La pandemia dispara los empadronamientos en la Costa Brava

Unas cuatro mil personas, principalmente barceloneses, se han empadronado en su localidad de veraneo de la Costa Brava desde que se inici¨® la pandemia como consecuencia del primer confinamiento y de una medida preventiva ante un posible segundo estado de alarma. Es un fen¨®meno que afecta a los 21 municipios del litoral gerundense, de Blanes a Cadaqu¨¦s, con picos en mayo, julio y agosto.

Las cifras van desde las 30 altas contabilizadas en Portbou a las 860 de Blanes. La casu¨ªstica es muy diversa, con confirmaciones de extranjeros comunitarios, renovaciones de extracomunitarios o nacimientos, pero destacan, sobre todo, los inscritos procedentes de otros municipios de Catalu?a con segunda residencia que han visto que pueden teletrabajar desde la costa.

As¨ª, en el Port de la Selva, localidad con tendencia a perder poblaci¨®n desde hace una d¨¦cada, el padr¨®n se ha incrementado en 66 personas (de 953 a 1.019) de marzo hasta agosto. El alcalde, Josep Maria Cervera, lo atribuye a los propietarios de segunda residencia, como a gente que vive desde hace a?os y no lo hab¨ªan oficializado hasta ahora. El perfil tambi¨¦n es diverso: jubilados, personas de mediana edad con profesiones liberales que pueden hacer teletrabajo, los que pasan ahora la mayor¨ªa de la semana en la costa o parejas j¨®venes con hijos menores que han pedido matricular a los ni?os en colegios del Port de la Selva, Begur o Cadaqu¨¦s.

Precisamente en Begur, desde marzo a agosto ha habido 89 altas en el censo. En la mayor¨ªa de casos se inscribe solo uno de los dos c¨®nyuges y el otro se mantiene en su vivienda habitual. Aunque algunos proceden de Girona, la mayor¨ªa, como Luis Soler, son de Barcelona. Tiene 66 a?os y hace 58 que veranea en Begur. El estado de alarma le pill¨® en su casa de la playa de Sa Tuna y decidi¨® confinarse all¨ª con su esposa. Sus tres hijos, independizados, lo hicieron en Barcelona. Su madre, de 92 a?os, vive en Begur, en el casco urbano. ¡°Durante el confinamiento habl¨¢bamos desde su terraza y el jard¨ªn. No le falt¨® de nada y estuvo m¨¢s tranquila al tenernos aqu¨ª¡±, asegura. Estuvieron confinados en total calma en la cala, con apenas media docena de casas ocupadas y cuando pudo hacer los tr¨¢mites en el ayuntamiento, en mayo, se empadron¨®. ¡°Hac¨ªa tiempo que ten¨ªa la idea, porque la intenci¨®n es venir a vivir aqu¨ª cuando nos retiremos¡±, detalla. Es aut¨®nomo y le era m¨¢s f¨¢cil empadronarse en Begur e ir a trabajar a Barcelona y volver.

Estancias temporales

Su mujer puede hacer teletrabajo y ¨¦l va puntualmente a visitar a clientes. Creen que el Consistorio ha hecho una buena labor de lucha contra el virus y se est¨¢n planteando si regresan a la capital. Hasta ahora iban a Begur en agosto, un fin de semana de cada dos y en Semana Santa. ¡°Ahora depender¨¢ de lo que vaya pasando, pero si nos vuelven a confinar nos quedaremos aqu¨ª seguro¡±, dice.

Los incrementos en el padr¨®n destacan tambi¨¦n en Palam¨®s, con 378 altas, cifra que, aunque no es muy elevada, recoge un importante aumento de barceloneses, sobre todo en julio y agosto. En la comarca de la Selva, las localidades de Lloret de Mar y Tossa de Mar han tenido 269 y 169 altas, respectivamente y en el Alt Empord¨¤, 340 en L¡¯Escala y 273 en Roses.