Risas para vernos mejor
Luc¨ªa Lijtmaer e Isabel Calder¨®n llenaron el F¨°rum con las s¨¢tiras de su ¡®Deforme Semanal¡¯
Los r¨ªos se ven, concitan nuestra atenci¨®n con sus caprichosas riberas, su caudal y esos ¨²tiles meandros donde la corriente arrincona lo que proceda sin que nadie se sienta ofendido. No hace falta mirar mucho para ver un r¨ªo. Por el contrario, hay otras corrientes de agua invisibles, est¨¢n bajo la superficie, an¨®nimas, omitidas como tantas cosas que nos ocultan, no queremos ver o nos incomodan. En la noche del martes, una de esas corrientes subterr¨¢neas brot¨® en el F¨°rum, donde 1.200 personas la hicieron visible llen¨¢ndolo atra¨ªdas por dos mujeres que, lejos de surfear en el ¨¦xito de la radio convencional, han hallado acomodo en los podcasts, un lecho al que han llamado Deforme Semanal. Un di¨¢logo de dos amigas en Les Nits del Primavera, en el Parc del F¨°rum, en Barcelona.
Son Lucia Lijtmaer e Isabel Calder¨®n, que, como mujeres, muestran un punto de vista escasamente representado en un mundo de voces masculinas. ?Qu¨¦ mundo? Todos: el humor, la narrativa, el pensamiento, el discurso pol¨ªtico, la sexualidad, ciertos tipos de periodismo, la emotividad, la pareja¡ Y de reflexionar sat¨ªricamente sobre esos mundos vive Deforme Semanal, un espacio donde el humor se expresa ¨¢cido y al mismo tiempo equilibra el octanaje de cavilaciones que bien podr¨ªan hacer llorar, pues a nadie se le escapa que nuestra sociedad es sexista, injusta y racialmente discriminatoria. S¨ª, eso lo sabemos, pero pocas voces no los dicen a la cara en un formato de entretenimiento, pocas voces rebotan en la cavidad craneal mientras la risa dibuja una l¨ªnea curva en el rostro. Un humor que no se acaba en s¨ª mismo sino que sirve para iniciar el vuelo. En el podcast, este humor se equilibra con aportaciones culturales que abren ventanas, ofreciendo pistas y sugerencias sobre los temas m¨¢s dispares. Y siempre, tema crucial, con mirada de mujer.
En el F¨°rum el formato del show no fue el habitual, pues ambas rehuyeron tratar un tema monogr¨¢fico y apostaron por un repaso a la actualidad por medio de sus personajes m¨¢s populares. Algunos de ellos podr¨ªan ser cuestionables por obvios, de la misma manera que la din¨¢mica misma del repaso era predecible, aunque todo ello no era relevante cuando a partir de personajes tan reiterativos como Casado y Rivera se establec¨ªa la teor¨ªa de los falsos guapos, una par¨¢bola sobre la estratificaci¨®n social por derecho de cuna. O esa s¨¢tira del mundo indie y su actitud ensimismada que ha hecho perder tanto tiempo emocional a mujeres que ahora pasan de la treintena. No hac¨ªa falta preguntar para notar que ellas, las espectadoras, sent¨ªan que hablaban de su vida (¡°parece que han mirado mi agenda¡±), comentaba una, mientras ellos, los espectadores, bien pod¨ªan verse retratados en conductas tan interiorizadas como la lectura de David Foster Wallace o Jonathan Franzen para un indie/hipster (la literatura masculina del yo doliente recibi¨® tantos palos como el pendiente de coco que ahora usa Pablo Iglesias, el amor rom¨¢ntico o ciertos columnistas que si usaran rap¨¦ no ser¨ªan tan enf¨¢ticos en sus textos y pesados en la corta distancia).
En definitiva, m¨¢s que poner el acento en un formato que se estrenaba ante grandes audiencias, lo m¨¢s relevante de Deforme Semanal es su pertinencia, la necesidad de arrinconar el lenguaje anestesiado para dirigir un humor incitante hacia cualquier tema, incluido el reggaet¨®n, estilo que recibi¨® una arremetida tan f¨ªsica como ¨¦l mismo, al considerarlo la nueva panacea de unos modernos que ahora descubren que su cuerpo, ?c¨¢spita!, existe. Por cierto, para dar carta de naturaleza al cuerpo, el show comenz¨® y se cerr¨® con Calder¨®n y Lijtmaer bailando y cantando con el Freed From Desire de Gala, y el Run To You de Whitney Houston. Bailar es tambi¨¦n pol¨ªtico. Y divertido. Y si bailas mal puedes hasta re¨ªrte de ti mismo.
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