Los Mossos que cruzaron la l¨ªnea
Investigados cinco agentes de Santa Coloma de Farners por una trama de corrupci¨®n policial de tr¨¢fico de marihuana
Las urbanizaciones de la comarca de la Selva (Girona) esconden decenas de casas ocupadas que sirven de viveros de marihuana. Plantaciones interiores que enriquecen a sus due?os y generan malestar entre los vecinos hasta el punto de que han llegado a registrar alg¨²n tiroteo. La situaci¨®n es tan grave que el Consejo Comarcal ha pedido cita al Ministro del Interior para pedir un cambio legislativo que permita solucionar esta problem¨¢tica. La ¨²nica esperanza de los 23 municipios que dependen de la comisar¨ªa de Santa Coloma de Farners eran los agentes de la Unidad de Investigaci¨®n dedicados a combatir el narcotr¨¢fico. Pero parte de ellos, atra¨ªdos por el dinero f¨¢cil, acabaron cruzando la l¨ªnea y est¨¢n investigados por traficar con marihuana. Les delat¨® un confidente-traficante que no quiere que ¡°polic¨ªas corruptos queden impunes¡±.
Las declaraciones del delator ante la Divisi¨®n de Asuntos Internos (DAI) a principios de a?o han acabado con una causa abierta en la que est¨¢n implicados el propio confidente, cinco mossos y una pareja de la localidad. La mayor¨ªa son tan conocidos que Santa Coloma est¨¢ en shock. Tras confirmar que parte de las acusaciones eran ciertas, la DAI pidi¨® en marzo escuchas telef¨®nicas al cabo Salva H.M.G.J. y a los agentes Quim R.C y Jordi C.R., pero fueron interrumpidas por el estado de alarma. La falta de agentes de la DAI par¨® la investigaci¨®n hasta que se reactiv¨® en mayo tambi¨¦n con micr¨®fonos y balizas de seguimiento en los coches sin logotipos de la unidad.
La investigaci¨®n fue complicada por tratarse de una zona reducida donde residen la mayor¨ªa de investigados, polic¨ªas veteranos bien considerados. El sigilo fue total, sobretodo alrededor de Salva, que gozaba de la confianza absoluta de sus jefes, del personal de los juzgados y de sus compa?eros, que ser¨¢n interrogados.
El delator se?al¨® al cabo ¨Csu interlocutor- y a los otros dos agentes a quienes identific¨® en foto, con nombres. Pero por el momento no han aparecido m¨¢s pruebas contra ellos en las escuchas y las declaraciones. Seg¨²n el traficante, Quim contaba el dinero que les daba -entre 600 y 1.000 euros cada 15 d¨ªas- a cambio que le dejaran vender sin ser detenido e informara de otros vendedores. Acab¨® pag¨¢ndoles, dice, hasta el 50% de lo que sacaba. As¨ª, los agentes habr¨ªan usado primero la extorsi¨®n y, afianzados al creerse impunes, desviaban parte de la marihuana incautada a otro traficante que la colocaba en el mercado.
Un mosso, dos caras
A Salva le hallaron tres facturas de m¨¢s de 20.000 euros pagadas entre mayo y junio en met¨¢lico. ?l era, seg¨²n el fiscal, Enrique Barata, ¡°el cabeza visible¡±, quien ten¨ªa la llave del cami¨®n que almacenaba la marihuana en el patio de la comisar¨ªa. Su sargento le dijo al juez que confiaba en ¨¦l y que s¨®lo le informaba de lo m¨¢s relevante. Tanto es as¨ª, que en abril se qued¨® como m¨¢ximo responsable. Salva era el jefe operativo del grupo. Un ¡°Juan Palomo¡±, como lo describi¨® Barata en la vista del recurso de prisi¨®n. Por un lado ha sido, durante unos 15 a?os, el responsable de luchar contra los narcos, de incautar, almacenar y destruir la droga. Por el otro, seg¨²n las investigaciones, repart¨ªa funciones e instru¨ªa al resto de presuntos agentes corruptos para actuar sin que el jefe policial detectara falta de droga, seg¨²n se desprende de un tutorial gravado.
En la investigaci¨®n aparecieron a escena otros dos actores destacados, Joan Francesc P.A., alias Kiku, de la polic¨ªa cient¨ªfica y ?scar H.R., de salud p¨²blica. Las pruebas gr¨¢ficas, documentales y sonoras contra ellos, seg¨²n la Audiencia, tienen ¡°una carga incriminatoria alta¡±. Cog¨ªan parte de la droga incautada y la daban al traficante de confianza, Albert B.G., alias Pitu, de una conocida familia de la localidad. Kiku y Pitu, amigos desde la infancia, habr¨ªan ido a venderla a Girona. Kiku, con llaves de una casa de Pitu, habr¨ªa incluso regado una plantaci¨®n. En una de estos trapicheos fueron ¡°pillados¡± por la DAI. Im¨¢genes y audios sit¨²an a Salva sacando la marihuana en bolsas oficiales, y junto a ?scar, llev¨¢ndola en el coche policial a casa de Kiku, que la entrega a Pitu.
El delator, que asegura que Salva le propuso este ¡°trapicheo¡± en 2006 y que intermitentemente dur¨® hasta 2018, ten¨ªa ¨®rdenes de identificarse como ¡°Jordi Tordera¡± al llamar a comisar¨ªa y guarda las conversaciones de whatsapp con ¨¦l de 2015 a 2018. En ellas aparecen ubicaciones y fotos donde el cabo, que no se dejaba ver nunca con ¨¦l, le dejar¨ªa la droga. Una foto muestra la ubicaci¨®n, bajo un ¨¢rbol marcado con un trozo de tela.
Salva, Kiku y Oscar se enfrentan, seg¨²n la Audiencia, a un m¨ªnimo a 7, 6 y 3 a?os y medio de prisi¨®n. Por el momento no ha habido movimientos en la comisar¨ªa de Santa Coloma. Los responsables de la regi¨®n policial han mostrado su apoyo y confianza a sus agentes y, a pesar de la gravedad de los hechos y de la impunidad y descontrol con que sucedieron, no ha habido ning¨²n cese.
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