¡°Nos ha costado copiar los deberes¡±
Johni Zang, mayorista de origen chino, organiza donaciones de material y ayuda con los contactos en su pa¨ªs
Es jueves, vig¨¦simo d¨ªa de confinamiento, y Johni Zang, 38 a?os, mayorista textil, descuelga r¨¢pido el tel¨¦fono. Con su trabajo como importador en stand by, Zang, secretario general de la Federaci¨®n de Corporaciones Chinas de Espa?a, invierte ahora su tiempo en ayudar en la lucha contra el coronavirus con material de protecci¨®n. ¡°Vamos a ganar esta batalla, pero hag¨¢moslo con las menores ca¨ªdas posibles¡±, ruega. ¡°Sin nuestros h¨¦roes sanitarios protegidos no saldremos de esta¡±.
Nacido en Zhejiang (China), Zang lleg¨® a Espa?a con cuatro a?os de la mano de una familia ¡°trotamundos¡± que trabaj¨® en restaurantes y pas¨® por Madrid, Asturias, Huelva y Alicante hasta afincarse en Barcelona. Vive ahora en Montgat con su pareja y sus tres hijos, de 16, 11 y 9 a?os. En un impecable castellano, Zang dice que lleva toda la vida aqu¨ª ¡ª¡°De China no tengo memoria ni recuerdos¡±¡ª, que ama esta tierra y que en ella sus hijos crecer¨¢n y ¨¦l morir¨¢. Por eso le duele en el alma lo que ha visto: m¨¦dicos que se han hecho batas con bolsas de basura o los que han reclamado gafas de buzo.
Tras la experiencia de Wuhan, Zang tiene la certeza de que la gravedad de la Covid 19 reside en su colosal capacidad de contagio que desborda hospitales. Por eso, hace semanas colg¨® un v¨ªdeo en youtube con un doble mensaje: invit¨® a usar mascarillas, guantes y geles y llam¨® a la comunidad china a donar material de protecci¨®n para sanitarios y polic¨ªas. Han realizado ya 11 entregas a los Ayuntamientos de Badalona y Barcelona y sus Guardias Urbanas; a los hospitales Cl¨ªnic y Can Ruti o a comisar¨ªas de los Mossos d¡¯Esquadra. Y han intervenido en otras 26 operaciones e importado mercanc¨ªa de China.
¡°Los m¨¦dicos chinos iban vestidos como para ir a la Luna y aqu¨ª parece que vayan desnudos¡±
Gracias a su dominio del chino, Zang se ha convertido en una suerte de embajador que ha pedido a sus contactos en su pa¨ªs de origen, adonde viaja con regularidad, que inspeccionen el material. Ahora act¨²a de puente con una comunidad evang¨¦lica que quiere donar y est¨¢ implicado en la llegada de m¨¦dicos chinos a trav¨¦s del Ayuntamiento de Barcelona y el CatSalut. Dos hospitales le pidieron si conoc¨ªa a proveedores y se ha topado con la enorme burocracia. ¡°El presidente dice una cosa; el de abajo, otra, y el que paga, otra. Y hay que ir r¨¢pido. A cada minuto mueren personas. Ya m¨¢s de 12.000. China es la f¨¢brica del mundo y todo el mundo compra all¨ª. Y no entienden por qu¨¦ Espa?a tarda tanto en reaccionar¡±.
Su queja reside en la falta de previsi¨®n de las instituciones para prevenir este tsunami y que no informara bien a la ciudadan¨ªa. Zang, en febrero, vio l¨®gico que se cancelara el Mobile pese a que su hermano se desplom¨® al perder el trabajo de medio a?o con las cancelaciones de Huawei; ese mes ya retir¨® a sus ni?os del colegio cuando vio que solo hab¨ªa un bote de gel y a primeros de marzo se puso la mascarilla. ¡°Me llamaron exagerado y alarmista¡±, revela. Bajo el t¨ªtulo ?Por qu¨¦ tenemos que llevar mascarillas?, los comercios chinos colgaron el d¨ªa 3 carteles informando de que hab¨ªa 150 positivos en Espa?a y 17 en Catalu?a. Y que por eso los trabajadores las usar¨ªan para protegerse a s¨ª mismos y a los clientes. El d¨ªa 9, cerraron ¡°por vacaciones¡±. ¡°No pod¨ªan poner que era por la Covid 19. No se hubiera entendido. Vieron la manifestaci¨®n del 8 de marzo y se dieron cuenta de que era imparable¡±, dice.
Mientras sigue con sus gestiones, Zang ve cambios que han llegado para quedarse. En China no estaban familiarizados, dice, con el uso de las mascarillas y augura que se extender¨¢, como en Jap¨®n. Pide extremar las precauciones: ¨¦l sale de casa con mascarilla, guantes, gafas de buzo, capucha y al volver deja la compra fuera y con un espray desinfecta las suelas de los zapatos, tiende la ropa al sol y se ducha. Quiz¨¢ hab¨ªa que mirar y hay que mirar al Este. Wuhan ha dejado lecciones: reclut¨® a 40.000 sanitarios. Vivieron aislados. Ninguno enferm¨®. ¡°No hemos hecho los deberes. Solo hab¨ªa que copiarles. Nos ha costado un poco, pero conf¨ªo en que a finales de mes paren los contagios a gran escala. Vamos por buen camino¡±.
Ver a los amigos
Nombre: Johni Zang, de 38 a?os.
Profesi¨®n: Mayorista de importaci¨®n textil.
Qu¨¦ hac¨ªa antes de la crisis: Trabajar en su empresa. Los viajes de negocios y visitas a ferias los ha cancelado.
Qu¨¦ har¨¢ tras la crisis: A?ora a sus amigos y tiene ganas de reecontrarse con ellos para comer y beber en las comidas multitudinarias.
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