S¨¢nchez emplaza a Feij¨®o a que exija la dimisi¨®n de Maz¨®n

El Gobierno lleg¨® este mi¨¦rcoles al Congreso anunciando tono bajo y prop¨®sito de evitar rifirrafes en la primera comparecencia parlamentaria de Pedro S¨¢nchez sobre la cat¨¢strofe valenciana. El presidente se atuvo a ese guion en su discurso inicial, en el que detall¨® un nuevo plan de ayudas a los damnificados que, unido al ya vigente, sumar¨¢ 16.600 millones de euros. Faltaba por ver qu¨¦ har¨ªa la oposici¨®n. Y Alberto N¨²?ez Feij¨®o tard¨® apenas unos segundos en mostrar sus intenciones: una feroz cr¨ªtica al Gobierno, al que culpabiliz¨® de todo lo ocurrido, sin ni siquiera una leve referencia a la gesti¨®n de la Generalitat Valenciana. Ah¨ª se esfum¨® cualquier atisbo de expectativa para impedir que, una vez m¨¢s, el envite acabase a garrotazos mientras miles de ciudadanos a¨²n se debaten en medio del lodo. En su r¨¦plica, S¨¢nchez abandon¨® todas las cautelas que hab¨ªa mantenido en las ¨²ltimas semanas respecto al presidente valenciano, el popular Carlos Maz¨®n, y exigi¨® a Feij¨®o que lo haga dimitir.

El PP ha adoptado un patr¨®n argumentativo que va aplicando a diversos temas, siempre con la misma frase: ¡°Usted lo sab¨ªa y lo tap¨® todo¡±. La muletilla comenz¨® con S¨¢nchez y el caso Koldo, se lanz¨® luego contra Yolanda D¨ªaz tras las acusaciones de agresi¨®n sexual a ??igo Errej¨®n y este mi¨¦rcoles Feij¨®o lo adapt¨® para descargar en S¨¢nchez toda la culpa de las consecuencias de las riadas: ¡°Usted sab¨ªa lo que iba a pasar y se qued¨® de brazos esperando¡±.

El l¨ªder del PP subi¨® a la tribuna de oradores, esboz¨® unas r¨¢pidas palabras de condolencia a las v¨ªctimas y enseguida hizo restallar el l¨¢tigo. ¡°La pol¨ªtica no ha respondido como deber¨ªa¡±, sentenci¨®. El ambiguo t¨¦rmino ¡°la pol¨ªtica¡± solo inclu¨ªa a S¨¢nchez. Del discurso de Feij¨®o desaparecieron por completo Maz¨®n y la Generalitat valenciana. Su furor dial¨¦ctico se dirigi¨® contra un Ejecutivo central ¡°cubierto de toda la peste de la mentira y la corrupci¨®n¡±, al que lleg¨® a imputar ¡°prevaricaci¨®n por omisi¨®n¡±, y de nuevo contra la Aemet y la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica, en este caso exhibiendo datos como m¨ªnimo inexactos. Al mismo tiempo que obviaba cualquier responsabilidad de su partido, reconvino a S¨¢nchez: ¡°Usted solo culpa a los dem¨¢s. ?Qu¨¦ falta de humanidad!¡±. Luego se coloc¨® en el papel de presidente para relatar qu¨¦ habr¨ªa hecho ¨¦l, un ejercicio que le sirvi¨® a la nueva portavoz de Sumar, Ver¨®nica Mart¨ªnez Barbero, para recordarle: ¡°Pues el PP ya ten¨ªa ahora un Gobierno: el de Valencia¡±. ¡°Sea valiente, pida su dimisi¨®n¡±, remat¨® Barbero.

S¨¢nchez se hab¨ªa centrado en explicar las acciones de su Gobierno en el discurso inicial, en el que se brind¨® a comparecer ante una comisi¨®n parlamentaria de investigaci¨®n. Sobre el presidente valenciano, sigui¨®, como en las ¨²ltimas semanas, cit¨¢ndolo de forma indirecta, sin pronunciar su nombre: ¡°No fall¨® el sistema [como hab¨ªa dicho Maz¨®n], fallaron algunas personas que no entendieron su responsabilidad¡±.

Tras escuchar al l¨ªder de la oposici¨®n, cayeron las cautelas. S¨¢nchez comenz¨® reprochando a Feij¨®o que no citase ni una vez la emergencia clim¨¢tica y equipar¨® sus ataques a la agencia meteorol¨®gica con el negacionismo de la extrema derecha. Como el l¨ªder del PP hab¨ªa porfiado en echarle en cara que no declarase la emergencia nacional, lo que equivale a retirar el mando al Gobierno valenciano, el l¨ªder socialista ya entr¨® de frente con Maz¨®n: ¡°Usted no ha criticado ni una sola de sus decisiones y me pide a m¨ª que lo aparte. Si tan mal lo ha hecho, ?por qu¨¦ no le pide que dimita?¡±. Feij¨®o no paraba de ojear papeles y S¨¢nchez lo conmin¨®: ¡°M¨ªreme a la cara, aunque solo sea un segundo¡±. El presidente fue a¨²n m¨¢s claro cuando la diputada de Comprom¨ªs ?gueda Mic¨® lo emplaz¨® a negociar una moci¨®n de censura en las Cortes Valencianas. S¨¢nchez insisti¨® en la idea de convencer al PP de instaurar un Gobierno t¨¦cnico y recalc¨®: ¡°A ver si podemos entre todos desplazar al principal responsable de la cat¨¢strofe¡±.

El hemiciclo hab¨ªa sido testigo la v¨ªspera de c¨®mo el diputado de Vox Manuel Mariscal proclamaba que los vencedores de la Guerra Civil trajeron la ¡°reconciliaci¨®n nacional¡±. A diferencia de ese ben¨¦fico Franco, Vox denuncia que el presidente actual dirige el pa¨ªs con ¡°crueldad y sadismo¡±. Fueron palabras de su l¨ªder, Santiago Abascal, quien, por encima de diagn¨®sticos cient¨ªficos, arroj¨® su teor¨ªa sobre el responsable ¨²ltimo del diluvio apocal¨ªptico que aneg¨® Valencia: el ¡°fanatismo clim¨¢tico y ecologista¡±. S¨¢nchez le salt¨® a la yugular: ¡°Usted no es un patriota, es un traidor a la patria¡±. En auxilio de Abascal acudi¨® Feij¨®o: ¡°Es una broma macabra que le llame traidor a la patria cuando usted es presidente gracias a los seis votos de Bildu¡±.

Feij¨®o, en cambio, no encontr¨® socorro en nadie m¨¢s, acaso m¨ªnimamente en el diputado de UPN Alberto Catal¨¢n, quien tambi¨¦n dirigi¨® las culpas a S¨¢nchez. Gabriel Rufi¨¢n, de ERC, pregunt¨® al l¨ªder del PP: ¡°?C¨®mo puede defender lo que hizo -o no hizo- Maz¨®n y a la vez pedir que el Gobierno asuma las competencias?¡±. El presidente valenciano ¡°no deber¨ªa continuar ni un minuto m¨¢s¡±, convino M¨ªriam Nogueras, de Junts. ¡°La culpa parece que es de todos menos de quien era responsable de gestionar la situaci¨®n¡±, terci¨® Mertxe Aizpurua, de EH Bildu. Por el PNV, Aitor Esteban no solo rechaz¨® la gesti¨®n de los dirigentes populares, sino que, fuera del tema a debate, arremeti¨® contra Feij¨®o por conceder credibilidad a las acusaciones del empresario corrupto V¨ªctor de Aldama: ¡°No esper¨® ni un d¨ªa para dar por v¨¢lidas las acusaciones de un delincuente¡±. Ione Belarra, de Podemos, soliviant¨® a la bancada popular al tachar su discurso de ¡°asqueroso¡± y ¡°lleno de mentiras¡±. N¨¦stor Rego, del BNG, carg¨® contra el ¡°centralismo¡± de la derecha y Cristina Valido, de Coalici¨®n Canaria, aun sin citar a nadie, lament¨® que se hubiesen pronunciado discursos ¡°t¨®xicos y oportunistas¡±. El socialista Patxi L¨®pez fue directo a por Feij¨®o: ¡°Usted es un peligro para Espa?a¡±.

Tambi¨¦n hubo cr¨ªticas al Gobierno central, siempre en un volumen mucho m¨¢s bajo. La m¨¢s incisiva fue Mic¨®, de Comprom¨ªs, quien reivindic¨® el lema ¡°solo el pueblo salva al pueblo¡±, pese a su apropiaci¨®n por la ultraderecha, como reacci¨®n de una ciudadan¨ªa que se sinti¨® abandonada. ¡°?D¨®nde estaban los servicios p¨²blicos, la maquinaria, los Ej¨¦rcitos...? Estaban esperando el permiso de Maz¨®n¡±, se contest¨®. Y acto seguido reproch¨® a S¨¢nchez: ¡°Usted dej¨® a Maz¨®n cuando hab¨ªa demostrado su negligencia y su incompetencia¡±.

Fuera del tema de discusi¨®n, la cita parlamentaria confirm¨® hasta qu¨¦ punto se han agudizado las contradicciones entre los socios del Gobierno. Mientras los grupos de izquierda, empezando por Sumar, insist¨ªan con prorrogar el impuesto a las energ¨¦ticas, Aitor Esteban ratificaba sus reticencias y advert¨ªa: ¡°Si algunos grupos quieren imponer su agenda a los dem¨¢s, el PNV se va a plantar¡±.