Margarita Rivi¨¨re, una plaza para una periodista
Una placa en un espacio moderno y florido recuerda que fue periodista de Barcelona. Una de las buenas
Bajo un sol abrasador, un domingo de julio, en Barcelona, la ni?a de cinco a?os deletrea la palabra como si no hubiera ma?ana: P¨C E-R-I-O-D-I-S-T-A¡ nunca una palabra fue tan larga ni provoc¨® tanto sudor. Luego empieza con el nombre: M-A-R-G-A-R-I-T-A. Aprender a leer es apasionante, nada ni nadie te detiene. Ella lo lee todo, est¨¦ escrito en el suelo o en el cielo. Se atasca, respira y alza la voz.
Pero volvamos a la plaza: es domingo, hace calor y no hay nadie. Los columpios sacian el ansia de leer de la chiquilla y aunque se quema las piernas con el tobog¨¢n, quiere m¨¢s. Por fin aparece un vecino paseando un perro. Se le asalta y se le pregunta. Reconoce que no conoce a la periodista que da nombre a este lugar reci¨¦n estrenado: Margarita Rivi¨¨re. Otra ciudadana, que circula a paso r¨¢pido frente a la bonita placa, en el centro de la plaza, asegura en voz alta a su acompa?ante: ¡°Ella fue una profesional muy talentosa¡±. La ni?a de cinco a?os a?ade: ¡°Mi madre la conoc¨ªa¡±. Nunca intim¨¦ con ella, pero para conocerla hab¨ªa que leerla y al leerla te das cuenta de que mucho de lo que cont¨® ah¨ª sigue.
La plaza de las Cristaler¨ªas Planell, en el barrio de Les Corts, ya se llama Margarita Rivi¨¨re en honor a una mujer que dedic¨® su vida al periodismo. La presencia de mujeres en el nomencl¨¢tor de la ciudad es ¨ªnfima. Solo hay 356 nombres de mujeres en un total de 4.596 espacios. De 32 nuevas denominaciones de calle que ha aprobado el Ayuntamiento dirigido por Ada Colau, 26 corresponden a mujeres en los ¨²ltimos dos a?os. Hay 14 m¨¢s en proceso de aprobaci¨®n en la ponencia.
Rivi¨¨re falleci¨® en marzo de 2015. Form¨® parte del equipo fundador de El Peri¨®dico, directora de la Agencia Efe en Catalu?a, redactora del libro de prensa y del programa de mano de las ceremonias de inauguraci¨®n y clausura de los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona 92, dirigi¨® y present¨® en 1984 el programa de TVE Hablemos del amor, entre otras cosas. Y escribi¨® mucho, y durante mucho tiempo, en este diario. ¡°Son tiempos apasionantes: grandes verdades se enlazan con peque?as mentiras y grandes mentiras con semiverdades. Bulle la euforia, nadie se aclara: ?Barbaridades? ?Tonter¨ªas? ?Tomaduras de pelo? ?Realidades? ?Qu¨¦ m¨¢s da si estamos tan al d¨ªa?¡±, escrib¨ªa la periodista en abril de 2012 en EL PA?S.
¡°Margarita era risue?a y seria, acogedora y discreta. A?oro sus cualidades profesionales, saber escuchar y saber preguntar¡±¡°Margarita era risue?a y seria, acogedora y discreta. A?oro sus cualidades profesionales, saber escuchar y saber preguntar¡±
Solo estuve con ella una vez. Durante mucho rato. La entrevist¨¦. Y recuerdo c¨®mo ese cuerpo menudo abri¨® la puerta con un ¡®hola¡¯ arrollador. Hablamos de moda, una de sus pasiones. Ella sab¨ªa mucho de moda. Pero tambi¨¦n hablamos de compaginar el trabajo con varios hijos. Fue de aquellas entrevistas de las que sales convencida de que esta, y muy a pesar de todo, es la mejor profesi¨®n del mundo. Al salir, me regal¨® dos copias de dos de sus dibujos. Defend¨ªa a las mujeres, a las periodistas y a las madres. Y a todas a la vez. Siempre. ¡°En 1974, cuando entr¨® con Teresa Rubio, eran las dos primeras redactoras en plantilla del Diario de Barcelona. No hab¨ªa aseos para ellas¡±, contaba Carles Geli. Las cosas han cambiado para bien, pero a¨²n queda camino. Tres a?os despu¨¦s de estas l¨ªneas de Carles Geli, un dato: las mujeres periodistas representan el 64% del sector, pero los hombres ocupan el 73% de los cargos directivos. ¡°Margarita era risue?a y seria, acogedora y discreta, generosa y exigente. La sigo echando en falta. Y a?oro sus envidiables cualidades profesionales, que empezaban por saber escuchar y saber preguntar. Si no lo creen, l¨¦anla¡±. Escribe el periodista Xavier Vidal-Folch sobre su amiga. Y eso hay que seguir haciendo porque Rivi¨¨re ha escrito de casi todo.
Por ejemplo, de las colas: ¡°Tras largo entrenamiento, lo normal es que las colas sean lugares predilectos ?y seguros! Si no fuera as¨ª, nadie ir¨ªa a esquiar o por carretera un fin de semana o al f¨²tbol... Si no fuera as¨ª, pocos trabajar¨ªan para pagar el dispendio de vivir en cola. Por supuesto, nos sobra tiempo. ?Vivan las colas!¡±. Fue en enero de 2004, EL PA?S.
O de los fumadores: ¡°El drama del fumador es tambi¨¦n la met¨¢fora de un mundo con tendencia al fundamentalismo: o est¨¢s con el bien y la verdad, o est¨¢s con el error. Lo peor del asunto es que todo fumador empez¨® a serlo para agradar a los dem¨¢s o agradarse a s¨ª mismo como primer paso para agradar a los dem¨¢s. El fumador tambi¨¦n es, pues, un ser desencantado que sabe que no hay verdades inamovibles y que lo que ayer pareci¨® bueno hoy es malo. Quiz¨¢ ¨¦ste sea su gran pecado: el pensar ¡ªtriste consuelo¡ª de que alg¨²n d¨ªa alguien descubrir¨¢ en el tabaco, como ha ocurrido con la marihuana, unas propiedades terap¨¦uticas insustituibles. Si esto ocurriera, Churchill, que dijo que ¡®fumar mata los microbios¡¯, volver¨ªa a tener raz¨®n. Claro que, para eso, habr¨ªa que empezar por recuperar a los microbios, y qui¨¦n sabe hoy d¨®nde est¨¢n¡±. En junio de 2001, en EL PA?S.
Y mucho de las vacaciones: ¡°Son una conquista democr¨¢tica. Pero habr¨¢ que definirlas, de nuevo, a la luz de los que hoy las buscan en la nada, para sobrevivir. Se necesita un tiempo, como un par¨¦ntesis, sin instrucciones constantes, sin obligaciones, sin protectores solares ni canciones del verano. Un tiempo cuya ¨²nica finalidad sea la percepci¨®n del discurrir del tiempo, por s¨ª mismo, sin cron¨®metro ni term¨®metro, sin previsiones ni planes. Un tiempo limpio de publicidad, de famosos, de festivales de verano, de playas cloaca, de carreteras parada y fonda. Un tiempo de desintoxicaci¨®n de un mundo pr¨ºt-¨¤-porter donde todo est¨¢ pensado de antemano. Lo que se necesita, pues, es todo un cambio. Un verdadero lujo al alcance de quien se atreva¡±. En julio de 2003, en EL PA?S.
Ahora Rivi¨¨re no solo permanece a trav¨¦s de la palabra sino en ese peque?o mont¨ªculo en el medio de una plaza moderna y florida que recuerda que ella fue periodista de Barcelona. Una de las buenas.
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