Saqueo en el colegio

Acab¨® de pagar 161.371 euros de la adquisici¨®n de su vivienda en Matadepera (Vall¨¨s Occidental) a trav¨¦s de pagos directos desde una de las sociedades que gestionaba. No dud¨® en seguir la misma v¨ªa para sufragar diferentes obras en ese mismo domicilio. El renting del Audi Q3 que conduc¨ªa su esposa corr¨ªa a cuenta de otra sociedad tambi¨¦n bajo su control. Carg¨® pagos de zapatos, juguetes, multas, ropa, hoteles, masajes y puros en las tarjetas de cr¨¦dito de empresa. Y contrat¨® entre 2007 y 2013 a su suegra como supuesta conserje de uno de los centros cuando en realidad lo que estaba haciendo era encargarse de las labores dom¨¦sticas de su hogar.

Una sentencia de la Audiencia de Barcelona considera acreditados todos esos hechos protagonizados por Francisco Javier Chal¨¦ entre 2005 y 2015, a?o hasta el que fue gerente y director general del Grupo Empresarial Montcau, un conglomerado de centros de ense?anza propiedad de los hermanos Josep y Antoni Abad, este ¨²ltimo actual presidente de la patronal vallesana Cecot. El fallo considera que Chal¨¦ se aprovech¨® de que los propietarios del grupo dejaron la gesti¨®n ¡°totalmente en manos del acusado¡± al estar ellos inmersos en otras actividades empresariales hasta que este advirti¨® en 2015 de la necesidad de buscar financiaci¨®n por problemas de tesorer¨ªa que arrastraba la compa?¨ªa. Esa petici¨®n hizo saltar las alarmas y los Abad realizaron un an¨¢lisis exhaustivo que acab¨® en los tribunales.

Ahora Chal¨¦ ha sido condenado a cinco a?os de prisi¨®n y una multa de doce meses con una cuota diaria de seis euros por un delito continuado de apropiaci¨®n indebida y otro de estafa. Asimismo tendr¨¢ que devolver las cantidades que se han considerado acreditadas que estaf¨®: 142.004 euros a la sociedad Montcau La Mola, 87.751 euros a Serviaula y otros 180.321 euros a la compa?¨ªa Promoci¨®n de Escuelas. En total, 410.076 euros. Su suegra, como cooperadora necesaria de un delito de estafa, deber¨¢ asumir una pena de a?o y medio de prisi¨®n y una multa de ocho meses con cuota diaria de seis euros. Entre ambos deber¨¢n indemnizar al grupo empresarial con otros 118.542 euros, lo que cost¨® el salario de la mujer, las cotizaciones pagadas a la Seguridad Social y dietas sufragadas durante a?os.

¡°Se gan¨® la absoluta y total confianza de los hermanos Abad, que le daban un enorme margen para la gesti¨®n de los negocios sin ejercitar sobre ¨¦l ning¨²n control¡±, relata la sentencia sobre la forma con la que Chal¨¦ acab¨® diezmando el patrimonio del grupo que gestionaba y en el que logr¨® llegar a alcanzar hasta el 33% de las acciones en una sociedad. La investigaci¨®n realizada por los propietarios mostr¨® c¨®mo el directivo hab¨ªa actuado del mismo modo desde el principio de hacerse con la direcci¨®n.

En 2008, por ejemplo, realiz¨® una transferencia de 77.614 euros para pagar parte de su vivienda e hizo similares en ejercicios siguientes. Tambi¨¦n carg¨® a una de las empresas los servicios de seguridad de la casa donde resid¨ªa e incluso obras de rehabilitaci¨®n aprovechando que las encargaba a una compa?¨ªa que trabajaba para los centros escolares que controlaba. Incluso lleg¨® a modificar datos de facturas para hacer ver que el gasto ten¨ªa como objeto el mismo centro escolar. Utiliz¨® su tarjeta de cr¨¦dito profesional para pagar m¨¢s de 47.000 euros que nada ten¨ªan que ver con su trabajo e incluso dispuso de dinero en efectivo de los centros.

Chal¨¦ no neg¨® esos pagos, pero afirm¨® que los hizo ¡°con el conocimiento y autorizaci¨®n¡± de los hermanos Abad. Ellos lo negaron e incluso argumentaron, relata la sentencia, que no controlaban la gesti¨®n porque ¡°no viv¨ªan de estas empresas, sino que las conservaban por herencia de su padre y ellos se dedicaban a la gesti¨®n de otras de las que s¨ª obten¨ªan beneficios para vivir¡±.