El modernismo y Gaud¨ª no son un ¡®bolet¡¯
El Museo del Dise?o reivindica el v¨ªnculo entre las artes decorativas de comienzos del siglo XX y la artesan¨ªa actual
Hay un v¨ªnculo de uni¨®n entre las creaciones que desarrollaron vidrieros, ebanistas, encuadernadores, ceramistas y forjadores a caballo de los siglos XIX y XX, que estallaron en el modernismo y que, pese a los cambios formales, se mantuvo en el novecentismo, en el art d¨¦co, el racionalismo e incluso en el GATCPAC, que ha llegado hasta la actualidad en la tradici¨®n artesana. O lo que es lo mismo: el modernismo est¨¢ en la base y fue el inicio de la cultura del dise?o.
Es lo que proponen y reivindican Pilar V¨¦lez, directora del Museo del Dise?o de Barcelona, y la historiadora del arte Mireia Freixa en la exposici¨®n Modernismo. Hacia la cultura del dise?o que posibilita hacer un recorrido por las ideas, las t¨¦cnicas, los materiales, la promoci¨®n, la difusi¨®n y el uso de muchos objetos creados en ese momento de esplendor art¨ªstico de la mano de creadores tan conocidos como Antoni Gaud¨ª, a partir de exponer por primera vez las piezas depositadas por la c¨¢tedra Gaud¨ª de la Escola Superior de Arquitectura de la Universitat Polit¨¦cnica, como puertas de la Casa Batll¨® y una reja de la Casa Dami¨¤ Mateu de Llinars del Vall¨¨s, hoy desaparecida; pero tambi¨¦n, de otros poco o casi nada famosos como Mateu Culell, V¨ªctor Brosa, o Jeroni Granell. ¡°Queremos romper con el mantra de que nuestros grandes artistas han florecido en un pa¨ªs de idiotas. Aqu¨ª a Gaud¨ª lo presentamos en contexto, dentro de un tejido riqu¨ªsimo¡±, seg¨²n Freixa que insiste: ¡°Hay todo un ecosistema, Gaud¨ª no es un bolet aislado¡±.
¡°La exposici¨®n quiere incidir en el debate sobre la idea del dise?o antes del dise?o¡±, puntualiza la profesora, mientras que V¨¦lez remarca que ¡°no se trata de una t¨ªpica y t¨®pica exposici¨®n de modernismo¡±. Las dos coinciden en que: ¡°No hemos ido a buscar las joyas, sino a hacer una muestra de tesis, en el que se pueden ver piezas creadas para vivir, algo que seguro sorprender¨¢. Hemos hecho un planteamiento provocador que no todo el mundo compartir¨¢¡±. Por eso, la exposici¨®n atraviesa todos estos periodos para ver la relaci¨®n entre los primeros trabajos y los m¨¢s recientes.
Para las comisarias la gran diferencia entre el modernismo catal¨¢n y el que se hace en Europa, centrado en la pieza ¨²nica elaborada artesanalmente, es que aqu¨ª, ¡°el dise?o va m¨¢s all¨¢ del objeto acabado; da importancia a todo el proceso, desde el concepto al uso que se hace de ¨¦l, por lo que es muy importante el proceso industrial¡±. Otra de las diferencias es que los modernistas catalanes ¡°miraron hacia el pasado y hacia el futuro a la vez, hacia las novedades for¨¢neas, pero tambi¨¦n hacia las ra¨ªces aut¨®ctonas y las propias formas¡±, subrayan. Un modelo que el novecentismo ¡°pese a que repudi¨® las formas del modernismo continu¨® con la idea de que el dise?o estaba al servicio de la identidad, recuperando t¨¦cnicas y materiales propios de Catalu?a¡±, siendo una de las propuestas m¨¢s arriesgadas de la muestra, porque siempre se hab¨ªa visto este movimiento como una ruptura con lo anterior.
En la exposici¨®n pueden verse piezas que no se hab¨ªan visto nunca como un esca?o neog¨®tico del taller de Josep Ribas; un mueble ¡°parlante¡±, ya que se pueden leer en la tela estampada inscripciones que enaltecen el arte y la industria catalanas como esencias fundamentales, que se expone junto a otro mueble parecido de Gaspar Homar para la Casa Lle¨® y Morera; el conjunto del mobiliario del comedor del arquitecto Granell; piezas cer¨¢micas del Palau de la M¨²sica; una jarra de cerveza de Els 4 Gats, comprada recientemente en subasta; los dibujos originales de las marqueter¨ªas de la Casa Lle¨® i Morera de Josep Pey; un exquisito bordado realizado por Cristina Ribera; piezas y documentos de la firma Escofet, que recientemente deposit¨® su documentaci¨®n hist¨®rica en el museo; un espl¨¦ndido y enorme marco de Rafael Mas¨®; una vidriera emplomada de Rigalt y C¨ªa y una luz d¨¦co de laca urushi de Llu¨ªs Bracons, entre otras muchas piezas. ¡°Pese a exponer obras que han prestado coleccionistas y museos, como el MNAC, el Museo Mar¨¨s o el Museo de Historia de Barcelona, el 90% son fondos propios del museo¡±, aclara V¨¦lez.
Tras una secci¨®n con piezas de autores an¨®nimos: cristales, cer¨¢micas y espejo, que hablan de un modernismo nada elitista, la muestra sigue con las creaciones novecentistas en las que es posible ver la continuidad que se propone, y luego creaciones m¨¢s recientes, sobre todo cer¨¢micas, firmadas por Picasso y Mir¨®, entre otros muchos, y la butaca racionalista que cre¨® Torres Clav¨¦ dentro del GATCPAC en 1937, de madera y cuerda, en el que se vuelve a reivindicar lo artesano. Se acaba con el redescubrimiento del modernismo y la reedici¨®n dentro de los ¡°cl¨¢sicos del dise?o¡± de piezas a partir de los a?os setenta del siglo XX: sillas, bancos, colgadores y pomos de Gaud¨ª, mesitas de Juyol y colgantes de oro, diamantes, perlas y esmaltes realizados a partir de los modelos del gran joyero y dise?ador Llu¨ªs Masriera que se siguen produciendo y que pueden ser adquiridos, por todos o casi todos, hoy en d¨ªa.
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