos.
Adem¨¢s, el apoyo del Kremlin no ha dado los resultados esperados. Si hace unos meses parec¨ªa que la reconquista del norte del pa¨ªs pod¨ªa ser un paseo militar, la realidad se ha demostrado mucho m¨¢s dura. A finales de julio, una columna de militares malienses y mercenarios rusos cay¨® en una emboscada cerca de la localidad de Tinzaouaten, junto a la frontera con Argelia, que dej¨® m¨¢s de un centenar de bajas. Y en septiembre pasado, la propia capital del pa¨ªs sufri¨® un doble ataque con decenas de muertos en la escuela de la Gendarmer¨ªa y en el aeropuerto militar, donde tiene su campamento el contingente ruso. No solo los rebeldes tuareg controlan el norte del pa¨ªs, sino que la rama local de Al Qaeda da muestras de estar m¨¢s fuerte que nunca.
El Ministerio de Defensa cree que es el momento de recuperar la cooperaci¨®n con Mal¨ª, aprovechando la buena imagen que han dejado los militares espa?oles en el pa¨ªs. Al contrario de lo sucedido con Francia, las relaciones no solo no se han interrumpido en ning¨²n momento, sino que se han mantenido en un marco de cordialidad. Un s¨ªntoma de ello es que el ministro maliense de Asuntos Exteriores, Abdoulaye Diop, acudiera el pasado 12 de octubre a la recepci¨®n ofrecida en su residencia por el embajador espa?ol en Bamako, Antonio Guill¨¦n Hidalgo, con motivo de la Fiesta Nacional, y que el evento fuera ampliamente recogido por la televisi¨®n local.
El acuerdo de cooperaci¨®n militar entre los dos pa¨ªses ya se est¨¢ negociando, seg¨²n las fuentes consultadas. Se trata de compaginar las demandas de las Fuerzas Armadas malienses con lo que Espa?a les puede ofrecer. Las fuentes consultadas se?alan que, en una primera fase, militares malienses podr¨ªan desplazarse a Espa?a para recibir formaci¨®n y, m¨¢s adelante, ser¨ªan los espa?oles los que ir¨ªan a Mal¨ª para completar la instrucci¨®n all¨ª. Se regresar¨ªa as¨ª a un pa¨ªs donde Espa?a lleg¨® a tener m¨¢s de 300 soldados e instructores que, a lo largo de m¨¢s de una d¨¦cada y en el marco de la misi¨®n de la UE, formaron a unos 20.000 militares malienses.
La idea, seg¨²n las mismas fuentes, es empezar con especialidades poco controvertidas, como la desactivaci¨®n de explosivos o la asistencia ante emergencias, para ir avanzando en funci¨®n de los resultados. La cobertura para esta cooperaci¨®n militar ser¨¢ un Memorando de Entendimiento (MoU por sus siglas en ingl¨¦s) que no necesita ser ratificado por las Cortes, como los tratados internacionales.
Mucho m¨¢s avanzada est¨¢ la cooperaci¨®n con Mauritania, pa¨ªs que Margarita Robles visitar¨¢ oficialmente el pr¨®ximo lunes. En su caso, existe un acuerdo de cooperaci¨®n en el ¨¢mbito de la Defensa, de 1989; y la declaraci¨®n conjunta que Pedro S¨¢nchez y el presidente mauritano, Mohamed Ould Cheikh El Ghazouani, suscribieron el pasado 27 de agosto en Nuakchot inclu¨ªa, entre sus puntos, ¡°el desarrollo de capacidades [militares], la formaci¨®n y la cooperaci¨®n en el marco de las iniciativas multilaterales [as¨ª] como la participaci¨®n en ejercicios conjuntos¡±.
Mauritania es el ¨²nico pa¨ªs de la regi¨®n que participa en el Plan de Acci¨®n de la Alianza Atl¨¢ntica para el sur, aprobado en la cumbre de la OTAN en Washington en julio pasado. 22,5 de los 500 millones que la UE prometi¨® a Nuakchot durante el viaje que la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, y Pedro S¨¢nchez hicieron en febrero a dicho pa¨ªs saldr¨¢n del Fondo para la Paz con el que se financia la ayuda militar a Ucrania y servir¨¢n para capacitar al Ej¨¦rcito maliense en la lucha contra grupos terroristas.
Espa?a nunca ha ocultado su preocupaci¨®n por la amenaza que para su seguridad supone el crecimiento del yihadismo en la regi¨®n. En la ¨²ltima reuni¨®n de ministros de la Coalici¨®n Global contra el Estado Isl¨¢mico (ISIS), celebrada el pasado d¨ªa 17 en el cuartel general de la OTAN en Bruselas, Robles subray¨® la importancia de contrarrestar la ¡°muy preocupante¡± expansi¨®n del ISIS e inform¨® de la intenci¨®n de Espa?a de tomar ¡°el liderazgo la coordinaci¨®n de la asistencia para la creaci¨®n de capacidades en los pa¨ªses socios africanos del Sahel y el ?frica Occidental¡± para luchar contra el mismo.
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