El alma po¨¦tica de Paco Ib¨¢?ez galop¨® en Pedralbes
Con ¨¦l sobre el escenario no se trata tanto de cantar sino de compartir emociones, estremecimientos, y en eso sigue siendo un maestro inimitable
Por culpa de la famosa covid-19 el Festival Jardins de Pedralbes ha perdido este verano su programaci¨®n internacional y algunas letras ¡ªahora se presenta como Fes Pedralbes¡ª pero no ha perdido ni un ¨¢pice de su encanto.
Ya de entrada se sigue accediendo a los jardines pisando una larga alfombra roja para sentirte, aunque sea por un instante, estrella de Hollywood en la entrega de los Oscar. Y una vez dentro la opci¨®n de pasear relajadamente (con mascarilla, distanciamiento y precauci¨®n, por supuesto) y redescubrir sus innumerables rincones verdes o sus peque?as construcciones gaudinianas sigue siendo una atractiva opci¨®n del atardecer barcelon¨¦s.
Ante la fachada del anodino palacio (aunque resulte dif¨ªcil ponerle ese nombre a un edificio as¨ª) todo ha cambiado respecto a a?os anteriores. El lago rodea ahora al entarimado y la platea se extiende sobre un manto de c¨¦sped artificial sin gradas ni mecanotubo. Dos palmeras emergen desafiantes en el centro aportando un toque de dise?o involuntario. Un peque?o r¨®tulo iluminado corona el escenario: "Pedralbes enamora", pues eso. Adem¨¢s, todos los presentes llevan la mascarilla debidamente colocada, de lo contrario los acomodadores llamaban amable pero rotundamente la atenci¨®n (no como en otros festivales).
En cambio poco ha cambiado el village con su abundante oferta gastron¨®mica y un p¨²blico tempranero llenando mesas y tumbonas. El mi¨¦rcoles, un aplicado pero aburrido tr¨ªo de tango intentaba animar la espera. Una sonorizaci¨®n comedida compet¨ªa con el rumor de las fuentes en funcionamiento y el clamor de las cigarras cre¨¢ndose una mezcla sonora curiosa y no exenta de atractivo.
Un tango excesivamente plano no era la mejor m¨²sica para levantar los ¨¢nimos en una t¨®rrida noche de pandemia. Se hubiera agradecido algo m¨¢s de alma y, ?por qu¨¦ no?, un poco de alegr¨ªa. Por suerte minutos despu¨¦s, el auditorio central rebosaba alma por los cuatro costados y tambi¨¦n algo de alegr¨ªa aunque no todos los temas que sonaron fueran precisamente alegres.
La alegr¨ªa inmensa se centr¨® en comprobar la buena forma de un Paco Ib¨¢?ez que, a sus 85 a?os, no ha perdido nada de su ¨ªmpetu juvenil que, sumado a la sabidur¨ªa del tiempo vivido, compensa con creces los estragos que ese mismo tiempo ha dejado en su voz. Pero con Paco sobre el escenario no se trata tanto de cantar sino de compartir emociones, casi mejor hablar de estremecimientos, y en eso sigue siendo un maestro inimitable.
En el audio de ambiente sonaba Killing me softly with your song cuando se apagaron las luces y en la oscuridad Jos¨¦ Agust¨ªn Goytisolo recit¨® su tan actual En tiempos de ignominia que concluye con un contundente "Somos millones y el planeta no es vuestro". Y apareci¨® Paco, de negro absoluto contrastando con su blanca cabellera, apoy¨® la pierna izquierda sobre la silla ya ritual, invoc¨® a Espriu ("Direm la veritat, sense rep¨°s") y comenz¨® directamente con Quevedo.
Apoy¨® la pierna izquierda sobre la silla ya ritual, invoc¨® a Espriu (¡°Direm la veritat, sense rep¨°s¡±) y comenz¨® directamente con Quevedo
La voz de Paco se fue calentando en los primeros minutos, en los que Alberti precedi¨® a Cernuda con sendos recuerdos al exilio. Y Paco volvi¨® a posicionarse: ¡°Nunca pisar¨¢ mi casa ning¨²n anticatal¨¢n¡±, se declar¨® ¡°republicano espa?ol¡± y lo¨® la pluralidad ling¨¹¨ªstica cantando en gallego (Garc¨ªa Teijeiro), euskera (un tema popular), catal¨¢n (Espriu) y l¨®gicamente castellano. Despu¨¦s lo har¨ªa tambi¨¦n en franc¨¦s (Damia) y provenzal (Pierre Pascal). Le pidieron que cantara Coplas a la muerte de su padre pero se neg¨®: ¡°Tiempos penosos tenemos como para que yo os cante ahora esta canci¨®n¡±.
No cant¨® a Manrique pero no faltaron El Arcipreste de Hita, Nicol¨¢s Guill¨¦n, Alfonsina Storni, Antonio Machado o Atahualpa Yupanqui antes de llegar al final esperado: El lobito bueno, Palabras para Julia y A galopar, el p¨²blico se sum¨® t¨ªmidamente. ¡°Yo galopo hasta cuando duermo¡±, una frase final para recordar un recital lleno de vida y de optimismo en la ignominia clamada por Goytisolo y en la inseguridad impuesta por la covid-19.
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