Albert Forns gana el Sant Joan jugando con unos diarios hallados en el mercado de Sant Antoni
El escritor se embolsa los 35.000 euros del galard¨®n mezclando realidad, ficci¨®n y ensayo a partir de 13 cuadernos de un contable que toma nota de la Barcelona de los a?os setenta
?Se puede comprar una vida? Eso es lo que crey¨® haber hecho el escritor Albert Forns un domingo de junio de 2015 cuando en el mercado de libros de lance de Sant Antoni de Barcelona encontr¨®, atadas con una goma el¨¢stica de las de pollo, 13 cuadernos, el primero con el ep¨ªgrafe Diari 1969-1970. ?Qui¨¦n lo hab¨ªa escrito y qu¨¦ y c¨®mo vivi¨® lo que vivi¨®? ?C¨®mo una vida acaba a la venta? ?Qu¨¦ motiva a escribir diarios personales? Forns dice que pag¨® bastante, pero la inversi¨®n le ha salido a cuenta porque reflexionando y fabulando sobre todo ello construy¨® la novela Abans de les cinc som a casa, con la que ha obtenido el 40? premio BBVA Sant Joan de literatura catalana, dotado con 35.000 euros que la Fundaci¨® Antigues Caixes Catalanes deja libres de impuestos y aparte de los derechos de autor. O sea, de los mejor retribuidos en la lengua de Pompeu Fabra.
¡°Es una construcci¨®n a partir del hecho de encontrarme esos diarios e intento que el lector viva la misma experiencia que la m¨ªa al enfrentarme a ellos¡± enmarca Forns (Granollers, 1982) su tercera novela, g¨¦nero que cuenta por premios: el Documenta con su debut en 2012 ¨CAlbert Serra (la novel¡¤la, no el cineasta)¡ªy el Llibres Anagrama en 2016 ¨CJambalaia--. Como es marca de la casa en uno de los autores m¨¢s rompedores y experimentales de las actuales letras catalanas, Forns juega sedimentando temas y enfoques diversos, salpic¨¢ndolo con su notable iron¨ªa y con tipolog¨ªas textuales distintas, y recurriendo de nuevo en parte al diario como hiciera en Jambalaia.
As¨ª, el libro (que publicar¨¢ el 26 de agosto Edicions 62) tiene, seg¨²n su creador, tres niveles: por un lado, la investigaci¨®n sobre el diarista, Hilari, al parecer ¡°un contable de Les Corts, cin¨¦filo, y que por las anotaciones me permite ir pregunt¨¢ndome si, por ejemplo, particip¨® en la Guerra Civil o si, por el uso tan normativo del catal¨¢n, estudi¨® cuando la Mancomunitat¡±; Forns no desvela si ha localizado a los familiares del autor (¡±ser¨ªa un spoiler¡±), si bien admite que hoy ya no tiene esos diarios. Un segundo estrato le lleva a preguntarse sobre ¡°c¨®mo una obra as¨ª pudo llegar a manos de otra gente¡±, por lo que ha investigado ¡°desde los que se dedican a vaciar pisos o a la quincaller¨ªa a c¨®mo ese material aterriza en las tiendas de anticuarios o las librer¨ªas de viejo, tras pasar muchas veces por el patio de mercados como el de los Encants¡±. Busca Forns, de ese modo, reconstruir ¡°el circuito de nuestras cosas, de nuestra vida en el fondo, d¨®nde van a parar cuando nos morimos¡±. En un tercer estadio se plantea ¡°por qu¨¦ escribimos dietarios, por qu¨¦ explicamos nuestra vida¡±, analizando la historia del g¨¦nero, desde el Bar¨® de Mald¨¤ y pregunt¨¢ndose si las redes sociales son los diarios actuales. De es modo ha hallado en Inglaterra un almac¨¦n donde la gente deposita diarios o cuadernos personales de sus antepasados o suyos que no quieren conservar.
El gusto por el g¨¦nero del diario en Forns tiene bastante tambi¨¦n de la pasi¨®n del practicante, ya que lleva uno desde hace tiempo, si bien admite que ¡°ahora tomo muchas notas dict¨¢ndolas a mi iPhone¡±. No hay, sin embargo, rastro de ellos en Abans de las cinc som a casa, cuya matriz son las notas de Hilari, que recogi¨® casi una quincena de a?os su vida, hasta 1980, en entradas relativamente esquem¨¢ticas, ¡°tipo agenda¡±, con un catal¨¢n muy acad¨¦mico. Destilan ¡°una vida rutinaria, no ser¨ªan para ser publicados; son diarios bastante blancos tanto en lo pol¨ªtico como en lo ¨ªntimo, pero con un sentido del humor que se detecta en sus cr¨ªticas sobre cine, por ejemplo¡±. S¨ª asoma, sin embargo, la Barcelona de finales de los 60 y del tardofranquismo y los cambios urban¨ªsticos y de infraestructuras, como las nuevas pistas del aeropuerto de El Prat. ¡°Bueno, la vida novelada permite a?adir esa ¨¦pica; ese es el trabajo del escritor, ?no?¡±, sostiene Forns.
La elecci¨®n de Forns, una de las voces m¨¢s elogiadas de las ¨²ltimas nuevas generaciones de las letras catalanas, refuerza, a diferencia de otros premios incluso auspiciados por el mismo Grupo Planeta que edita el Sant Joan, la voluntad de mantener un cierto list¨®n de calidad, ni que sea nominalmente. As¨ª lo refleja el palmar¨¦s desde su instauraci¨®n en 1981 por la Fundaci¨® Caixa Sabadell, una lista en la que aparecen autores como Miquel Bau?¨¤ (1989), Toni Sala (2004), Baltasar Porcel (2008) y Carme Riera (2016). Por ello tampoco ha dudado en dejarlo hasta cinco veces desierto, como ocurri¨® el a?o pasado.
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