La editorial Navona, en concurso de acreedores
El empresario Tatxo Benet presenta una oferta para quedarse el sello dirigido por Pere Sureda. Ernest Folch se perfila como posible nuevo director editorial
El curtido editor Pere Sureda siempre ha sostenido que, en una editorial, ¡°el financiero se necesita cuando se ha desarrollado un cat¨¢logo; debe estar supeditado a la labor y a la apuesta del editor¡±. Por poco no ha podido llevar a la pr¨¢ctica su valiente tesis porque Navona, editorial de la que es socio y que tripula desde junio de 2015 con buen acopio de t¨ªtulos cl¨¢sicos y autores referenciales, ha entrado en concurso de acreedores, incapaz de resistir el embate de la pandemia. El empresario Tatxo Benet, coleccionista de arte y propietario de la megalibrer¨ªa Ona de Barcelona inaugurada el pasado mayo, es quien presumiblemente se quedar¨¢ con el sello, tras presentar una oferta. En la propuesta se perfila como director editorial Ernest Folch, que ya ocup¨® ese cargo en Grup 62 y Ediciones B y cre¨® el sello Ara, antes de pasar a dirigir el diario Sport, puesto que abandon¨® el a?o pasado tras sufrir un infarto, si bien Folch baraja tambi¨¦n otras ofertas.
Los males de Navona empezaron, en realidad, un mes antes de estallar la pandemia, cuando en febrero de 2020 el socio financiero de Sureda le inform¨® de que, por problemas personales, no podr¨ªa hacer la aportaci¨®n con la que iba equilibrando las cuentas esos a?os, a la espera de alcanzar un balance que hiciera innecesario un aporte exterior, momento que estaba previsto ¡°en febrero de este a?o, si no hubiera habido la pandemia¡±, aclara Sureda. Tras diversas gestiones con sellos tanto de Madrid como de Barcelona, el editor de Navona contact¨® a finales de agosto con Benet, con cuyo equipo de confianza Sureda ha ido ¡°hablando, como he hecho con agencias literarias y traductores, para pagar ordenadamente, reorientar los contratos e ir configurando la programaci¨®n de 2021 y 2022 y dar continuidad al proyecto porque, en principio, acordamos que seguir¨ªa al frente como director editorial¡±. Cuando el pasado 14 de marzo se present¨® la oferta a la administradora concursal, con Navona Editorial S.L. ya registrada, es cuando el editor supo que no se contaba con ¨¦l. ¡°A lo sumo, ahora hablamos de un contrato mercantil como asesor; en cualquier caso, me lo pod¨ªan haber dicho antes¡±.
Los planes de los nuevos gestores de Navona pasan por asumir a la ¨²nica trabajadora de la empresa (una administrativa), buena parte del stock, as¨ª como del cat¨¢logo, tanto en catal¨¢n como en castellano, y de contratos ya firmados con autores y traductores; un poco m¨¢s delicada es la asunci¨®n de la deuda con las imprentas. La distribuci¨®n (am¨¦n de Espa?a, Navona est¨¢ en seis pa¨ªses de Am¨¦rica Latina) se subrogar¨ªa.
Seg¨²n Sureda, la situaci¨®n de Navona no es ¡°ni mejor ni peor que cualquiera de las editoriales de este pa¨ªs, s¨®lo que, con un fondo de apenas cinco a?os, necesitaba m¨¢s tiempo¡±. Algo vital para un sello que, a raz¨®n de una treintena de t¨ªtulos al a?o (m¨¢s de un tercio, en catal¨¢n) y con un cat¨¢logo de algo m¨¢s de dos centenares de t¨ªtulos en 13 colecciones, ha jugado sus bazas a libros de notable registro literario, muchos cl¨¢sicos modernos ¡°olvidados por la industria¡±, un cuidado aspecto formal (a menudo con cubiertas de tela) y nuevas traducciones. El buque-insignia de ello es la colecci¨®n Los ineludibles, ¡°mi lista imposible de libros preferidos, con un continente a la altura del contenido¡±, y que ¡°no para de manar: tengo ya ocho t¨ªtulos agotados que no he podido reimprimir por falta de capital¡±, asegura Sureda. Como ejemplo, expone el caso de su propuesta de la obra de Alejandro Dumas El conde de Montecristo, ¡°la ¨²nica que atiende a la ¨²ltima edici¨®n can¨®nica, de la que lanc¨¦ 4.000 ejemplares en 2017 a 45 euros: est¨¢ agotada y la traducci¨®n, de 18.000 euros, ya amortizada¡±. Junto a cl¨¢sicos de venta m¨¢s pausada (en catal¨¢n ten¨ªa previsto incrementar t¨ªtulos, tras obtener derechos de Thomas Mann, Zweig y Kapuscinski), el sello se apunt¨® tambi¨¦n alg¨²n notable best-seller, como Fari?a, de Nacho Carretero, sobre el narcotr¨¢fico gallego.
¡°Nunca me hab¨ªa encontrado en una situaci¨®n as¨ª¡±, asegura el editor barcelon¨¦s a sus 63 a?os, 47 en el sector editorial desde que con 16 se iniciara en el mundo del libro haciendo los paquetes de los env¨ªos de la editorial Aula de Ediciones; tras pasar por la distribuidora Les Punxes y crear la suya propia, Trilce, arranc¨® su singladura como editor en Montesinos, periodo al que siguieron su paso por Ediciones B, Grup 62 (donde al marcharse se cruz¨® con Folch) y Grupo Norma. ¡°Tendr¨¦ que buscar trabajo r¨¢pido, pero me pilla con energ¨ªa. El cobijo que encuentre, donde sea, ser¨¢ con libros; sin ellos, muero¡±, confiesa Sureda.
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