Nueve ciudades de la segunda corona metropolitana piden tener voz en la ¡®gran Barcelona¡¯
Entre sus reivindicaciones figuran cuestiones de vivienda y de pol¨ªticas ambientales. Reclaman tambi¨¦n algo parecido a la Ley de Barrios del tripartito
Mirando el mapa, las nueve ciudades dibujan un arco. Son Vilanova i la Geltr¨², Vilafranca del Pened¨¨s, Martorell, Rub¨ª, Terrassa, Sabadell, Mollet, Granollers y Matar¨®. Todas en la segunda corona metropolitana, aunque no les gusta esta denominaci¨®n. Los nueve alcaldes han creado la Asociaci¨®n de Municipios del Arco Metropolitano de Barcelona. Con sus respectivas comarcas, suman m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n de la gran Barcelona, la de los cinco millones, donde reclaman tener voz en materia de infraestructuras, industria o pol¨ªticas ambientales.
Del conjunto de alcaldes y alcaldesas de las nueve ciudades, el m¨¢s veterano es el de Granollers, Josep Mayoral. Deja claro por qu¨¦ rechazan la denominaci¨®n de segunda corona metropolitana: ¡°No somos segundos de nada, somos primeros en casa, la denominaci¨®n Arco metropolitano es una voluntad de afirmarnos, somos ciudades que vertebramos el territorio, reivindicamos ser polaridad¡±. Mayoral repite una frase que comparten los otros ediles: ¡°No tenemos voluntad de confrontaci¨®n. Ni de partidismo, somos diversos y plurales. Tenemos una voz y pedimos respeto, venimos a sumar y a reclamar un territorio equilibrado¡±.
Solo en los nueve municipios, sin contar las comarcas, hay el 10% de la industria catalana. Entre ellas, Seat, la mayor f¨¢brica de Catalu?a. Pero en cambio, para ir en tren entre varios de estos municipios, a pocos kil¨®metros de distancia (Martorell de Terrassa son solo 12), hay que pasar por Barcelona y se tarda m¨¢s de una hora. Las infraestructuras, las l¨ªneas orbitales de tren o autov¨ªa (la B-40 o cuarto cintur¨®n) o Rodalies copan parte de las demandas.
El alcalde de Granollers se remonta a hace m¨¢s de dos d¨¦cadas, cuando los alcaldes del arco comenzaron a reunirse y, posteriormente, a 2010, cuando el tripartito en la Generalitat, aprob¨® el Plan Territorial Metropolitano de Barcelona. ¡°Lo que articulamos en los 90 para tener presencia unitaria en el debate metropolitano se concret¨® en 2010 con el Plan Territorial de la Regi¨®n Metropolitana, que fij¨® la hoja de ruta en infraestructuras y territorio. El plan se desplegaba en una Comisi¨®n de Ordenaci¨®n Metropolitana, el instrumento de gobernanza entre el mundo local y la Generalitat, que no se ha reunido nunca¡±.
La Asociaci¨®n de Municipios del Arco es pues una reivindicaci¨®n del papel de este segundo cintur¨®n en el debate metropolitano. Las cifras de inversi¨®n en infraestructuras del plan 2010-2020, contemplaban solo un 20% del desembolso para la segunda corona, lejos de ser proporcional, lamentan.
Entre sus reivindicaciones figuran tambi¨¦n cuestiones de vivienda (con una cifra creciente de ciudadanos del ¨¢rea de Barcelona que se traslada a la segunda corona); o de pol¨ªticas ambientales (?Qu¨¦ sentido tiene tomar medidas cuando hay un episodio de alta contaminaci¨®n solo en Barcelona, acaso el aire no se mueve?, preguntan). Reclaman tambi¨¦n algo parecido a la a?orada Ley de Barrios del tripartito, para mejorar tejidos urbanos. Y defienden su potencial industrial y de los espacios naturales que albergan.
Movilidad radial
Escuchar a los nueve alcaldes y alcaldesas, que esta semana firmaron la Declaraci¨®n de Martorell, punto de partida y hoja de ruta de la Asociaci¨®n del Arco, es una mezcla de reivindicaciones, an¨¦cdotas y situaciones hilarantes. La mayor¨ªa, relacionadas con la movilidad y un sistema de infraestructuras radial (siempre con origen en Barcelona), que a veces roza el absurdo. Por ejemplo, el alcalde de Vilafranca del Pened¨¨s, Pere Regull, contaba como para ir a Madrid, madruga, coge el AVE en Barcelona a las seis de la ma?ana y una hora despu¨¦s vuelve a pasar por Vilafranca montado en el tren.
El alcalde de Martorell, Xavier Fonollosa, se?alaba que ¡°de mar a mar, la grandeza del Arco Metropolitano es que detr¨¢s de cada ciudad hay una comarca, con su riqueza: Garraf, el Pened¨¨s, los Vallesos, el Baix Llobregat Nord, el Maresme¡±. Martorell, con autopistas, autov¨ªas, carreteras, Renfe y Ferrocarriles, es una de las r¨®tulas del arco, conviene el resto.
Desde Terrassa, el alcalde Jordi Ballart, incidi¨® en la industria: ¡°Terrassa dialoga con el Vall¨¨s, pero tiene puntos de conexi¨®n con Martorell, Matar¨® o Vilafranca y Vilanova, este es el sentido del Arco Metropolitano, las din¨¢micas que van m¨¢s all¨¢ de cada comarca¡±. ¡°No tiene sentido que la autov¨ªa orbital avance a un ritmo desesperante, es una autov¨ªa de futuro y de empleo¡±, dijo el d¨ªa de la firma.
¡°Solo el territorio habla en nombre del territorio¡±
Los alcaldes de la segunda corona reclaman tener voz propia en la gran Barcelona tambi¨¦n porque se est¨¢ redactando el Plan Director Urban¨ªstico Metropolitano (que relevar¨¢ al PGM de 1976) y el Plan Estrat¨¦gico Metropolitano (PEMB) ha abierto el debate sobre el futuro de la ciudad de los cinco millones de habitantes.
En el acto de Martorell, Marta Farr¨¦s, alcaldesa de Sabadell, reivindic¨® que ¡°solo puede hablar en nombre del territorio quien representa el territorio¡±. Olga Arnau, edil de Vilanova i la Geltr¨², aludi¨® al fin de los peajes y a la posibilidad de que suponga un traslado de poblaci¨®n, por lo que incidi¨® en la necesidad de ¡°avanzar en pol¨ªticas conjuntas de vivienda¡±.
Desde Vilafranca del Pened¨¨s, Pere Regull, apel¨® a la fortaleza de su comarca, y lament¨® que ¡°hay una forma centralista de gobernar, desde la capital del pa¨ªs¡±. Se mostr¨® partidario de ¡°una capital pr¨®spera y fuerte, pero que no imponga, una capital potente pero que dialogue¡±.
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