El pasaporte de La Rambla que ilumin¨® a los Mossos
El jefe de la investigaci¨®n del 17-A dice que conectaron el atropello de La Rambla con la explosi¨®n de Alcanar tras hallar papeles de Houli en la furgoneta
Cuando Younes Abouyaaqoub arrolla a decenas de personas en La Rambla, pocos minutos antes de las 17 horas del 17 de agosto de 2017, los Mossos d¡¯Esquadra no saben qu¨¦ est¨¢ pasando. Van a ciegas: no tienen sospechosos ni pistas que seguir.
Nadie piensa entonces que un incidente ocurrido la noche anterior ¡ªla explosi¨®n de una casa ocupada en Alcanar, a 200 kil¨®metros al sur de Barcelona¡ª pueda tener algo que ver. Hasta que los agentes inspeccionan la furgoneta usada como arma homicida. Y encuentran el pasaporte de Mohamed Houli, uno de los tres acusados en el juicio por el 17-A.
¡°Pens¨¢bamos que lo de Alcanar pod¨ªa ser un laboratorio de drogas. Pero fue entonces, al encontrar el pasaporte, cuando asociamos que la explosi¨®n ten¨ªa que ver con terrorismo¡±, declara en la segunda sesi¨®n de la vista, en la Audiencia Nacional, el mosso 8261. Es el jefe de la unidad antiterrorista de la polic¨ªa catalana y nadie sabe m¨¢s que ¨¦l del caso: ha liderado la investigaci¨®n de los atentados de Barcelona y Cambrils ¡ªque dejaron 16 v¨ªctimas mortales y m¨¢s de 100 heridos¡ª de principio a fin.
El acusado habl¨® con la polic¨ªa media hora antes del atentado en BarcelonaEl acusado habl¨® con la polic¨ªa media hora antes del atentado en Barcelona
Houli constaba como herido en la explosi¨®n, que los Mossos ya investigaban, y estaba ingresado en el hospital Maria Cinta de Tortosa. El pasaporte aparece pasadas las 19.00. Y el mosso 8261 abre los ojos. El momento eureka. ¡°Llam¨¦ por tel¨¦fono a Tarragona para ordenar su detenci¨®n¡±.
El chico, que sigue de nuevo la sesi¨®n como un ser inanimado, con la mirada perdida, no cuenta nada a los Mossos sobre lo que est¨¢ por llegar. No pod¨ªa hacerlo: el ataque a Cambrils, la madrugada del 17 al 18 de agosto, fue una salida improvisada por la c¨¦lula de Ripoll mientras Younes, tras el atropello, emprend¨ªa una huida de cinco d¨ªas. Pero admite, en sucesivas declaraciones, que exist¨ªa un plan para cometer un atentado con bombas contra monumentos de Barcelona. La investigaci¨®n revelar¨¢, m¨¢s tarde, que hab¨ªa tres objetivos principales: la Sagrada Familia, el Camp Nou (donde el 20 de agosto se jugaba un Bar?a-Betis) y la Torre Eiffel, que la c¨¦lula retrat¨® en una escapada unos d¨ªas antes. ¡°No son desde luego fotos tur¨ªsticas¡±, a?ade el jefe antiterrorista.
Lo curioso es que, apenas media hora antes del atropello de La Rambla, Houli ya hab¨ªa declarado. Solo que como testigo. Como v¨ªctima incluso. El mosso 13295 le interrog¨®. ¡°Indag¨¢bamos lo ocurrido en Alcanar, se barajaban todos los escenarios¡±. En pijama, desde el box de urgencias, Houli cont¨® que hab¨ªa ocupado la casa con unos amigos, que ten¨ªan almacenadas un centenar de ¡°almohadas con p¨®lvora¡± pera elaborar ¡°un prototipo de petardo¡± y que las bombonas de butano halladas en el solar las ten¨ªan para venderlas a turistas franceses de la zona.
La Sagrada Familia, la Torre Eiffel y el Camp Nou, objetivos de la c¨¦lulaLa Sagrada Familia, la Torre Eiffel y el Camp Nou, objetivos de la c¨¦lula
El mosso 13295 declara que Houli aport¨® los nombres de los principales miembros de la c¨¦lula (Younes Abouyaaqoub, Yousseff Aalla, Mohamed Hichamy), que entonces eran tan solo unos j¨®venes de Ripoll sin antecedentes. Lleg¨® a citar al im¨¢n de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, que hab¨ªa cumplido cuatro a?os de c¨¢rcel por tr¨¢fico de drogas. Si eso activ¨® o no algunas alarmas no queda claro en la sesi¨®n del juicio. El agente asegura que lo traslad¨® a sus superiores. Tampoco hab¨ªa tiempo para mucho m¨¢s: apenas media hora despu¨¦s de que Houli deje de habar, Younes emboca La Rambla. Ya es tarde.
La jornada fren¨¦tica del 17-A estuvo precedida de d¨ªas intensos para la c¨¦lula, una vez conjurada (tras el Ramad¨¢n) para cometer un atentado. El mando policial detalla la compra de precursores de explosivos, la activaci¨®n de tel¨¦fonos ¡°conspirativos¡±, los viajes a Francia o Marruecos. Con los autores materiales de la masacre fallecidos (fueron abatidos a tiros por los Mossos), su testimonio pone contra las cuerdas a los dos principales acusados: Houli ¡ªque participa activamente en todas esas gestiones y, cuando se pone a colaborar, tampoco aporta gran cosa¡ª y Driss Oukabir.
El testigo desmonta al Driss ¡®ateo¡¯, que pierde los nervios: ¡°?Eres un mentiroso!¡±El testigo desmonta al Driss ¡®ateo¡¯, que pierde los nervios: ¡°?Eres un mentiroso!¡±
La defensa de Driss pelea: recuerda que Houli nunca situ¨® a Driss fabricando explosivos. Pero el testigo, s¨®lido, no lo pone f¨¢cil: es cierto que su tel¨¦fono no le sit¨²a nunca en Alcanar, pero s¨ª un testigo protegido que le ve tomar el sol en la casa. El acusado se present¨® como una persona descre¨ªda, presa de las drogas y el alcohol; el mosso dibuja otro retrato: Driss, cuenta, viaj¨® a Marruecos para someterse a un ritual de purificaci¨®n del islam (la roqya), ense?a v¨ªdeos yihadistas a sus amigos, consulta suras del Cor¨¢n sobre matar a cristianos, recibe fotos de su novia, Sara, con niqab, dice a su hermano Moussa, muerto en Cambrils, que prefiere estar en Marruecos antes que rodeado de ¡°infieles de mierda¡±. Y sobre todo: alquila, el 16 de agosto, la furgoneta con la que se cometer¨¢ la matanza, pese a que a ¨²ltima hora se arrepinti¨®, se ech¨® atr¨¢s y exigi¨® a su hermano que cambiara el alquiler o ¡°ir¨ªa a los Mossos¡±.
A Driss no le gusta lo que oye. Levanta el brazo para protestar, busca con la mirada a su abogado, se echa las manos a la cabeza, se aparta la mascarilla y grita: ¡°?Eres un mentiroso!¡±. Pero est¨¢ en la pecera y su voz, tras el cristal, apenas se escucha; no la oye ni el presidente del tribunal, F¨¦lix Alfonso Guevara, que tiene el o¨ªdo fino y el verbo f¨¢cil. Entre los mossos y sus rapapolvos a los abogados, la sesi¨®n ¡ªde apenas cuatro horas¡ª no da para m¨¢s. Y el ambicioso calendario del juicio del 17-A se empieza a resentir.
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