El Jacint Verdaguer ¡°lejos de la estampita¡± de ?lvar Valls gana el 50? premio Crexells de novela
¡®Entre l¡¯infern i la gl¨°ria¡¯, de casi mil p¨¢ginas, retrata ¡°las contradicciones de un personaje rebelde¡± fruto de 15 a?os de documentaci¨®n sobre el poeta
El de los expertos verdaguerianos es un gremio susceptible y celoso, ¡°tanto o m¨¢s conflictivo que el propio Jacint Verdaguer¡±, aclara el escritor barcelon¨¦s ?lvar Valls, que, tras 15 a?os de documentaci¨®n, el 5 de marzo del a?o pasado public¨® Entre l¡¯infern i la gl¨°ria (Edicions de 1984), mil p¨¢ginas de una novela biogr¨¢fica sobre la convulsa existencia del autor de L¡¯Atl¨¤ntida y con la que buscaba ¡°acercar al lector al Verdaguer real, no al de la estampita en blanco y negro que se ha vendido tan a menudo¡±. No hubo reproches de los expertos y la cr¨ªtica fue avisando de que era un aut¨¦ntico novel¨®n en lo estil¨ªstico, rozando un cl¨¢sico, algo que esta tarde ha quedado acreditado con la concesi¨®n del reputado premio Crexells a la mejor novelada publicada en catal¨¢n que otorga el Ateneu Barcelon¨¨s, en una edici¨®n muy especial, la 50.
¡°Ten¨ªa cierta prevenci¨®n hacia c¨®mo lo recibir¨ªa el verdaguerismo y a que no me salieran mil p¨¢ginas tipo Wikipedia¡±, admite Valls, que en Entre l¡¯infern i la gl¨°ria cose dos novelas: a las vicisitudes de los 18 ¨²ltimos d¨ªas de vida del poeta en Vil¡¤la Joana (en Vallvidrera) va superponiendo 64 episodios (¡°pens¨¦ inicialmente en 100 de un par de folios; pero me sal¨ªan muy largos¡±) que acabaron marcando su vida, atenazada por su enfrentamiento con la c¨²pula eclesi¨¢stica, en particular con el obispo Murgades, ¡°lo que le convirti¨® en la oveja negra del regionalismo catal¨¢n, su entorno natural, que adem¨¢s ostentaba el poder cultural; Verdaguer era un rebelde, un aut¨¦ntico personaje de novela, y yo he intentado que salga con todas sus contradicciones¡±, dice Valls.
A esa ambiciosa estructura, la verosimilitud del personaje y un l¨¦xico de m¨²ltiples registros se a?ade la no menor voluntad de hacer ¡°una pintura de la ¨¦poca, la segunda mitad del XIX; los cerca de medio millar de personajes que salen son todos reales: Rius i Taulet, Alfonso XII¡ ¡°, recita el autor. El c¨®ctel se ha traducido, am¨¦n de en piropos de la cr¨ªtica, en un lento boca-oreja que alcanza casi los dos mil ejemplares vendidos y una tercera edici¨®n en ciernes, ahora regados con los 6.000 euros del premio.
Valls s¨®lo tard¨® tres a?os en escribir la novela porque tiene inoculado ¡°el virus de Verdaguer, que dec¨ªa Espriu¡±, admite. As¨ª, lleva casi 15 elaborando, junto a su esposa Roser Carol, una bibliograf¨ªa de y sobre Verdaguer ¡°a¨²n hoy inexistente¡±, que por ahora se traduce en ¡°unas 8.000 fichas¡±. M¨¢s espectacular es a¨²n la cronolog¨ªa ¡°d¨ªa por d¨ªa¡± que tambi¨¦n confeccionan, con ¡°m¨¢s de siete mil d¨ªas abiertos, donde anotamos qu¨¦ hace, qu¨¦ dice de ¨¦l la prensa de la ¨¦poca, qu¨¦ actos hab¨ªa¡¡±. Josep Cots, editor y fundador de Edicions de 1984 est¨¢ ¡°pr¨¢cticamente convencido¡± de que publicar¨¢ ambos trabajos: ¡°Lo llamaremos Verdaguer colosal¡±, bromea. O no.
El Crexells, en realidad, no es el primer galard¨®n que obtiene Entre l¡¯infern i la gl¨°ria, que ya ostenta el Amat-Piniella y que qued¨® finalista de los premios Sant Joan (un miembro del jurado, Jordi Coca, alert¨® sobre el manuscrito a Cots) y el Finestres. Tambi¨¦n habr¨ªa estado oficiosamente en la selecci¨®n previa de una decena de t¨ªtulos para el ?mnium a la mejor novela del a?o, si bien al final no habr¨ªa sido incluida oficialmente en la lista. Tambi¨¦n un editor se habr¨ªa ofrecido a public¨¢rsela antes ¡°si la dejaba en la mitad, pero a un hijo no le cortas un brazo o una pierna y todo tiene su sentido¡±, cree su autor.
Es el rico anecdotario de la que, en cambio, es solo la segunda novela para adultos que ha publicado Valls, g¨¦nero en el que debut¨® en 2019 con El dinov¨¨ protocol, ucron¨ªa sobre qu¨¦ hubiera ocurrido si hubiera triunfado la opci¨®n soberanista el 1-O de 2017. ¡°Pensaba que esto del proc¨¦s se vender¨ªa m¨¢s y el Verdaguer, nada, y ha sido justo al rev¨¦s¡±, reflexiona quien justifica la tard¨ªa en entrar en el g¨¦nero por un comentario que le dieron de joven: ¡°Me dijeron que deb¨ªas tener un rodaje en la vida para poder hacer una novela; quiz¨¢ me pas¨¦ un poco¡±, reflexiona ahora, a sus 74 a?os.
¡°Tampoco nunca tuve la idea de hacer carrera de novelista, s¨®lo soy un productor de textos¡±, a?ade, modesto, Valls, que, am¨¦n de dirigir dos revistas y un diario en Andorra, donde reside desde 1979, no ha dejado g¨¦nero por cultivar (poes¨ªa, narraci¨®n juvenil, periodismo¡), que se han traducido en 17 libros. Y a¨²n as¨ª, es pr¨¢cticamente un autor desconocido. ¡°Hace 40 a?os fui un chico malo y quiz¨¢ eso haya ayudado a mi anonimato¡±, admite. Es una referencia a su pasado, al de los a?os 70, cuando particip¨® en la lucha armada del independentismo, en el Ex¨¨rcit Popular Catal¨¤ (?poca) y en el intento de extorsi¨®n que acab¨® costando la vida al empresario Jos¨¦ Mar¨ªa Bult¨® en 1977. Estuvo cinco meses en prisi¨®n, de la que sali¨® con la Ley de Amnist¨ªa. Si bien desisti¨® de la v¨ªa violenta, la gracia le fue revocada, por lo que Valls huy¨® a Par¨ªs y luego a Andorra hasta 1998, cuando prescribieron los hechos, aunque entonces decidi¨® residir definitivamente ah¨ª.
Un list¨®n muy alto puesto hace 92 a?os
La excelencia ha marcado, desde su primera edici¨®n el 13 de diciembre de 1928, el premio Crexells, fundado por sus amigos de la Pe?a Borralleras del Ateneu Barcelon¨¨s, para recordar al brillante filos¨®fico, reconociendo a la mejor novela (entonces publicada o in¨¦dita) en catal¨¢n. Qued¨® desierto y eso que se presentaron Pla, Trabal, Esclassans y Puig i Ferrater). El nivel del jurado lo explica: Fabra, L¨®pez-Pic¨®, Gaziel, Riba, Junoy, Rahola y Cabot. Fijado ya ese list¨®n, s¨®lo pod¨ªan alcanzarlo grandes nombres y novelas: Trabal ('Vals'), Rodoreda ('Aloma')¡ Silenciado por el franquismo en 1939, no se recuper¨® hasta 1982, ya a obra publicada ('Les aventures del cavaller Kosmas', de Perucho). Gimferrer, Porcel, Moncada, Riera, Cabr¨¦, Benesiu... han ido conformando la imponente n¨®mina de un premio que en 2009 quiso incorporar la participaci¨®n de los socios del Ateneu a la elecci¨®n combin¨¢ndolo con diversas propuestas sobre el formato de los jurados. Las propuestas acabaron desvirtuando el premio y terminando en una crisis que llev¨® a la suspensi¨®n de la convocatoria en 2017. Al galard¨®n literario en activo m¨¢s antiguo en catal¨¢n y el m¨¢s parecido al Goncourt le ha salido un competidor (el de Proa a la mejor novela del a?o), si bien el palmar¨¦s le hace, en su 50? edici¨®n, dif¨ªcilmente alcanzable. Y es que el rigor parece el mismo que el de hace 92 a?os.
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