Vox deja solo al PP en Burgos por mantener una partida para asistir a los migrantes
La alcaldesa Cristina Ayala defendi¨® quitar 119.00 euros de ayudas a ONG de los Presupuestos, pero los recuper¨® despu¨¦s del revuelo social
Cristina Ayala se ha quedado sola. La alcaldesa de Burgos ha perdido la confianza del Pleno pero, seg¨²n ella, la ciudad ha ganado: ese aislamiento forzado por su exsocio, Vox, y el PSOE no acarrea el fracaso de los Presupuestos, tan pregonados por la regidora. Las cuentas salen pr¨¢cticamente por eliminaci¨®n, pues ultras y socialistas no van a presentar una moci¨®n de censura y prosperar¨¢n gracias a ello. ¡°Hoy gana Burgos y ganan los burgaleses¡±, sostuvo Ayala, pero confirm¨® el adi¨®s a Vox, con quien gobernaba desde mayo. Todo, por los giros del PP sobre 119.000 euros para las ONG de asistencia a migrantes, retirados en primera instancia, y luego devueltos. Ella defendi¨® quitarlos, admitiendo que era orden de Vox, pero acab¨® reculando. La extrema derecha la castig¨® votando contra los Presupuestos y firmando el primer divorcio consistorial de PP y Vox, resistentes a las rupturas auton¨®micas del verano, tambi¨¦n por las pol¨ªticas migratorias.
El divorcio implica que los cuatro concejales de Vox, entre ellos el ahora exvicealcalde, Fernando Mart¨ªnez-Acitores, pasen a la oposici¨®n. La alcaldesa reclama entendimientos puntuales, pues carece de mayor¨ªa para gobernar: el PSOE sac¨® 12 ediles contra los 11 del PP, apuntalados por el cuarteto ultra. Entretanto, ha remozado su gobierno burgal¨¦s mediante cuatro grandes ¨¢reas que gestionar¨¢ su partido. Tal desenlace bebe de un pulso por el 0,000476% de los Presupuestos de 2025: los 119.000 euros, entre los 250 millones planteados, para tres asociaciones burgalesas de asistencia a migrantes: Burgos Acoge, Accem Burgos y Atalaya Multicultural. La alcaldesa y el entonces vicealcalde de Vox pactaron suprimir esa subvenci¨®n el 7 de noviembre, pero mantener recursos para C¨¢ritas, que se neg¨® a recibirlos si se sacaba a las otras. Comenz¨® el revuelo: la ciudadan¨ªa, la patronal y los medios presionaron para que el Ayuntamiento no abandonara a las ONG. Unas 5.000 personas se manifestaron en la plaza Mayor el d¨ªa 14; los empresarios firmaron cartas de apoyo y la prensa hume¨®.
El discurso se resquebraj¨®. La primera edil defend¨ªa tal recorte para impulsar los Presupuestos y pregonaba estar ¡°m¨¢s cerca de Vox que del PSOE¡±. El d¨ªa 15, rectific¨®. ¡°Los convenios con las tres ONG van a seguir igual que en 2024¡å, digo. ¡°Hacen un fant¨¢stico trabajo para que Burgos sea m¨¢s tolerante, diverso y con mejor convivencia¡±, a?adi¨®. Los extremistas se sintieron traicionados y evidenciaron su enfado en la Comisi¨®n de Hacienda, rechazando las cuentas por no incluir unas claves que demandaron para compensar aceptar esos 119.000 euros. El palo definitivo, el viernes 22: la votaci¨®n del Presupuesto fracas¨®. PSOE y Vox los declinaron. Los socialistas del exalcalde Daniel de la Rosa sugirieron respaldarlos si se contaba con ellos para reestructurar los remanentes o las modificaciones de cr¨¦dito y recuperar fondos para Memoria Hist¨®rica. No hubo acuerdo y Ayala gan¨®, seg¨²n sus palabras, pese a perder. La moci¨®n de confianza reflej¨® ese aislamiento del PP, ahora a expensas de alianzas puntuales. Ayala declara a EL PA?S que la condici¨®n de Vox de retirar subvenciones era ¡°inasumible¡±, como si nunca hubiera acatado, pero al recordarle que al principio transigi¨®, asume que fue una ¡°decisi¨®n equivocada¡± que rectific¨® ¡°por la convivencia en la ciudad¡±. Tambi¨¦n subraya que puso su cargo ¡°a disposici¨®n de la ciudad en una moci¨®n de confianza¡±. La regidora cree que el electorado aprueba esa ¡°decisi¨®n r¨¢pida¡±, tras una semana de foll¨®n, de volver a financiar a las entidades y pide que ¡°valoren¡± durante el resto de mandato el trabajo consistorial.
El exvicealcalde ultra admiti¨® la ruptura ¡°unilateral¡± y anunci¨® una oposici¨®n ¡°constructiva, dura y contundente¡±. Fue un gui?o, seg¨²n el exalcalde socialista, para sostener a Ayala.¡°El tono de Vox es accesible y generoso, le dice que les han obligado a romper, ¡®pero no quer¨ªamos, aqu¨ª nos tienes¡±, manifiesta De la Rosa, quien dibuja ¡°una oposici¨®n dura, pero consciente de que el PP est¨¢ en minor¨ªa¡±. ¡°Buscaremos acuerdos en los grandes asuntos, pero valorando nuestros 12 concejales como ganadores de las elecciones, de igual a igual, no somos el segundo plato¡±, se?ala el representante socialista. El exregidor augura un mandato ¡°complicado¡± y ve dif¨ªcil el entendimiento con la alcaldesa: ¡°El pleno le ha retirado la confianza, es una derrota pol¨ªtica, aunque no haya moci¨®n, pero no tengo expectativa de que quiera pactos¡±. El ministro ?scar Puente, exalcalde de Valladolid y tambi¨¦n descabalgado pese a ser el m¨¢s votado, ha apoyado a De la Rosa en X: ¡°Burgos, como tantos municipios, ten¨ªa un magn¨ªfico alcalde. El ¡®que te vote Txapote¡¯ se lo llev¨® a ¨¦l y a muchos alcaldes por delante. Ahora Burgos est¨¢ sumido en el desgobierno y en la inestabilidad¡±.
El latir popular pulsado en distintos barrios de Burgos refleja desaz¨®n con tanto viraje. Jos¨¦ Luis Miguel, de 66 a?os, ve una pol¨¦mica ¡°de Vox en estado puro¡± que despert¨® a ¡°mucha gente indignada¡± y reprueba a Ayala: ¡°No s¨¦ c¨®mo ha llegado hasta aqu¨ª¡±. Virginia M., de 55 a?os, pasea por la plaza Mayor que hace unos d¨ªas congreg¨® a miles de personas ¡°de todo tipo, de todos los partidos¡±. ¡°Nos ha parecido muy feo¡ ?Para manifestarnos los de Burgos, imag¨ªnate!¡±, exclama, sospechando que ahora Ayala buscar¨¢ un discurso victimista pidiendo aglutinar los votos en ella para no depender de PSOE o Vox.
El tono var¨ªa frente a un mes¨®n de barrio. Cinco chicos de entre 25 y 30 a?os departen. Uno informa que su madre, ¡°que tiene varios comercios y es de derechas¡±, se manifest¨®. ¡°No es ideol¨®gico, sino de sentido com¨²n, hab¨ªa gente de ambos lados, son temas sensibles¡±, a?ade. ?l defiende el plante de C¨¢ritas, mientras otro colega murmura: ¡°Ten¨ªan que recortarles a todos¡±. Entonces dos inciden en los t¨®picos de criminalidad o de supuesto aprovechamiento de ayudas p¨²blicas, mientras otros dos tercian, piden ¡°no generalizar¡± y admiten que si ellos pasaran hambre har¨ªan ¡°cualquier cosa¡±. Antes de volver al bar, recuerdan la despoblaci¨®n de la provincia: ¡°Hay pueblos vac¨ªos, que regalan el alquiler del bar o la piscina, y en la ciudad no hay exceso de inmigrantes¡±.
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