L¡¯Hospitalet como precedente de Madrid
Los t¨¦cnicos experimentaron en la segunda ciudad catalana las dificultades de perimetrar ¨¢reas muy pobladas
Restringir la movilidad de una gran ciudad no es f¨¢cil, como se ha podido ver los ¨²ltimos d¨ªas en Madrid. Catalu?a aplic¨® restricciones parecidas a las de la capital el verano pasado y, probablemente, la experiencia m¨¢s complicada para las administraciones fue la de L¡¯Hospitalet de Llobregat. La Generalitat aisl¨® perimetralmente, el 4 de julio, la comarca leridana del Segri¨¤ tras detectarse nueve rebrotes. D¨ªas m¨¢s tarde, la administraci¨®n auton¨®mica intent¨® algo parecido con la segunda ciudad m¨¢s poblada de Catalu?a: L¡¯Hospitalet, con m¨¢s de 264.000 habitantes. Una ciudad sin fronteras en las que unas calles son en una acera de L¡¯Hospitalet y en la otra de Barcelona, Esplugues, Cornell¨¤ o El Prat de Llobregat.
Jes¨²s Husillos, teniente de alcalde de Derechos Sociales de L¡¯Hospitalet, recuerda como, el viernes 10 de julio, el Departamento de Salud alertaba al equipo de gobierno que en la zona norte de L¡¯Hospitalet se estaban desbocando los contagios. Aquella semana hab¨ªa 300 casos activos, la mayor¨ªa concentrados en los barrios de la Torrassa, la Florida y Collblanc. ¡°El s¨¢bado 11, la alcaldesa, N¨²ria Mar¨ªn, orden¨® a la Guardia Urbana que se tuviera especial escr¨²pulo en ordenar el uso de la mascarilla¡±, recuerda Husillos. La peor de las noticias lleg¨® el domingo. ¡°Nos lleg¨® el mensaje de que una parte del Gobierno de la Generalitat quer¨ªan confinar y cerrar L¡¯Hospitalet igual que hab¨ªa hecho con Lleida. Era una manera de utilizarnos como cabeza de turco. Hubieran necesitado todos los Mossos de toda Catalu?a para hacer un cierre perimetral. Aun as¨ª, L¡¯Hospitalet se diferencia de Madrid de Ayuso en que nosotros, desde el primer momento, reconocimos que hab¨ªa un problema de contagios¡±, admite el teniente de alcalde.
El 13 de julio, el Govern orden¨® el cierre de los bares y restaurantes de Lleida. Ese mismo d¨ªa, Mar¨ªn hizo un llamamiento a los vecinos de L¡¯Hospitalet informando de la situaci¨®n e instando a que se creara un comit¨¦ de seguimiento diario con miembros de la Generalitat y el Ayuntamiento. ¡°Ese comit¨¦ fue la clave. La alcaldesa quer¨ªa huir de la confrontaci¨®n pol¨ªtica y exigi¨® que fuera un t¨¦cnico quien aclarara dudas. All¨ª estaba el epidemi¨®logo Jacobo Mendioroz. Mar¨ªn fue tajante y al final se hizo lo que aconsejaron los t¨¦cnicos, no los pol¨ªticos¡±, reconoce el teniente de alcalde.
El 15 de julio entraban en vigor las medidas especiales acordadas por Interior, Salud y el Ayuntamiento de L¡¯Hospitalet. Se pidi¨® a la poblaci¨®n ¡ªera solo una recomendaci¨®n¡ª de Collblanc, la Torrassa y la Florida que solo saliera de casa para trabajar o comprar. Cerraron los equipamientos culturales, teatros, cines, pistas deportivas, salas de fiestas y discotecas. Adem¨¢s, se redujo el aforo al 50% en el interior de bares y restaurantes. ¡°La alcaldesa sab¨ªa que cerrar por completo la hosteler¨ªa era enviar a la ruina a muchos vecinos y quiso que fuera Mendioroz el que dijera si se ten¨ªa que hacer o no. No fue necesario. Adem¨¢s, exigi¨® m¨¢s mossos y que Salud informara al Ayuntamiento de las direcciones de las personas contagiadas para comprobar si realizaban las cuarentenas¡±, recuerda Husillos.
El teniente de alcalde admite que el cierre de las pistas deportivas fue esencial para llevar a cabo una reducci¨®n en la propagaci¨®n de contagios ya que era punto de encuentro de muchos de los j¨®venes de estos barrios. ¡°Pero donde nos volcamos realmente fue en los rastreos. La Generalitat no ten¨ªa rastreadores y nosotros utilizamos la Guardia Urbana y personal municipal para ejercer como rastreadores cuando nos daban datos¡±. L¡¯Hospitalet pronto dej¨® de ser centro de atenci¨®n. ¡°Era evidente que hab¨ªa brotes compartidos. Hay uno curioso que afect¨® a varios vecinos y que proven¨ªa del Real Club de Polo de Barcelona. Pronto descubrimos que los infectados eran trabajadores que viven en L¡¯Hospitalet. Solo en Collblanc hay 6.000 vecinos que trabajan en Barcelona¡±, recuenta. El 31 de julio se reabrieron los polideportivos. Luego vinieron los cribados masivos en las escuelas y se desvi¨® el foco medi¨¢tico a otras ciudades.
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