Un ej¨¦rcito de impresoras al servicio de los sanitarios
Colectivos y entidades fabrican, de forma voluntaria, material para proteger a m¨¦dicos y enfermeras
El colectivo Coronavirus Makers est¨¢ formado por m¨¢s de 15.000 personas en toda Espa?a coordinadas por grupos de Telegram y armadas con impresoras 3D. Con ellas, los voluntarios crean en sus domicilios mascarillas, viseras y todo tipo de material de protecci¨®n que ponen a disposici¨®n de los centros de salud.
N¨¦stor Aparicio es uno de los makers del colectivo en Catalu?a. ¡°Aqu¨ª somos m¨¢s de 3.000 y la mayor¨ªa estamos haciendo piezas de viseras que luego ensamblamos en pantallas trasparentes que protegen el rostro de los sanitarios¡±, informa. Aparicio tiene 29 a?os y hace cinco qued¨® prendado de la impresi¨®n 3D. ¡°Unos compa?eros y yo nos estamos ahora constituyendo en una cooperativa que hemos bautizado como Tangencial. Llevamos varios meses dedic¨¢ndonos a la formaci¨®n de personas en riesgo de exclusi¨®n social o con alg¨²n tipo de discapacidad f¨ªsica. Ellos mismos dise?an e imprimen objetos que les van a ayudar en su vida diaria¡±, instruye.
Al estallar la crisis del coronavirus y al comenzar a publicarse las noticias sobre la falta de material en los hospitales, muchos amantes de la impresi¨®n en 3D se unieron en las redes sociales y se organizaron. ¡°Desde el domingo 15 de marzo varios nos dedicamos a imprimir material, pero adem¨¢s nos hemos organizado para recoger, esterilizar, montar y distribuir las viseras¡±, informa. Toda esta cadena formada por un ej¨¦rcito de voluntarios acaba en la Escola la Llotja, desde donde el producto terminado se reparte por hospitales como el Cl¨ªnic, Bellvitge y Vall d¡¯Hebron.
Vicen? Casas es otro de los makers. Casas es profesor de lo que ha bautizado como rob¨¦tica (rob¨®tica + ¨¦tica) en el colegio Mare de D¨¦u dels ?ngels del barrio de la Sagrera. All¨ª ense?a a ni?os de P3 a 4? de ESO c¨®mo unir estos dos conceptos que no tienen por qu¨¦ ser antag¨®nicos. ¡°Cuando surgi¨® la propuesta de ayudar imprimiendo material de protecci¨®n se lo coment¨¦ a la directora del centro y me dej¨® llevarme la impresora a casa. Desde entonces, solo hago que imprimir¡±, ironiza.
Los makers son todos voluntarios y, tal y como asegura Aparicio: ¡°Preferimos que la gente que quiera destinar dinero a esta causa nos compre material a tener que gestionar nosotros los euros¡±. Solo en Barcelona, desde el pasado domingo, han imprimido 3.000 viseras.
Pero no solo los colectivos tecnol¨®gicos est¨¢n consiguiendo ayudar dise?ando elementos de protecci¨®n. Los manteros han cambiado la venta sobre el asfalto por la fabricaci¨®n de material sanitario. El Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona y la marca Top Manta transformaron su tienda en el barrio del Raval en un taller de costura que ahora confecciona mascarillas, gorros y batas para hospitales. Ante la emergencia sanitaria, han decidido reconvertir la actividad habitual de su local, donde elaboran prendas artesanales, en una apuesta solidaria para el personal m¨¦dico. Eso s¨ª, guardando una distancia de metro y medio entre empleados para evitar contagios.
El portavoz del sindicato y de la marca, Aziz Faye, explica que el objetivo es ayudar donde hace falta material sanitario. ¡°La mayor¨ªa de nosotros somos costureros. Hemos pensado que la mejor manera de solidarizarnos y contribuir es fabricar estos productos que ahora mismo est¨¢n solicitando en muchas partes¡±, se?ala Faye. La iniciativa recibi¨® una donaci¨®n de telas del Hospital de Granollers, que les ser¨¢n devueltas en forma de batas en unos d¨ªas. Por otro lado, han fabricado casi 1.000 mascarillas, con recursos propios, que ser¨¢n entregadas a personas de colectivos vulnerables que no tienen recursos suficientes para comprarlas en Barcelona.
Los manteros, que a diario venden productos falsificados en la ciudad, se han visto afectados por el coronavirus. El confinamiento, la falta de turistas y el decreto de estado de alarma los ha expulsado de las avenidas dej¨¢ndolos sin lo poco que ganaban. El sindicato asegura que muchos tienen problemas para pagar el alquiler o conseguir una alimentaci¨®n b¨¢sica. A pesar de ello, 10 miembros del colectivo buscan aportar su granito de arena. El portavoz destaca que en la iniciativa tambi¨¦n han colaborado el Ayuntamiento de Sentmenat y la empresa RobinHat, que les ofreci¨® m¨¢s material. Faye menciona que la tela para los gorros m¨¦dicos a¨²n no ha llegado.
Otra iniciativa que ha puesto manos a la obra para combatir el desabastecimiento de material de protecci¨®n es la Casa C¨¢diz de Barcelona donde se resguardan de la pandemia, desde hace semanas, una veintena de personas sin hogar y solicitantes de asilo. En el local, autogestionado por indigentes de toda Espa?a, combaten el aislamiento con la fabricaci¨®n de cubrebocas para hospitales y residencias. El activista y art¨ªfice del refugio, Lagarder Danciu, inform¨® en Twitter sobre el proyecto con el que esperan confeccionar otras 1.000 mascarillas. ¡°No nos podemos quedar indiferentes y en estos momentos la solidaridad es fundamental para vencer la Covid-19. Seguimos la lucha¡±, comenta Danciu en un v¨ªdeo, donde muestra los avances.
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