La tensi¨®n pol¨ªtica en Catalu?a propicia el ¡®sorpasso¡¯ econ¨®mico de Madrid sobre Barcelona
Un estudio de la London School of Economics observa que en la capital catalana existe una fractura por el conflicto nacionalista que lastra a su econom¨ªa
Ni centralismo, ni d¨¦ficit fiscal ni menores inversiones en infraestructuras: Barcelona pierde competitividad por la falta de entendimiento entre sus instituciones. Las estad¨ªsticas muestran un aumento del peso econ¨®mico de Madrid en detrimento de la capital catalana a partir de la d¨¦cada de los noventa. La principal raz¨®n, seg¨²n un estudio de Andr¨¦s Rodr¨ªguez-Pose y Daniel Hardy, investigadores en Geograf¨ªa Econ¨®mica de la London School of Economics (LSE), es que mientras Madrid ha construido puentes entre un amplio espectro de sectores sociales, pol¨ªticos y econ¨®micos, Barcelona ha incrementado su divisi¨®n y ha consolidado grupos cerrados de poder, determinados por el conflicto nacionalista.
¡°Una sociedad m¨¢s dividida en Barcelona, perjudicada por fracturas crecientes y profundas, y una falta de confianza, que ha impedido que se tiendan puentes entre grupos, han plantado la semilla de una evoluci¨®n econ¨®mica mucho peor de lo que se preve¨ªa para la ciudad¡±, dice el texto de Rodr¨ªguez-Pose y Hardy. ¡°Madrid, aunque no exenta de problemas, ha conseguido crear una sociedad m¨¢s maleable, lo que ha permitido la creaci¨®n de una ciudad m¨¢s din¨¢mica econ¨®micamente, m¨¢s abierta y m¨¢s conectada internacionalmente¡±.
El trabajo de la LSE se basa en una amplia colecci¨®n estad¨ªstica de las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas y en 91 entrevistas realizadas entre 2007 y 2019. Los datos aportados retratan un sorpasso econ¨®mico de Madrid respecto a Barcelona ¡°en casi todos los ¨¢mbitos¡±. La econom¨ªa catalana era en 1975 un 25% superior a la de Madrid; en 2018, el PIB per capita de Catalu?a ya era un 15% inferior al de la comunidad madrile?a. Si la regi¨®n metropolitana de Barcelona era el espacio m¨¢s poblado de Espa?a en 1980, seg¨²n el informe, hoy Madrid ya la supera con 6,45 millones de habitantes ¨Cfrente a 4,75 millones que suman la ciudad condal y los municipios de su regi¨®n m¨¢s amplia.
La capital espa?ola atrajo entre 2010 y 2018 el 65% de las inversiones directas extranjeras, mientras que Catalu?a no alcanzaba el 16%. A principios de la d¨¦cada de los ochenta, Catalu?a recib¨ªa el 30% del total de las inversiones extranjeras. Un ejemplo de ello es la p¨¦rdida de industrias japonesas como Nissan. El ¨²ltimo libro blanco de Sacho Kai, la Asociaci¨®n de Empresas Japonesas en Espa?a, resum¨ªa que si Catalu?a hab¨ªa conseguido en los noventa atraer gran parte de las compa?¨ªas japonesas, actualmente el 90% de sus nuevas inversiones las concentra Madrid. Sacho Kai elogiaba la tarea realizada hace treinta a?os por la Generalitat de Jordi Pujol.
Crecimiento hasta los Juegos Ol¨ªmpicos
El estudio de los investigadores de la LSE indica que el periodo de la Transici¨®n y hasta 1992 fue positivo para Barcelona por un esfuerzo conjunto de modernizaci¨®n y de identificaci¨®n entre muy diferentes sectores sociales, pol¨ªticos y econ¨®micos. Desde la transformaci¨®n ol¨ªmpica de 1992, seg¨²n el estudio, ¡°grupos fuertemente identitarios y comunitarios que hab¨ªan promovido el dinamismo econ¨®mico de Barcelona se han convertido en un lastre [¡], han facilitado la polarizaci¨®n de sus ya divididas comunidades, perjudicando a la inclusi¨®n. Esto est¨¢ afectando al uso del talento, entorpeciendo el desarrollo y la promoci¨®n de la actividad econ¨®mica, y conduciendo a un conflicto en ciernes, que ya fue evidente en la ciudad, y entre parte del ¨¢rea metropolitana y la mayor¨ªa del resto de Catalu?a, durante la reciente aceleraci¨®n proindependencia¡±. El documento hace hincapi¨¦ en el creciente predominio de ¨¦lites m¨¢s cerradas que est¨¢n definidas por su elevada posici¨®n social y por ser m¨¢s proclives al independentismo, una tesis que esgrime en su ¨²ltimo libro el c¨¦lebre economista franc¨¦s Thomas Piketty.
Madrid, seg¨²n este an¨¢lisis surgido del departamento de Geograf¨ªa Econ¨®mica de la LSE, aprovech¨® la unidad entre los nuevos l¨ªderes regionales que trajo la democracia para construir la comunidad aut¨®noma. Ayud¨® a ello, indica el estudio, que sus diferentes gobiernos fueran del mismo color pol¨ªtico, el del PSOE. El posterior predominio del Partido Popular en la regi¨®n cambi¨® las prioridades pero hered¨® la mec¨¢nica. Rodr¨ªguez-Pose pone como ejemplo la r¨¢pida expansi¨®n madrile?a como ciudad de ferias en detrimento de la capital catalana: ¡°El recinto de Montju?c se qued¨® peque?o y las discusiones entre el Ayuntamiento, la Generalitat y los agentes privados retrasaron la ampliaci¨®n. Barcelona tard¨® en ponerse las pilas y eso le ha hecho perder mercado. Ha habido ferias que han optado por Madrid cuando hace diez o quince a?os se hubieran instalado en Barcelona¡±. Rodr¨ªguez-Pose advierte de que Madrid est¨¢ ahora ¡°ralentizando su dinamismo econ¨®mico y la ampliaci¨®n de consensos¡±.
Crisis industrial como origen
¡°No es tan simple que lo sucedido se deba a un consenso de fuerzas locales en el caso de Madrid y una divisi¨®n en el caso de Barcelona¡±, dice Paloma Fern¨¢ndez, profesora de Historia Econ¨®mica de la Universidad de Barcelona. Fern¨¢ndez subraya que Barcelona inici¨® con desventaja el periodo analizado por la crisis industrial de los ochenta, en los primeros compases de la globalizaci¨®n del mercado. Fern¨¢ndez cree, adem¨¢s, que el modelo pol¨ªtico de Madrid la beneficia: ¡°Es una comunidad de una sola provincia en la que predominan los intereses urbanos. En Barcelona se reproduce lo que dec¨ªa [el hispanista] John Elliot, la vieja Catalu?a rural que resta fuerzas a la Catalu?a urbana. La ¨¦lite barcelonesa se ve bloqueada en momentos de crisis. El sistema electoral en Catalu?a beneficia a la ¨¦lite rural respecto a la metropolitana¡±.
El libro blanco de Sacho Kai incid¨ªa en el conflicto nacionalista, pero indicaba otras razones para explicar la fortaleza de Madrid: ¡°Centralizaci¨®n de sedes de empresas, un nuevo modelo inversor en forma de participaciones en sociedades ya existentes y el clima de inestabilidad pol¨ªtica en Catalu?a¡±. Los investigadores de la LSE se?alan que Espa?a es uno de los pa¨ªses m¨¢s descentralizados del mundo y concluyen que el dise?o de la Espa?a radial, con Madrid como centro de las conexiones de transporte, ha quedado superado con infraestructuras como la red de autopistas entre regiones, o con el tren de alta velocidad. ¡°Espa?a tiene las mejores infraestructuras del mundo¡±, afirma Rodr¨ªguez-Pose a EL PA?S. ¡°El sistema radial puede haber beneficiado a Madrid, pero actualmente no hay ninguna comunidad que tenga d¨¦ficit de inversiones en infraestructuras¡±. Rodr¨ªguez-Pose aporta datos de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIREF) que establecen que Catalu?a es la comunidad espa?ola que recibe m¨¢s inversiones brutas, tambi¨¦n por habitante, en infraestructuras. Tampoco cree que la ausencia de un corredor mediterr¨¢neo ferroviario de ancho de v¨ªa europeo sea un obst¨¢culo significativo para la econom¨ªa de Barcelona, siendo adem¨¢s Catalu?a la ¨²nica puerta de alta velocidad entre Espa?a y el resto de Europa. ¡°Hay otros cuellos de botella que pueden influir m¨¢s, como la red de cercan¨ªas de Barcelona¡±, dice Rodr¨ªguez-Pose.
Para este profesor de la LSE, el precedente m¨¢s similar, el de Toronto y Montreal, demuestra que en un Estado federal como el canadiense, la primera gan¨® poder econ¨®mico a la principal ciudad de Quebec durante un largo periodo que empez¨® hace cuarenta a?os, a partir de las tensiones que gener¨® el independentismo de Quebec. En cambio, en un pa¨ªs con el poder pol¨ªtico m¨¢s centralizado como Italia, Mil¨¢n ¨Cel equivalente a Barcelona¨C, contin¨²a siendo abanderada econ¨®mica por delante de la capital, Roma.
La catedr¨¢tica Montserrat Pallar¨¨s se muestra cr¨ªtica con el documento de la LSE. Pallar¨¨s, investigadora principal de Geograf¨ªa Econ¨®mica de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, asegura que hay afirmaciones que no le parecen ¡°sustentadas por un estudio riguroso¡±. Pallar¨¨s dice que las variables cuantitativas que utilizan los dos investigadores son correctas, pero a?ade que ¡°el nivel de escala, muy importante a la hora de hacer comparaciones, a veces no se entiende; habla de Barcelona como Catalu?a y a veces de Barcelona como metr¨®polis, o de Barcelona como ciudad. Habr¨ªa que ser m¨¢s precisos¡±. Pallar¨¨s opina, con la expresi¨®n catalana ¡°estirar el bra? m¨¦s que la m¨¤niga¡±, que el estudio presenta conclusiones forzadas.
Sin poder financiero
Paloma Fern¨¢ndez echa de menos que el estudio de la LSE no tenga en cuenta la ausencia de poder financiero en Barcelona. Madrid ha consolidado su hist¨®rico dominio en las finanzas espa?olas, una hegemon¨ªa que, seg¨²n Fern¨¢ndez, se remonta a los inversores extranjeros del siglo XIX que optaron por la capital para estar cerca del Congreso de los Diputados. En Barcelona no cuaj¨® un gran banco y el m¨²sculo financiero lo ostentaban las cajas de ahorro. Estas han desaparecido y la confianza en Catalu?a de entidades como CaixaBank se vio mermada por la carrera unilateral de independencia, seg¨²n Fern¨¢ndez. Esta acad¨¦mica de la UB coincide con el documento de la LSE en detectar un proteccionismo que lastra el potencial catal¨¢n: ¡°Muchos actores econ¨®micos se consideran excluidos en Catalu?a porque existe una fort¨ªsima protecci¨®n a seg¨²n qu¨¦ actores. En el sector editorial es evidente cuando se promociona a quien edita en catal¨¢n¡±.
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