El tiempo corto y el tiempo largo
La elecci¨®n de Laura Borr¨¤s ya no es un hito del feminismo sino una victoria del independentismo centrifugado

Tal vez, andando el tiempo, lo m¨¢s relevante de este arranque de legislatura sea que, por primera vez en la Historia, tres mujeres encabezan la mesa del Parlament: la presidenta, Laura Borr¨¤s, y las dos vicepresidentas, Anna Caula y Eva Granados. Eso, y la paridad t¨¦cnica entre diputados y diputadas, debe registrarse como una ruptura real con el pasado. Siendo tan aficionados en Catalu?a a analizar la pol¨ªtica en funci¨®n de ejes diversos ¡ªel social, el nacional¡¡ª, deber¨ªamos incorporar otro m¨¢s, que llamar¨ªamos patriarcado-feminizaci¨®n, y que nos ayudar¨ªa a ver c¨®mo se imponen cambios de aut¨¦ntico calado en eso que el historiador Fernand Braudel llamaba el tiempo largo.
Pero esa perspectiva es dif¨ªcil de valorar cuando uno est¨¢ inmerso en el tiempo corto, el acontecimiento del d¨ªa. Entonces, la mirada sobre la constituci¨®n del Parlament, este viernes, se centra en otros detalles. Y la elecci¨®n de Laura Borr¨¤s ya no es un hito del feminismo sino una victoria del independentismo centrifugado. Solo hab¨ªa que escuchar su discurso combativo contra el Estado, plagado de emotividad y de ¨¦pica. Nada que ver con el mensaje de su antecesor de ERC, Roger Torrent, hace tres a?os. ?l abog¨® por ¡°coser Catalu?a¡± despu¨¦s del destrozo de octubre de 2017. Borr¨¤s prescinde de costuras y se dispone a la batalla desde su puesto, segura de que el Parlament ¡°ser¨¢ uno de los objetivos de la guerra sucia del Estado¡±. Al o¨ªr esto, es imposible no pensar en su situaci¨®n procesal, investigada por supuestas irregularidades contables. Tambi¨¦n piensa uno en todo eso cuando la nueva presidenta pide un Parlament ¡°ejemplar, transparente, austero, ¨ªntegro¡±. Y cuando afirma que el Estado ¡°ha renunciado a dialogar¡±, lo que desear¨ªamos es penetrar en la mente de Pere Aragon¨¨s, que la escucha a unos dos metros de distancia, y que es el abanderado de ese mismo di¨¢logo con el Estado.
La sesi¨®n fue el primer cap¨ªtulo de una serie no muy innovadora: los independentistas mantienen su apuesta por la alianza mutua, prescindiendo de derechas o izquierdas. Incluso la CUP, a pesar de votar en blanco como grupo, ha cedido uno de sus votos a Junts per Catalunya para suplir el del exiliado Luis Puig. No hay veto social ni siquiera para el partido pol¨ªtico que a¨²n dirige los Mossos d¡¯Esquadra.
El segundo cap¨ªtulo ser¨¢ la investidura de Aragon¨¨s y la formaci¨®n del Govern de la Generalitat. Descartada Laura Borr¨¢s, lo m¨¢s probable es que la vicepresidenta sea Elsa Artadi. Una economista neoliberal disc¨ªpula de Xavier Sala-Mart¨ªn para un Gobierno presidido por un socialdem¨®crata suave, y en el que, hoy por hoy, no renuncian a entrar los anticapitalistas de la CUP. Decididamente, no es el eje derecha-izquierda el que prima en estas negociaciones.
Por otro lado, y aunque cueste, es imposible menospreciar otro cambio trascendente de este nuevo Parlament: 11 diputados de Vox. La ultraderecha espa?olista ha entrado con paso decidido y mascarillas de uniforme, con un ribete de la bandera de Espa?a. A la puerta del Parc de la Ciutadella, donde est¨¢ el Parlament, unas decenas de fieles los recibieron con un cartel guerracivilista: ¡°Ja hem passat¡± , franquismo en catal¨¢n. Ahora falta saber a cu¨¢l de los tiempos de Braudel pertenece esta presencia: si al corto, al medio o al largo.
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