La condena de la memoria: el ¡®apartheid¡¯ funerario dise?ado por Franco
Una exhaustiva investigaci¨®n analiza, 49 a?os despu¨¦s de la muerte del dictador, su excluyente legislaci¨®n para exhumar y honrar solo a las v¨ªctimas del bando sublevado
Hoy se cumplen 49 a?os de la muerte de Francisco Franco y un mito extendido por la derecha y la ultra derecha ha servido - a espera de la respuesta definitiva del Tribunal Constitucional- para tumbar leyes regionales de memoria bajo el pretexto de que las que hab¨ªa eran sectarias y solo para las v¨ªctimas de un bando. Ambas premisas son falsas. Esas normas amparaban a familiares de cualquier ideolog¨ªa, pero es cierto que sus principales beneficiarios han sido las familias de los represaliados por el franquismo, los que no hab¨ªan sido reparados. Una exhaustiva investigaci¨®n de Miriam Saqqa, Las exhumaciones por Dios y por Espa?a (C¨¢tedra), explica, a lo largo de 453 p¨¢ginas, el desarrollo legislativo del dictador para, en una especie de ¡°apartheid funerario¡±, localizar a sus ca¨ªdos, juzgar a los responsables de sus muertes -algo que, subraya, los leales al Gobierno leg¨ªtimo no han tenido- y excluir deliberadamente a las v¨ªctimas republicanas. Lo llama ¡°damnatio memoriae¡±, la condena de la memoria.
Mientras las v¨ªctimas vinculadas al bando sublevado eran buscadas, exhumadas, enterradas dignamente, homenajeadas ante autoridades civiles, religiosas, pol¨ªticas y militares y sus familiares reparados econ¨®micamente, las del bando perdedor no pudieron, en muchos casos, ni siquiera inscribir la muerte de su ser querido. Un decreto franquista publicado en el Bolet¨ªn Oficial del Estado explicita que las inscripciones de desaparecidos se deb¨ªan llevar a cabo ¡°siempre que se refieran a personas afectas al Glorioso Movimiento Nacional¡±. La investigaci¨®n parte del proyecto El pasado bajo tierra, de Francisco Ferr¨¢ndiz, antrop¨®logo investigador del CSIC. Saqqa, con un perfil multidisciplinar - es historiadora, arque¨®loga y antrop¨®loga forense- dedic¨® cuatro a?os y medio a bucear, fundamentalmente, en el BOE y en la llamada Causa General. Estas son las principales aportaciones del estudio.
El plan. Los ¡®cuerpos naci¨®n¡¯
Ya durante la Guerra Civil, las autoridades rebeldes subvirtieron las normas proclamadas con anterioridad por la Rep¨²blica y empezaron a legislar los procesos para recuperar los cad¨¢veres de los ¡°m¨¢rtires y ca¨ªdos por Dios y por Espa?a¡±. Esta ¡°administraci¨®n de la muerte¡± que recoge el Bolet¨ªn Oficial del Estado a partir de 1936 inclu¨ªa la declaraci¨®n de las fosas como ¡°lugares sagrados¡±, un modelo de actas de exhumaci¨®n o la supresi¨®n de impuestos que gravaban las inhumaciones. Pero, seg¨²n rezan todas estas ¨®rdenes, leyes y decretos, aquella ¡°piadosa finalidad¡± de enterrar dignamente a las v¨ªctimas solo se aplicaba sobre ¡°las personas ca¨ªdas por Dios y por Espa?a, bien en los campos de batalla, o asesinadas o fallecidas a causa de padecimientos sufridos durante la dominaci¨®n marxista¡±. Por si quedaba alguna duda, en 1940 se modific¨® la ley del Registro Civil para incluir ¡°la defensa de la Fe cat¨®lica o de los ideales nacionales¡± como motivo de muerte, especificando que esa medida hab¨ªa de adoptarse con cautela para ¡°impedir que se aplique a personas que en realidad no la ganaron o la merecieron¡±. Del otro lado, estaba la categor¨ªa de personas ¡°no afectas o contrarias al glorioso movimiento nacional, a las que se condenaba como enemigos¡±, subraya Saqqa, ¡°a no poseer un espacio legal de muerte¡±. ¡°Era una exclusi¨®n deliberada¡±, a?ade, ¡°porque desde el principio, el objetivo no es humanitario, sino pol¨ªtico¡±. Lo que la investigadora llama ¡°cuerpos naci¨®n¡±, es decir, esos m¨¢rtires sacrificados por Dios y por Espa?a, ¡°se convirti¨® en una figura aglutinante y propagand¨ªstica muy ¨²til para el R¨¦gimen, tanto para sustentar el golpe de Estado como su represi¨®n¡±.
El m¨¦todo. Forenses convertidos en agentes pol¨ªticos
La antrop¨®loga forense ha documentado 171 exhumaciones de 3.518 v¨ªctimas a manos del bando republicano, 116 de ellas en Madrid, donde apenas fueron identificados el 32,6% de los cuerpos. Saqqa, que ha visto m¨²ltiples informes forenses de aquellos trabajos, explica que ese bajo porcentaje de identificaciones no se debe a falta de recursos, sino a la orientaci¨®n de la misi¨®n. Ten¨ªan prisa. ¡°El principal objetivo no era determinar la causa de la muerte, sino la identificaci¨®n ideol¨®gica de los cad¨¢veres. Y los forenses llevan a cabo procesos negligentes porque est¨¢n al servicio de los intereses del R¨¦gimen. Se convierten en agentes pol¨ªticos¡±. En sus informes cient¨ªficos expresan su deseo de ¡°aportar algunos datos m¨¢s a la historia de la barbarie roja que ensangrienta el suelo patrio¡± o a?aden comentarios como este: ¡°?Que Dios se apiade de todas y que ellas, desde la gloria que han alcanzado con su martirio, velen por el resurgimiento de la Espa?a que nace al m¨¢gico conjuro de las armas victoriosas de nuestro invicto General¨ªsimo¡±. Cuando la investigadora compar¨® esos procesos forenses con los que hab¨ªa llevado a cabo la justicia republicana durante la guerra, descubri¨® una ¡°diferencia t¨¦cnica y metodol¨®gica abismal¡±. De hecho, explica, muchas de las identificaciones que realiz¨® la dictadura fueron gracias al trabajo previo de las instituciones republicanas.
La meta era encontrar nuevos m¨¢rtires para la Causa General, pero probar la adscripci¨®n ideol¨®gica de las v¨ªctimas no siempre era f¨¢cil. No es posible asegurar que v¨ªctimas republicanas no hayan acabado, como ocurri¨® en el Valle de Cuelgamuros, en monumentos a los Ca¨ªdos por Dios y por Espa?a. ¡°De los traslados que se hicieron hasta 1948 desde diferentes municipios de Madrid a Paracuellos del Jarama, solo se identific¨® al 16% de los 749 cuerpos que se iban a trasladar¡±, explica Saqqa. De c¨®mo actuaban estos forenses convertidos en agentes pol¨ªticos cuando se encontraban cad¨¢veres del bando republicano dan cuenta dos ejemplos. El primero es la autopsia que uno de ellos realiza sobre el cad¨¢ver del alcalde republicano de Calera y Chozas (Toledo), Felipe Fern¨¢ndez Varela, antes de que lo enterraran con otras v¨ªctimas en una fosa com¨²n. El m¨¦dico se?ala como causa de la muerte el ¡°alcoholismo¡±. Cuando, en 2012, se abri¨® esa fosa com¨²n, Saqqa y su equipo comprobaron que el esqueleto presentaba una fractura de grandes dimensiones en el cr¨¢neo y varias m¨¢s dispersas por el cuerpo que pod¨ªan indicar torturas. El otro caso es de 1941. ¡°En diferentes puntos de la Casa de Campo de Madrid, aparecen varios cad¨¢veres y se env¨ªan a la escuela de Medicina Legal para su investigaci¨®n. Al estudiar los restos, los objetos asociados, la munici¨®n... comprueban que pertenecen al bando republicano. Y lo que hace la Fiscal¨ªa de la Causa General¡±, relata la historiadora, ¡°es parar la investigaci¨®n. No intenta identificarlos, localizar a sus familiares o investigar criminalmente la causa de la muerte. Fueron enterrados en una fosa sin nombre en el cementerio de La Almudena¡±.
La difusi¨®n de la Causa General. Traducciones y art¨ªculos en prensa
Cada exhumaci¨®n e inhumaci¨®n de los ca¨ªdos por Dios y por Espa?a, explica Saqqa, se convert¨ªa en ¡°un acto pol¨ªtico y propagand¨ªstico¡±. Y ah¨ª, a?ade, la prensa de la ¨¦poca jug¨® un ¡°papel fundamental¡±, como muestra el relato al que contribuyeron numerosos art¨ªculos period¨ªsticos analizados, muchos de los cuales, exageraban las cifras de v¨ªctimas. Con el mismo fin propagand¨ªstico de justificaci¨®n del golpe de Estado y ocultaci¨®n de la violencia perpetrada, el R¨¦gimen public¨® en 1943 la obra Causa General. La dominaci¨®n roja en Espa?a: avance de la informaci¨®n instruida por el Ministerio P¨²blico, de la que hubo cuatro ediciones m¨¢s hasta 1961. De la primera se imprimieron 20.000 copias y se aconsej¨® que la mitad fueran distribuidas en Latinoam¨¦rica, Portugal y Marruecos. Los ejemplares fueron impresos por reclusos de los talleres penitenciarios. Un expediente localizado por la investigadora y fechado el 26 de marzo de 1946 recoge las discusiones entre la Fiscal¨ªa de la Causa General y sectores de la diplomacia de la dictadura sobre la conveniencia de difundir ese libro en el extranjero. El jefe de la Oficina de Prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores, Luis Mar¨ªa de Lojendio, afirma: ¡°Nos hace parecer como gentes brutales¡±. El agregado cultural de la embajada de Espa?a en Londres advierte que lo que interesa a los ingleses es la ¡°soldadura¡± de los ¡°rojos¡± con los espa?oles y que la obra, por tanto, no es oportuna. Sus objeciones fueron deso¨ªdas. El libro se tradujo al ingl¨¦s y al franc¨¦s. ¡°Ning¨²n diplom¨¢tico que llegaba a Espa?a se iba sin una copia¡±, explica la historiadora.
Saqqa ahonda en el car¨¢cter represivo de la Causa General en s¨ª, y no solo hacia los considerados enemigos, ¡°sino tambi¨¦n con los familiares de esos m¨¢rtires y ca¨ªdos, los agentes religiosos y municipales, a los que amenazaban con penas de prisi¨®n o multas por obstaculizar la justicia si no contribu¨ªan al proceso con sus declaraciones, que en algunas provincias se solicitaban domicilio por domicilio¡±. En aquellos juicios sin garant¨ªa procesal alguna, la principal prueba incriminatoria fueron esos testimonios de familiares o supuestos testigos.
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