La agon¨ªa de las albuferas de Adra, contaminadas por la agricultura como el Mar Menor

Las albuferas de Adra (Almer¨ªa) se mueren poco a poco tras d¨¦cadas de deterioro medioambiental. Al igual que en el Mar Menor murciano, la agricultura intensiva ha cebado de fertilizantes y pesticidas este humedal, de 47 hect¨¢reas y acorralado por los invernaderos. El mar de pl¨¢stico del sureste espa?ol apenas deja respirar estas dos lagunas naturales y ha acabado con mucha vegetaci¨®n que rodeaba la valiosa reserva, cada vez con menos ox¨ªgeno y un descenso prolongado de especies de flora y fauna, algunas de ellas protegidas. Hace a?os que los invernaderos de hortalizas y la expansi¨®n urbana se comieron las 84 hect¨¢reas de su zona perif¨¦rica de protecci¨®n.

Hartos de comprobar el declive ecol¨®gico y c¨®mo la Junta andaluza (PP) ha mirado para otro lado pese a la protecci¨®n internacional del humedal, la semana pasada 11 cient¨ªficos de las universidades de Almer¨ªa, Granada y M¨¢laga han dirigido una contundente carta al Gobierno auton¨®mico para que lo proteja de una vez por todas. A la misiva acompa?an un informe que constata con datos la grave degradaci¨®n del ecosistema. La Junta ha recogido el guante y el pasado viernes anunci¨® un primer plan de un mill¨®n de euros, pero que no frenar¨¢ el aporte de nutrientes de la agricultura, la primera causa de su agon¨ªa ambiental.

¡°Parece absurdo que si la Junta tiene los datos y es la responsable de la evaluaci¨®n medioambiental del humedal, tengamos nosotros que decirles ¡®?qu¨¦ est¨¢is haciendo?¡¯ ?No os han puesto en alerta vuestros t¨¦cnicos? Saben de sobra lo que est¨¢ pasando¡±, censura el catedr¨¢tico de Ecolog¨ªa de la Universidad de Almer¨ªa Jos¨¦ Jes¨²s Casas. Sobre el plan de la Junta, el experto es muy cr¨ªtico: ¡°La medida de restaurar dos hect¨¢reas es a todas luces precipitada e insuficiente para solucionar la degradaci¨®n ambiental del humedal. Es como tratar de curar una enfermedad grave que afecta a ¨®rganos vitales con una simple tirita¡±.

Los nutrientes de los invernaderos han llegado a las albuferas de forma masiva a trav¨¦s del acu¨ªfero y por v¨ªa superficial desde las ramblas cercanas, mientras que la sequ¨ªa prolongada y la probable sobreexplotaci¨®n del acu¨ªfero para el regad¨ªo parece haber provocado una salinizaci¨®n del humedal, al borde del Mediterr¨¢neo, seg¨²n los expertos. ¡°Lo mismo que ocurre en Do?ana, pero a peque?a escala¡±, puntualiza Casas.

Los expertos avisan de que si las medidas no surten efecto acudir¨¢n a la Uni¨®n Europea y a la justicia, ya que las albuferas atesoran protecci¨®n internacional, in¨²til hasta ahora, frente a la voracidad de los agricultores: son Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), Zona Especial de Conservaci¨®n (ZEC), Zona de Especial Protecci¨®n para las Aves (ZEPA) y un sitio Ramsar protegido por la convenci¨®n sobre humedales de la Unesco desde hace tres d¨¦cadas.

Si la laguna Honda ha disminuido su extensi¨®n por el exceso de extracciones del acu¨ªfero para el riego intensivo de hortalizas, as¨ª como por la falta de recarga del acu¨ªfero y del r¨ªo Adra, la laguna Nueva ha aumentado su salinidad por la sequ¨ªa y su cercan¨ªa al mar, denuncia el informe cient¨ªfico. ¡°Hemos detectado una disminuci¨®n de la calidad del agua y el aumento del estado tr¨®fico (¡­) debido al aumento de las cargas externa e interna de nutrientes (f¨®sforo)¡±, aclaran los expertos. Estos nutrientes han provocado que el nivel de las albuferas sea hipereutr¨®fico, lo que deriva en algas que generan mucha materia org¨¢nica, que propician una alta actividad bacteriana, lo que requiere much¨ªsimo ox¨ªgeno. De esta forma, los niveles de ox¨ªgeno de las lagunas, con dos metros y medio de profundidad, suelen ser hip¨®xicos (muy bajos).

Abel la Calle, profesor de Derecho Internacional P¨²blico de la Universidad de Almer¨ªa, censura la dejaci¨®n por parte de la Junta andaluza: ¡°?Qu¨¦ m¨¢s cabe cuando compruebas que no se ha hecho nada? Los planes de restauraci¨®n previstos y no llevados a cabo es muy parecido a mentir. La desesperaci¨®n del mundo cient¨ªfico ayuda a entender el escrito de denuncia, y luego nos dirigiremos a la Uni¨®n Europea, porque los incumplimientos de la directiva del agua son muy graves para este ecosistema acu¨¢tico, muy pr¨®ximo al colapso¡±, avanza La Calle, que ha asesorado a los expertos.

El Mar Menor, a 280 kil¨®metros de distancia, es el ejemplo m¨¢s claro de contaminaci¨®n de un acu¨ªfero por nitratos filtrado a la laguna, con algas y microplancton que generan el peligro de anoxia (falta de ox¨ªgeno). En las albuferas de Adra se ha dejado manga ancha al desarrollo de la agricultura, que ha arrasado hect¨¢reas de h¨¢bitats protegidos, todo ello documentado por los informes de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente, durante d¨¦cadas gobernada por el PSOE y desde hace cinco a?os con el PP, que han permitido esta fuerte degradaci¨®n.

El pl¨¢stico y el llamado milagro econ¨®mico almeriense se han tragado poco a poco, durante d¨¦cadas, pastizales salinos mediterr¨¢neos, matorrales hal¨®filos (que crecen en suelos salinos) mediterr¨¢neos y termoatl¨¢nticos, estepas salinas mediterr¨¢neas, dunas fijas de litoral, galer¨ªas y matorrales ribere?os termomediterr¨¢neos, entre otros h¨¢bitats que albergan especies protegidas. ¡°El deterioro ha sido extremo¡±, resumen los cient¨ªficos.

Dos de las especies de fauna m¨¢s afectadas son el fartet, pez end¨¦mico en peligro de extinci¨®n y desaparecido de dos de las masas de agua, y la ranita meridional, que ha sufrido una grave regresi¨®n. En paralelo, seis especies de aves acu¨¢ticas, como la malvas¨ªa cabeciblanca y el ¨¢nade azul¨®n, han sufrido un declive poblacional. La biodiversidad ha ca¨ªdo en picado por la contaminaci¨®n, la eutrofizaci¨®n (acumulaci¨®n de residuos org¨¢nicos), la colmataci¨®n y la salinizaci¨®n del ecosistema, destacan los expertos. Excepto una banda en el extremo occidental, el anillo que rodea las dos lagunas se limita hoy a una franja vegetal de entre 4 y 12 metros de ancho en el per¨ªmetro.

El pasado viernes el consejero andaluz de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Ram¨®n Fern¨¢ndez-Pacheco, fue a Adra para anunciar que por fin la Junta proteger¨ªa el humedal con un proyecto de un mill¨®n de euros. ¡°La transformaci¨®n del entorno de las albuferas nos hace reflexionar a todos y la Junta desplegar¨¢ inversiones inminentes para mejorar el entorno: vallaremos los puntos de nidificaci¨®n para proteger a las aves, mejoraremos la red de espacios p¨²blicos y restauraremos dos hect¨¢reas que en su d¨ªa ten¨ªan uso agr¨ªcola y son de titularidad p¨²blica (¡­) Las albuferas volver¨¢n en el futuro a ser lo que eran¡±, anunci¨®. A medio y largo plazo el Ejecutivo quiere mitigar la incidencia de los invernaderos en las lagunas, un problema que achaca a ¡°la falta de ordenaci¨®n del territorio¡± durante los ¨²ltimos 30 a?os.

El deterioro de las albuferas de Adra es un ejemplo perfecto de c¨®mo el papel lo aguanta todo. Las dos planificaciones hidrol¨®gicas de 2009-2015 y 2015-2021 de la Junta andaluza previeron medidas espec¨ªficas para recuperar ¡°la orla de terrenos en torno a las lagunas para su protecci¨®n y la restauraci¨®n de los ecosistemas ribere?os¡±. El plan hidrol¨®gico de 2023 mantuvo la medida, pero hasta que los cient¨ªficos no alzaron la voz la semana pasada, la Junta no ha movido ficha, un proyecto que no mejorar¨¢ la salud de la reserva, seg¨²n los expertos.

Enrique Moreno-Ostos, profesor de Ecolog¨ªa en la Universidad de M¨¢laga, alerta sobre el anuncio de Fern¨¢ndez-Pacheco: ¡°Las medidas reales y eficientes de protecci¨®n deben replantear la ordenaci¨®n territorial de la cuenca y de sus usos del suelo, sobre todo el control de la actividad agr¨ªcola intensiva y del uso del agua, principales causas directas de los problemas. Todo planteamiento que no aborde y regule estas causas directas de la degradaci¨®n no podr¨¢ resultar en su conservaci¨®n efectiva¡±.

Los cient¨ªficos mandaron el informe y la carta al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Mor¨¢n, dado que la protecci¨®n de las lagunas es internacional y el Gobierno representa a Espa?a en la firma de convenios. Preguntada al respecto, Transici¨®n Ecol¨®gica ha rechazado pronunciarse. La protecci¨®n de los humedales debi¨® haber comenzado en 1997, cuando la Junta lo propuso como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), hace 26 a?os.