Las escaleras sin fin y las perspectivas imposibles de Escher llegan a Barcelona
El Museo Mar¨ªtimo acoge la exposici¨®n itinerante con 160 obras del dibujante holand¨¦s
Cuando el italiano Federico Giudiceandrea ten¨ªa 15 a?os se qued¨® prendado por la obra del artista gr¨¢fico holand¨¦s Maurits Cornelis Escher (1898-1972), sobre todo por sus fant¨¢sticas perspectivas en las que los personajes suben y bajan en escaleras sin fin; elementos que mutan de forma sutil de p¨¢jaros en abejas, luego en peces y m¨¢s tarde en tablero de ajedrez y en paisaje de la costa italiana o creador de perspectivas que se distorsionan creando formas imposibles. Todo, creando unos dibujos de gran destreza que plantear continuos retos visuales al espectador. En ese momento Giudiceandrea compr¨® su primera obra por lo equivalente a 50 euros actuales. Y desde entonces no ha parado de comprar y reunir la que seguramente es la mejor colecci¨®n de obras de Escher el mundo. Pero esta pasi¨®n y su inversi¨®n (sus obras se cotizan ahora entre los 30.000 y 200.000 euros) ha tenido su recompensa.
Desde hace m¨¢s de 10 a?os el italiano expone por todo el mundo su colecci¨®n; como las 200 piezas ¡ª160 originales de Escher y otras 40 en las que su obra se reproduce en productos de todo tipo: corbatas, camisas, portada de discos y libros, e incluso pel¨ªculas¡ª; unas piezas que llegan por primera vez a Barcelona, a la exposici¨®n Escher que abre sus puertas hoy en los 1.700 metros cuadrados de la Sala Gran del Museo Mar¨ªtimo de Barcelona.
La muestra, que estar¨¢ abierta hasta el 26 de septiembre, es la primera colaboraci¨®n de este museo con la empresa italiana Artemisia-Evolucionarte, una de los m¨¢s importantes en el ¨¢mbito de la organizaci¨®n y producci¨®n de exposiciones llamadas blockbuster que acaba de bendecir el Ayuntamiento y la Diputaci¨®n de Barcelona que contempla que en los tres pr¨®ximos se podr¨¢n ver tres muestras dedicadas a Marc Chagall, en 2022, a Claude Monet en 2023, adem¨¢s de la de Escher.
Y viendo las obras de Escher se entiende la pasi¨®n de Giudiceandrea ¡ªque le lleva a vestir con una corbata estampada con uno de sus animales que metamorfosean¡ª por estas ilusiones ¨®pticas que te atrapan con su misterio y su complejidad. En la magn¨ªfica colecci¨®n del italiano est¨¢n todas las piezas ic¨®nicas que se relacionan con Escher, como Mano con esfera reflectante (1935), con el autorretrato m¨¢s conocido del pintor; Reptiles (1943), en la que los cocodrilos abandonan el papel y recorren todo el escritorio, Relatividad (1953), Lazo y uni¨®n (1956), Relatividad (1953), Belvedere (1958), en la que aparente dibujo de inspiraci¨®n medieval juega con la percepci¨®n del espectador, Escalera arriba y escalera abajo (1960) y Cascada (1961), donde todo parece un continuo sin fin. Pero tambi¨¦n algunas de sus primeras obras, inspiradas en el Art Nouveau y sus dibujos realistas inspirados en la naturaleza y los paisajes de Italia, donde vivi¨® temporadas entre 1921 y 1935 y conoci¨® a su esposa, Giuliaetta Umi-ker, Jetta, entre ellos sus paisajes nocturnos de Roma realizados por l¨ªneas y cruces blancas sobre fondo oscuro, ejemplo de suma paciencia.
Pero fue el impacto que sufri¨® el holand¨¦s tras su visita a la Alhambra de Granada en 1922 y, sobre todo, en 1936, tras observar con ojos matem¨¢ticos la decoraci¨®n de motivos ¨¢rabes de paredes y pavimentos, lo que le llev¨® a comenzar sus obras m¨¢s reconocidas: im¨¢genes creadas como teselas de un mosaico que viven en continua evoluci¨®n y movimiento dentro de las dos dimensiones del papel.
El comisario explica c¨®mo durante a?os su obra no fue reconocida por los expertos, hasta que en 1954 en el congreso Internacional de Matem¨¢ticos de ?msterdam se expusieron algunos de sus trabajos que atraparon a estos cient¨ªficos por sus planteamientos, dando comienzo a un di¨¢logo que cristaliz¨® en obras como Galer¨ªa de grabados (1956) en la que Escher desaf¨ªa las leyes de las perspectivas al crear una repetici¨®n infinita y distorsionada que impiden que se complete nunca, generando m¨¢s de un dolor de cabeza al mundo matem¨¢tico.
La exposici¨®n cuenta con algunas piezas inmersivas que ayudan a entender el proceso y la mente del artista y tambi¨¦n dedica una de sus salas a las superficies curvas y reflectantes que durante a?os le ayudaron a crear algunos de sus autorretratos m¨¢s c¨¦lebres como el mencionado Retrato con mano reflectante y Tres esferas (1946), en la que vuelve aparecer en una de ellas.
Se sabe que Escher cre¨® 448 litograf¨ªas y m¨¢s de 2.000 dibujos y bocetos. Emple¨®, de forma mayoritaria, la xilograf¨ªa, que necesita de una matriz en la que despu¨¦s de trabajarla con una gubia, se coloca la tinta y se estampa sobre el papel. Se conservan muy pocas de estas matrices, una de ellas, la de un gato de sus primeros a?os, se expone en la muestra. Eso hace que sus piezas no hayan inundado el mercado.
La muestra, que vieron en la Alhambra de Granada, en 2011, m¨¢s de 290.000 personas y en el Palacio de Gaviria de Madrid, en 2017, otras 180.000 personas, termina con algunas de las piezas que sigue inspirando Escher en el mundo de la publicidad, la moda, el c¨®mico o el cine, en pel¨ªculas como Origen que dirigi¨® en 2010 Christopher Nolan. Antes ya se ha visto Verbum (1942), una de las teselaciones m¨¢s destacadas de Escher en la que partiendo de formas triangulares dentro de un hex¨¢gono, las teselas se convierten en ranas, peces y aves, en representaci¨®n de la tierra, el agua y el aire, entre el d¨ªa y la noche. Mick Jagger le pidi¨® a Escher utilizarla para la portada de uno de los discos de The Rolling Stones, pero el dibujante se neg¨® cuando se enter¨® de que el grupo quer¨ªa cambiar su omnipresente blanco y negro por otro color. Otros lo hicieron sin pedirle permiso, como Pink Floyd para alguno de sus trabajos.
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