Un Govern confinado y divorciado

Entre los matrimonios mal avenidos que se han quedado confinados bajo el mismo techo durante la pandemia destaca la volc¨¢nica pareja que cohabita en el Palau de la Generalitat. El estado de alarma pill¨® en plena disputa p¨²blica y con los papeles del divorcio pendientes de firmar a la coalici¨®n formada por Junts per Catalunya y a Esquerra Republicana y ahora, mientras que los primeros no tienen prisa para culminar el tr¨¢mite convocando elecciones, los segundos miran el calendario a la espera de que el verano d¨¦ una tregua para ir a las urnas. Pero a pesar de los esfuerzos del presidente catal¨¢n, Quim Torra, para defender que tiene el control de la situaci¨®n pol¨ªtica en Catalu?a, quienes podr¨ªan acabar decidiendo sobre el calendario electoral son los jueces del Tribunal Supremo, pendientes de dictaminar sobre la inhabilitaci¨®n firme del dirigente independentista, condenado por un delito de desobediencia.

Los herederos de Converg¨¨ncia, con un Quim Torra desbocado, aspiran a demorar los comicios tanto como sea posible a la espera de que los vientos demosc¨®picos soplen m¨¢s a su favor y conscientes de que, hoy por hoy, el socio menor del Govern, Esquerra, est¨¢ bien posicionado para ser algo m¨¢s que el eterno aspirante a la presidencia. La gesti¨®n de la pandemia ha permitido a Quim Torra aparecer ante los suyos como un presidente que se liberaba de la tutela del huido Carles Puigdemont, y el president se ha entregado al ejercicio de la gesticulaci¨®n con la tranquilidad de que el estado de alarma dejaba la responsabilidad final en manos del Gobierno de Pedro S¨¢nchez. Siempre a contracorriente, fue pionero pidiendo un ¡°confinamiento total¡± de Catalu?a que el Gobierno vio m¨¢s como una maniobra para distanciarse del resto de Espa?a que como una medida ¨²til para frenar la epidemia. Y cuando el confinamiento fue f¨¦rreo en todo el pa¨ªs, Torra y todo su aparato de propaganda se entregaron a la causa de culpar al Gobierno y a Espa?a en general del avance de la enfermedad. ¡°Con una Catalu?a independiente habr¨ªa habido menos muertos¡±, acab¨® por afirmar Meritxell Bud¨®, consejera de Presidencia.

¡°Las elecciones se har¨¢n cuando se puedan celebrar de manera segura¡±, aseguran fuentes de Junts per Catalunya, la coalici¨®n del presidente catal¨¢n. No hay prisa. Creen que el tiempo corre en contra de Esquerra, un partido que bas¨® su estrategia en hacerse con los departamentos sociales del Govern, con los que pretend¨ªa lucir capacidad de gesti¨®n al calor de aumentos presupuestarios que se han ido al traste con la crisis. ¡°Quer¨ªan exhibir expansi¨®n econ¨®mica y puede que solo puedan lucir recortes¡±, resumen en Junts per Catalunya. El l¨ªder de ERC, Oriol Junqueras, cumpliendo pena de prisi¨®n por el proc¨¦s, es el ¨²nico que ha levantado la voz en plena pandemia para pedir elecciones. ¡°Tiene prisa porque en oto?o su partido tendr¨¢ peores expectativas¡±, insisten en Junts per Catalunya destacando que el gestor de los previsibles recortes no ser¨¢ otro que Pere Aragon¨¨s, vicepresidente econ¨®mico del Govern y candidato de ERC a la Generalitat.

ERC prepara una campa?a centrada en dos ejes. Por una parte, quieren destacar que la ¡°reconstrucci¨®n¡± de Catalu?a debe liderarla un partido progresista para que la crisis no la paguen ¡°los de siempre¡±. En segundo lugar, aspiran a exhibir un independentismo pragm¨¢tico que no les impide llegar a acuerdos con el PSOE, aunque solo cuando les conviene y a riesgo de perpetuar su imagen de socio poco fiable. Es en este contexto en el que hay que enmarcar su rechazo a apoyar la pr¨®rroga del estado de alarma de esta semana. ¡°De vez en cuando hay que plantarse, aunque aspiramos a continuar siendo socios preferentes del Gobierno¡±, explican fuentes pr¨®ximas a Pere Aragon¨¨s. Ello deber¨ªa permitirles, esperan, afrontar una campa?a rivalizando con los socialistas y los comunes en el flanco progresista y con Junts per Catalunya en el plano independentista. Solo las urnas podr¨¢n dirimir si tales contorsiones son demasiado incluso para el electorado catal¨¢n, tan acostumbrado al camaleonismo de sus partidos.

Los terceros en discordia con aspiraciones a formar parte de un Gobierno en Catalu?a son los socialistas. Consciente de que hacer oposici¨®n en tiempos de crisis es complicado, y m¨¢s si tienes responsabilidades de gobierno en Espa?a, el l¨ªder del PSC, Miquel Iceta, ha optado por una doble estrategia. Por una parte, critica sin contemplaciones las salidas de tono de Torra, pero por la otra ha ofrecido un ¡°pacto para la reconstrucci¨®n¡±. ¡°Es evidente que lo que se necesita en estos momentos es un acuerdo de amplia base para afrontar la crisis que viene, y solo trabajando juntos seremos capaces de salir de esta¡±, resume Iceta.

De momento, el cambio de fase parece haber abierto una breve tregua entre Gobierno y Generalitat. Sanidad ha aceptado la petici¨®n de Catalu?a para pasar a la siguiente fase a solo el 10% de su poblaci¨®n y hacerlo sin tener en cuenta los l¨ªmites provinciales. La portavoz del Govern, Meritxell Bud¨®, celebr¨® ayer que se haya ¡°escuchado y atendido¡± su demanda. Ahora Catalu?a estudia c¨®mo remontar su econom¨ªa en meses que se prev¨¦n cr¨ªticos para un sector tan vital como el turismo, especialmente cuando se tendr¨¢ que contar con unos viajeros nacionales a los que los exabruptos del proc¨¦s ahuyentaron masivamente. La Generalitat pretende ahora bajar el volumen y ultima una campa?a que apelar¨¢ a los ¡°v¨ªnculos emocionales¡± que los catalanes mantienen con el resto de espa?oles. La respuesta es una inc¨®gnita.

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