El fuego remite, la sensaci¨®n de abandono se acent¨²a
Los municipios afectados por el incendio del Anoia y la Conca de Barber¨¤ amplifican las quejas por el descuido de los bosques y las zonas rurales
El incendio forestal que el pasado s¨¢bado empez¨® a arder en Santa Coloma de Queralt (Conca de Barber¨¤) qued¨® este lunes estabilizado. Los bomberos lograron encapsular la lengua de fuego durante la ma?ana de ayer, auxiliados por una tormenta que desplom¨® las temperaturas y enjuag¨® las rachas de aire caliente que tantos quebraderos de cabeza dieron durante todo el fin de semana y que, por el efecto acelerador que ten¨ªan sobre las llamas, incluso obligaron a evacuar a unas 200 personas y a confinar a todos los vecinos de dos pueblos del Anoia, Santa Maria de Miralles y Sant Mart¨ª de Tous. El balance de da?os contabiliza 1.700 hect¨¢reas abrasadas, pero el fuego ha reactivado una carga de profundidad que permanec¨ªa latente: la sensaci¨®n de abandono y de desprotecci¨®n que tienen los vecinos que residen en municipios peque?os y zonas rurales.
Tras d¨ªas de angustia y de desvelos por el destrozo que pudieran provocar las llamas en casas, fincas, granjas y mas¨ªas, varios alcaldes de la Conca de Barber¨¤ y el Anoia exigieron este lunes que se act¨²e de manera eficaz sobre la gesti¨®n forestal y que se dote a las comarcas menos pobladas de recursos que promueven el equilibrio territorial.
David Alqu¨¦zar, alcalde de Sant Mart¨ª de Tous y delegado de la Generalitat en el Pened¨¨s, puso de relieve que es misi¨®n de la administraci¨®n p¨²blica velar por ¡°la eficacia de la conservaci¨®n del paisaje que hace la gente que vive en el territorio¡±, y se?al¨® que hace falta ¡°un planteamiento de pa¨ªs sobre qu¨¦ hay que hacer con la masa forestal¡±. Desde Bellprat, el municipio m¨¢s perjudicado por el fuego, con m¨¢s de 1.000 hect¨¢reas quemadas, Joan Carb¨®, concejal de Urbanismo, lamentaba que las administraciones superiores no act¨²en para evitar que los bosques sean ¡°un polvor¨ªn¡±. Carb¨® pon¨ªa de relieve que, m¨¢s all¨¢ del espeso rastro de ceniza dejado por el fuego, la situaci¨®n de desamparo viene de lejos: ¡°los pueblos peque?os estamos dejados de la mano de Dios, nos estamos muriendo y no hay manera que llegue la fibra ¨®ptica y tenemos l¨ªneas el¨¦ctricas lamentables¡±.
La precaria cobertura telef¨®nica que hay en la zona qued¨® al descubierto durante los trabajos de extinci¨®n del incendio, el mayor que ha sufrido Catalu?a en los ¨²ltimos dos a?os. Ramon Mullerat, alcalde de Santa Coloma de Queralt, se?alaba que el efecto de las llamaradas ha atra¨ªdo puntualmente el foco sobre un territorio que generalmente queda eclipsado. ¡°Despu¨¦s, nadie se va a acordar de nosotros¡±, auguraba. La Conca de Barber¨¤ perdi¨® 1.500 habitantes en la ¨²ltima d¨¦cada y el censo total de la comarca apenas supera los 19.900 vecinos.
Sin cortafuegos
Estos d¨ªas, cuando visitaron el centro de coordinaci¨®n del fuego que se instal¨® en el campo de f¨²tbol de Santa Coloma de Queralt, el president Pere Aragon¨¨s, el vicepresidente Jordi Puigner¨®, el responsable de Interior, Joan Ignasi Elena, y hasta el director general de extinci¨®n de incendios, Joan Delort, dedicaron, todos ellos, elogios a los alcaldes y ediles de los municipios afectados. De igual manera, celebraron la colaboraci¨®n de los payeses, a los que pidieron que usaran sus tractores para arar tantos campos como pudieran, con el objetivo de trazar franjas que cortaran el paso a las llamas. El sindicato Uni¨® de Pagesos reivindic¨® el papel del sector agrario y alert¨® que tener un territorio descuidado ¡°aumenta el riesgo de incendios¡±. Advirti¨®, adem¨¢s, que con m¨¢s masa forestal, las llamas adquieren una virulencia que ¡°supera la capacidad de respuesta de los equipos de extinci¨®n¡±.
El fuego empez¨® en una cuneta de carretera y tom¨® impulso avanzando por un campo de cereales, pero la mayor parte de las hect¨¢reas calcinadas son superficie forestal. Grandes arboledas con un descuidado sotobosque que sirvi¨® de combustible para dar velocidad a las llamas. Son zonas, fundamentalmente de propiedad privada, donde abunda el pino blanco, de baja rentabilidad, y que muy a menudo quedan desatendidas. Sin cortafuegos ni franjas de seguridad, cuando el verano trae las altas temperaturas y la sequedad recalcitrante del terreno se genera una combinaci¨®n muy propiciatoria para que un incendio pueda avanzar sin freno.
El s¨¢bado por la tarde, varias dotaciones de bomberos que trataban de frenar lo que bautizaron como ¡°carreras de fuego¡±, tuvieron que ser evacuados por precauci¨®n al producirse una densa nube de humo, un piroc¨²mulo, que pon¨ªa en entredicho la seguridad del operativo.
T¨¦cnicos de los Bomberos han advertido repetidamente que la din¨¢mica de los bosques est¨¢ cambiando, cada vez m¨¢s vegetaci¨®n y m¨¢s dif¨ªcil de controlar, y que, junto con el progresivo aumento de las temperaturas medias, el riesgo de grandes fuegos forestales se dispara. La consejera de Acci¨®n Clim¨¢tica, Teresa Jord¨¤, avanz¨® la semana pasada un plan plurianual de prevenci¨®n de incendios en Catalu?a. Contempla gastar 60 millones, a raz¨®n de 15 millones durante cuatro a?os.
El Consorcio Forestal de Catalu?a critica que el 80% de la superficie de bosques no se gestiona, con lo que se abre la puerta a ¡°incendios catastr¨®ficos¡±. Tras los episodios de incendios de los ¨²ltimos d¨ªas, al de Santa Coloma de Queralt le precedieron los fuegos del Cap de Creus y el del Montgr¨ª, el consorcio lamenta que ¡°la acumulaci¨®n de combustible¡± en los bosques hace que las tareas de extinci¨®n sean ¡°peligrosas¡± e, incluso, a veces pueden resultar ¡°imposibles¡±.
Investigaci¨®n abierta sobre el detonante
Las llamas arrancaron el s¨¢bado por la tarde al borde de la carretera que va de Les Piles a Santa Coloma de Queralt, un punto de inicio que, de primeras, llev¨® a los Agentes Rurales a sospechar que no hab¨ªa sido un fuego fortuito ni derivado de ninguna anomal¨ªa en una l¨ªnea el¨¦ctrica. ¡°Se adivina la mano del hombre, ya sea accidental o negligente¡±, han repetido los investigadores. Pero la versi¨®n oficial no va m¨¢s all¨¢. Una colilla arrojada temerariamente o un chispazo salido de un motor son las dos l¨ªneas de investigaci¨®n.
No se ha encontrado ning¨²n rastro de pitillo, pero la hip¨®tesis no se descarta del todo porque la zona soport¨® mucho traj¨ªn de los bomberos durante los trabajos de extinci¨®n, lo que podr¨ªa haber alterado la presencia de pruebas. La posibilidad del chispazo cobra m¨¢s peso, y se han recopilado v¨ªdeos que recogen los momentos posteriores al arranque de las llamas.
Las im¨¢genes son revisadas para descubrir alg¨²n indicio que aclare el desencadenante. Mientras, los bomberos dieron ayer por controlado el incendio que ha quemado 34 hect¨¢reas en Ventall¨® (Alt Empord¨¤).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.